Conductor inteligente. Desde hace algunos años se ha hecho énfasis en las consecuencias del uso del automóvil, principalmente en los efectos negativos que el combustible causa en el medio ambiente.
Pero ¿sabías que si utilizas tu vehículo de manera inteligente puedes ahorrarte mucho dinero además de contribuir a reducir el impacto de los contaminantes, ahorrar energía y poner tu granito de arena para preservar lo verde del mundo?
Con las técnicas modernas de manejo puedes ahorrarte hasta un 25% del dinero que desembolsas para tu coche.
Notarás una reducción en el consumo de combustible si te propones hacer un mantenimiento preventivo y no esperar a que el auto te deje tirado. Si mantienes la presión de aire adecuada en las llantas, estarás ahorrando energía al mismo tiempo que aumentas tu seguridad en las vialidades.
Si arrancas tu coche en frío, aceleras y frenas constantemente, si las partes mecánicas y de rodamiento no están bien colocadas, estás generando un sobreconsumo de gasolina y, por lo tanto, un aumento en la contaminación del aire. Además estas actitudes te impedirán ser considerado como un conductor inteligente.
Calentar el motor cuando el auto no está en movimiento consume más gasolina, más dinero, y más humo negro saliendo del escape. También estás forzando el motor, dañando las bujías, produciendo depósitos excesivos de carbón y, en general, disminuyendo la eficiencia del funcionamiento.
Arrancar tu coche debe ser un proceso en el que lo primordial es avanzar a velocidad moderada y aumentándola progresivamente para lograr que la temperatura en el motor se estabilice hasta alcanzar la potencia requerida.
La velocidad tiene una relación directa con el gasto de combustible. Si no es necesario no aceleres, ya que el frenado inesperado daña el funcionamiento del coche. Lo mejor es anticiparse a las situaciones de frenado y aceleración manejando a una velocidad moderada y continua. Deja siempre espacio suficiente entre los coches para que puedas frenar con suavidad y para que tu cambio de carril sea una maniobra segura.
Cuando veas una subida, acelera gradualmente y evita pisar hasta el fondo el acelerador una vez que ya estés en la pendiente, de lo contrario se forza el motor innecesariamente. Cuando te encuentres una bajada, evita acelerar y deja que el propio peso del coche lo impulse. Esta es una de las maneras más sencillas de ahorrar combustible.
Respecto al cambio de velocidad en un auto de transmisión manual, cuando el sistema automotriz lo permita, cambia a una velocidad superior. Las velocidades bajas están diseñadas para lograr un alto empuje y una aceleración rápida.
El truco está en saber que la cuarta, la quinta y la sexta velocidad son las que ahorran gasolina. En la mayoría de los automóviles se puede mantener una velocidad de 60km/h en la cuarta y hasta en la quinta posición.
El conductor inteligente respeta el reglamento de tránsito, está alerta y se anticipa a las situaciones de peligro sin necesidad de forzar el auto. Sabe que la mejor forma de manejar es suave y seguro para no tener que hacer maniobras bruscas. Además conserva una distancia prudente entre los demás autos para tener mayor margen de reacción en caso de que se presente imprevisto.
La teoría parece fácil y hasta obvia, pero en la práctica el número de conductores inteligentes que transitan en las calles de nuestro país es sumamente reducido. Manejar adecuadamente no tiene gran ciencia; solamente se requiere prudencia, seguir estos sencillos hábitos de conducción hasta convertirlos en procesos automáticos y, principalmente, no salir las vialidades con prisas.