miércoles, 12 de septiembre de 2012

arquitectura gótica


Desde que la arquitectura gótica empezó a estudiarse en el siglo XVIII se ha tratado de caracterizarla por el empleo de un cierto numero de formas típicas que la distinguen claramente. El primero de tales elementos será el arco apuntado, frecuentemente llamado ojival. Su perfil quebrado, de origen oriental muy antiguo, fue introducido en Occidente durante el siglo IX, si exceptuamos las construcciones musulmanas en España o de Sicilia en las que apareció antes. Su empleo fue tal, que le dieron el apelativo, hoy abandonado, de arquitectura ojival. La presencia de arbotantes en el exterior de las grandes iglesias fue un carácter menos constante, pero muy típico, evidentemente. Los historiadores han reconocido un numero bastante grande de estas formas particulares, desconocidas en la antigüedad clásica y en el arte de la Edad Media: pilares formados por haces de columnas, pináculos, gabletes, rosetones polilobulados, vanos divididos en múltiples lancetas, etc. Para distinguir las variantes nacionales o regionales de la arquitectura gótica, o para definir las etapas de su evolución, se ha señalado y utilizado una gran variedad de combinaciones de estas formas. Así han surgido los conceptos de periodo radianteperiodo flamígero y aun en Inglaterra, de estilo perpendicular. Es importante señalar que aunque el arco apuntado, la bóveda de crucería o el arbotante sean elementos esenciales en la arquitectura gótica, no necesariamente en un monumento tendrían que contenerlos todos; si fuera así se quedarían fuera catedrales como las de Laon o edificios de comienzos del gótico como la catedral de Durham, en Inglaterra, del siglo XI.

La catedral Santa Cruz 




La catedral de Santa María y San Jorge 



Notre-Dame en Francia:


Canterbury en el Reino Unido:


Catedral de Milán:


Catedral de Burgos en España:

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