PABLO NERUDA. MARIO BENEDETTI, ALFONSINA STORNI


  

ME GUSTA CUANDO CALLAS…


Me gusta cuando callas por que estás como ausente,

Y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.

Parece que los ojos se te hubieran volado

Y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma

Emerges de las cosas, llena del alma mía.

Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,

Y te pareces a la palabra melancolía.

Me gusta cuando callas y estas como distante.

Y estás como quejándote, mariposa de arrullo.

Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza,

Déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio

claro como una lámpara, simple como un anillo.

Eres como la noche, callada y constelada.

Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gusta cuando callas porque estás como ausente.

Distante y dolorosa como si hubieras muerto.

Una palabra entonces, una sonrisa basta.

Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

PABLO NERUDA

. PUEDO ESCRIBIR LOS VERSOS MAS
TRISTES ESTA NOCHE…

Puedo
escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por
ejemplo "La noche está estrellada,

Y titilan,
azules, los astros, a lo lejos".


El viento de la
noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir
los versos más tristes esta noche.

Yo la quise, y a
veces ella también me quiso.


En noches como
ésta la tuve entre mis brazos.

La
besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a
veces yo también la quería.

Cómo
no haber amado sus grandes ojos fijos.


Puedo escribir
los versos más tristes esta noche.

Pensar que no la
tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la
noche inmensa, más inmensa sin ella.

Y el verso cae al
alma como al pasto el rocío.


Qué
importa que mi amor no pudiera guardarla.

La noche
está estrellada y ella no está conmigo.

Eso no es todo. A
lo lejos alguien canta. A lo lejos.

Mi alma no se
contenta con haberla perdido.


Como para
acercarla mi mirada la busca.

Mi
corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche
que hace blanquear los mismos árboles.

Nosotros, los de
entonces, ya no somos los mismos.


Ya no la quiero,
es cierto, pero cuánto la quise.

Mi voz buscaba el
viento para tocar su oído.

De otro.
Será de otro. Cómo antes de mis besos.

Su voz, su cuerpo
claro. Sus ojos infinitos.


Ya no la quiero,
es cierto, pero tal vez la quiero.

Es tan corto el
amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches
como ésta la tuve entre mis brazos,

Mi alma no se
contenta con haberla perdido.


Aunque
éste sea el último dolor que ella me causa,

Y
éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

PABLO NERUDA  

Bienvenida

Se me ocurre que vas
a llegar distinta 

no exactamente más
linda

ni más fuerte

       
ni más docil

           
ni más cauta

tan solo que vas a llegar
distinta

como si esta temporada
de no verme

te hubiera sorprendido
a vos también

quizá porque
sabes

cómo te pienso
y te enumero

después de todo
la nostalgia existe

aunque no lloremos en
los andenes fantasmales

ni sobre las almohadas
de candor

ni bajo el cielo opaco

yo nostalgio

tu nostalgias

y cómo me revienta
que él nostalgie

tu rostro es la vanguardia

tal vez llega primero

porque lo pinto en las
paredes

con trazos invisibles
y seguros

no olvides que tu rostro

me mira como pueblo

sonríe y rabia
y canta

como pueblo

y eso te da una lumbre

           
inapagable

ahora no tengo dudas

vas a llegar distinta
y con señales

con nuevas

       
con hondura

               
con franqueza

sé que voy a quererte   
sin preguntas

sé que vas a
quererme    sin respuestas.

MARIO BENEDETTI

 
                                                                                                                      

Cuando éramos
Niños

Cuando éramos niños

los viejos tenían como treinta

un charco era un océano

la muerte lisa y llana

no existía.

luego cuando muchachos

los viejos eran gente de cuarenta

un estanque era un océano

la muerte solamente

una palabra

ya cuando nos casamos

los ancianos estaban en los cincuenta

un lago era un océano

la muerte era la muerte

de los otros.

ahora veteranos

ya le dimos alcance a la verdad

el océano es por fin el océano

pero la muerte empieza a ser

la nuestra.

MARIO BENEDETTI

SI DIOS FUERA MUJER

                                 
¿y si Dios fuera una mujer?

                                 
Juan Gelman

 

     ¿Y si dios fuera mujer?

     pregunta juan sin inmutarse

     vaya vaya si dios fuera mujer

     es posible que agnósticos y ateos

     no dijéramos no con la cabeza

     y dijéramos sí con las entrañas

     tal vez nos acercáramos a su divina
desnudez

     para besar sus pies no de bronce

     su pubis no de piedra

     sus pechos no de mármol

     sus labios no de yeso

     si dios fuera mujer la abrazaríamos

     para arrancarla de su lontananza

     y no habría que jurar

     hasta que la muerte nos separe

     ya que sería inmortal por antonomasia

     y en vez de transmitirnos sida o pánico

     nos contagiaría su inmortalidad

     si dios fuera mujer no se instalaría

     lejana en el reino de los cielos

     sino que nos aguardaría en el zaguán
del infierno

     con sus brazos no cerrados

     su rosa no de plástico

     y su amor no de ángeles

     ay dios mío dios mío

     si hasta siempre y desde siempre

     fueras una mujer

     qué lindo escándalo sería

     qué venturosa espléndida imposibe

     prodigiosa blasfemia.


LA CARICIA PERDIDA

Se me va de los dedos la caricia sin causa,

se me va de los dedos… En el viento, al pasar,

la caricia que vaga sin destino ni objeto,

la caricia perdida ¿quién la recogerá?


Pude amar esta noche con piedad infinita,

pude amar al primero que acertara a llegar.

Nadie llega. Están solos los floridos senderos.

La caricia perdida, rodará… rodará…


Si en los ojos te besan esta noche, viajero,

si estremece las ramas un dulce suspirar,

si te oprime los dedos una mano pequeña

que te toma y te deja, que te logra y se va.


Si no ves esa mano, ni esa boca que besa,

si es el aire quien teje la ilusión de besar,

oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,

en el viento fundida, ¿me reconocerás?

ALFONSINA STORNI

                                                             

DOS PALABRAS


Esta noche al oído me has dicho dos palabras

Comunes. Dos palabras cansadas

De ser dichas. Palabras

Que de viejas son nuevas.


Dos palabras tan dulces que la luna que andaba

Filtrando entre las ramas

Se detuvo en mi boca. Tan dulces dos palabras

Que una hormiga pasea por mi cuello y no intento

Moverme para echarla.


Tan dulces dos palabras

?Que digo sin quererlo? ¡oh, qué bella, la vida!?

Tan dulces y tan mansas

Que aceites olorosos sobre el cuerpo derraman.


Tan dulces y tan bellas

Que nerviosos, mis dedos,

Se mueven hacia el cielo imitando tijeras.

Oh, mis dedos quisieran

Cortar estrellas.

ALFONSINA STORNI