POESÍAS MUERTAS

 

 

UN NECRÓFAGO

 

Carroña,

alimento puro,

nadir,

quiero recuperarte de ese inútil sueño.

 

Suculenta sabiduría

de absorber el pasado,

de enloquecer

por las enfermedades,

de recordar,

aspirar,

fusionar

una morada ajena

para aprender de ella.

 

Mi inteligencia apenas puede

decir estas líneas

trazadas en una rauda,

soy un digno profanador de criptas y tumbas.

 

He desenterrando muchos cadáveres

absurdos,

aburridos,

porcinos,

muy pocos dignos,

pero todos recién embalsamados

listos a ser degustados

irónicamente

como vino tinto de buena cava.

 

He utilizado tan sólo

mis colmillos y garras

retraídos durante el sol.

 

Estoy encorvado,

con la piel inmunda, ennegrecida y sucia,

ojos de bestia

y fruncidos labios.

 

Cuando el flujo

de la magia agita el mundo dormido

me reúno con el resto

escabulléndonos de nuestras guaridas

para reunirnos en un non sancto festín.

 

 

TE QUIERO

 

De manera egoísta

lo puedo decir:

Te quiero.

 

Ante esta vasija de oro

otros me entienden,

lo hacen por un hermano,

tu foto no arde…

eres demasiado buena,

algo malo para mí

que lo complicará,

tienes un ángel que te cuida

de no caer en mis dominios.

 

De manera egoísta

puedo guardar silencio

en mi estomago,

en mi sexo,

en mis pensamientos,

puedo abstenerme de todo

de ser necesario;

privarme

al grado de que lo último que me quede

sea sólo respirar

y esperar un milagro negro que te haga venir a mí.

 

La clave es la voluntad,

la clave es no temer,

la clave eres tú.

 

De manera egoísta

te lo digo:

Te quiero.

 

 

 

 

AMOR VUDÚ

 

Disfruto las agujas

que deslizas sobre mi icono,

adoro la desesperación que sientes

al verme disfrutar tus pesadillas,

el deseo inhumano

que pareces tanto necesitar ver vertido sobre ti;

te aseguro que no llegará

de mis manos,

de mi boca,

no lo verás.

 

Disfruto que me bañes

con sangre de gallina negra,

quizá haga más juego que mi camisa,

realmente es como permanecer

en estado de hipnosis,

de catarsis por más horas,

¿acaso no lo sientes?

No me es de alto impacto la comida

aderezada con raíces y tubérculos

hechos polvo sobre mi plato,

puestos discretamente

tratando de que te mire con lujuria.

 

No te pases la vida imaginándome

o tratándome de cambiar,

no sería yo entonces,

sería otro;

no te arrepientas porque allí inicia el pecado,

mejor pide nuevamente

en los ruegos a tus santos por mí,

sigue bailando hasta que tus pies no aguanten

para tener una excusa razonable

de tomar mis pastillas antes de dormir,

que no seré tuyo al amanecer.

 

 

 

LA VERDAD

 

Durante mis sueños me despierto aterrorizado

sabiendo que envejezco sin remedio,

que viene sin duda alguna la muerte

cada vez con más fuerza y yo con menos resistencia.

 

Ella agarra más valor

y yo sólo aire para respirar,

nada la detiene,

me aniquilará sin remedio,

no trae balas de salva,

no ensayará conmigo,

seré un misión cumplida,

y ella estará lista para el que sigue.

 

Mis largas meditaciones,

el sentimiento de importancia

me sobrecoge,

diablos,

la mañana parece no llegar

para tratar de decir, fue sólo una pesadilla.

 

 

 

 

 

 

  

 

CÍRCULO

 

Seguí con cautela,

el dogma,

el ritual,

el camino dorado;

mi preparación perfecta

de muchos días y sacrificios;

si la pregunta es: ¿Es difícil?

La respuesta es: Sí.

 

Todo termina precisamente

con algo que no tiene final;

un círculo,

aromas mezclados,

irrazonabilidad y frustración,

el poder es para quien lo busca

y sacrifica lo inimaginable,

así es,

una necesidad con la que se nace.

 

¡Qué poca cosa son los hombres

cuando los vemos sufriendo

por no aceptar el destino

que ellos mismos han trazado!

Se desangran por obtener

lo que perece, y no se pueden llevar.

 

Antes de entrar a este círculo

sentí que era como el resto,

pero ya no,

ya conozco la circunferencia perfecta,

el fuego violeta que ha reducido a carbón

mi antiguo molde humano.

 

 

 

 

 

EL SACRIFICADO

 

Los dioses no piden un gato

ni sangre de cordero,

piden algo que razone

aunque sea un perdido

que al mundo estorba,

un limpiaparabrisas

que afea en las calles,

ellos no se quieren,

es sencillo traerlos,

convencerlos de que se tomen una pastilla

olvida penas.

 

En el delirio te verán aparecer

elegantemente,

con la indumentaria divina,

hablando cosas ininteligibles para ellos,

mientras la luna echa filo

hace llorar una yugular,

y das gracias

por tener un elemento indispensable

para el ritual.

 

 

 

 

 

 

 

 

LA VARONA

 

La Varona se baña entre huesos afilados,

vísceras,

despojos humanos,

come el pan de los vencidos,

con sus heridas avanza,

las muestra indiferente,

cicatrizarán lento,

generando más resentimiento,

marcha sobre mil fetos arrojados,

no queridos,

aborrecidos,

sus preferidos claro,

entona una lúgubre canción,

todo lo convierte en demonios,

aunque La Varona bendice su don.

 

Sus crías aletean abriendo camino,

reconocen a su reina invertida,

saben que al empezar la noche

ella dará el grito de guerra,

el asalto sobre los soberbios e ignorantes humanos,

para que ella los crucifique y paladee su ser.

 

 

 

 

 

 

TRES SEGUNDOS DESPUÉS

 

Me doy cuenta de que he sido un idiota

tres segundos después,

siempre es demasiado tarde,

de nada sirvió ser un buen hombre

como me decían,

mi ceguera,

sordera,

la insensibilidad

no es gratificante.

 

Tres segundos después

me doy cuenta que he sido un idiota,

siempre es demasiado tarde

de nada sirvió ser un buen hombre

como me decían,

mi parálisis,

mi cuenta flaca,

la ignorancia

no es gratificante.

 

Después de tres segundos

me doy cuenta de que me pasé como un idiota

siempre hasta tarde me quedé

sirvió de nada un buen hombre

como decían,

mis hilos en los dientes,

mi pelo fugado,

casi siempre disimulando,

no fue gratificante.

 

Tres segundos después

idiota me pienso como una cuenta

flaca,

en mi pelo en retirada,

distraído,

importa nada

nada  i m p o r t…

 

 

 

 

UN DESEO SINCERO

 

Tengo ganas de levantarte del cuello,

estrellarte contra la pared

y morder tus sensibles brazos

hasta hacerlos sangrar.

 

Es un deseo sincero,

tenlo por seguro,

quiero ver tu cuerpo

tan hermoso reducido a evidencia,

dado a mis demonios,

tu ropa importada hecha jirones,

llena de agujeros

pesados y pegados a la piel,

tus pechos tan dulces ultrajados,

es mejor ser el último que el primero en el amor;

te quedarás con el miedo a los hombres

en tu siguiente vida,

te quedarás con mi saliva y mi semen

en tu cuerpo como regalo,

será sublime mientras corre música clásica,

la inconclusa de preferencia

o un sábado de luz

con cadencia interminable,

será genial largarme sintiéndome más ligero,

pensando en leer algo complicado;

las mentiras son para conquistar,

la verdad es para declararme simplemente culpable.

 

 

 

 

 

CUANDO TE ENCONTRÉ

 

Únicamente el suelo del bosque

puede contener tu belleza muerta,

violada,

rebajada a carne inmóvil,

y a mal olor.

 

Cuando te encontré

tuve que hacer algo para no ser el responsable,

obviamente me largué,

no quería soportar las preguntas sin respuesta

que me harían.

 

Únicamente el suelo del bosque

puede contener tu belleza muerta,

y no sentirse culpable de absorber tu sangre,

dejarte morada

como débil mueca torcida.

 

 

 

RIGOR MORTIS

 

Ya no dolerá,

será un cese completo y definitivo de la vida,

así de fácil,

no hay fascinación,

el cuerpo se enfría,

no circula nada en las venas,

deshidratación inminente

que se refleja en la dura piel,

en los hundidos ojos

que pierden su brillo,

el sudor empapa el cuerpo

cansado del pasado.

 

Veinte horas después…

Primero el estómago muestra

su debilidad,

cae por su propia boca.

 

Cuarenta horas después…

El cerebro se queda idiota.

 

Cincuenta horas después…

Cae el más duro útero.

 

Setenta horas después…

Una rigidez en la nuca y mandíbula,

sigue cediendo a la putrefacción,

los fluidos se derraman por sus cavidades creando

bacterias y gases,

hasta que aparecen los gusanos y hacen el resto.

 

 

 

 

 

DEJA DE SOÑAR, JUAN

 

Hay siete montañas humeando

con bestias sentadas en las orillas

que alguna vez fueron profetas,

cada una carga una blasfemia absurda,

una caja de sorpresas rota,

las uñas cristalizadas negras.

 

El gobierno vendrá de Acuario

será un pez hambriento

que se equivocará y caerá herido gravemente,

sobre sus llagas escurrirá sangre por días

hasta que por fin sea curada,

ya sanada podrá ser adorada con devoción

post moribunda y milagrosa,

no habrá nada más hermoso,

nadie siquiera pensará en desafiarla.

 

Borrados del libro nuestros nombres,

nos sentaremos libres en la tierra prometida,

tras las barras que hemos pedido,

mirando nuestras manos maceradas,

nuestra frente deforme.

 

En tal gloria quedaremos,

¡Adoren la eternidad!

¡Adoren lo abstracto!,

Nuestro rey ha sido coronado,

nuestro rey ha sido coronado.

 

 

 

HIMNOS

 

No va a haber chelos en armonía,

crecientes melodías predecibles,

melancólicos tonos menores,

ni pequeños madrigales sintéticos,

los sonidos irrisorios se los dejamos a los mudos,

en este nuestro báratro privado,

no hay eso,

los coros alados

ponen su fe en los adictos

para los estruendosos ruidos alegóricos.

 

Puedo probar la sal de mi cuerpo

tras el primer y segundo movimiento

saborearla agradablemente,

llenar la boca de amargura

del ácido que corre por la garganta

con las síncopas;

me he perdido en este post lúdico momento

de una manera orgásmica.

 

Una mujer colgada

sirve de metrónomo,

que breve es la cuarta dimensión,

el destino se crea en la métrica del tres cuartos,

las pulsaciones recrean un larguetto infinito,

delicados pliegues,

la cadencia inesperada,

el vals de las caderas inverosímiles

es dirigido por un orco erudito.

 

Me encuentro en el subsuelo

de la partitura,

qué pena,

la locura perniciosa de la música

no deja concentrarme

en volver a sentir en mis viajes

tú entrepierna.

 

Sudan las velas

haciéndoles eco a los timbales

antropomórficos

que nos anuncian la llegada de la desascensión

de nuestro maestro.

 

 

 

EL CRISTO HERMAFRODITA

 

En una tumba de vidrio

se desvanece mi cuerpo ennegrecido,

dejé de amar lo rastrero petrificado

para liberarme como un cuervo líquido

con el rocío sobre el vientre,

mi vieja inestabilidad tan vulnerable

se enciende de una manera cruda

convirtiéndome en oro

que ilumina mi sol-luna

hasta hacer lucir mis escamas purificadas

en la voluntad de un tercero,

que no ha nacido,

me disuelvo hasta que mis huesos

se tornen pluridad unificada,

beberé la inmortalidad gasea

que duerme

depositado en el fondo vital del organismo humano,

hasta ser un sol-luna.

 

 

 

 

TE RECUERDO

 

Extraño verte vestida de negro,

callada,

divagando en los pasillos,

meditando alguna frase nueva

recién leída de alguno de tus libros satánicos.

 

Creo que ya te debiste haber teñido

nuevamente el pelo,

tus labios y tus dientes

ya no seguirán abstemios

como los quisiera tener cerca nuevamente.

 

Recuerdo

tu indumentaria barroca,

el encaje de tu falda,

gargantillas,

cruces en el pecho,

fajos,

guantes,

zapatos,

mi pequeña giganta de medias rayadas,

como anhelo verte acercarte a mí

decidida a acribillarme de una alguna manera brillante,

preguntándome si ya lo hemos hecho así,

los cuentos voyeristas son poco,

me gustaba la elegancia con que envolvías

lo ruin que podías ser conmigo,

en especial cuando me pedías

otro esfuerzo más para complacerte

porque yo te daba poco, decías.

 

Realmente te extraño.

 

 

 

AÚN

 

Quiero hacerte despertar,

aún,

la medicina moderna no sabe nada,

yo lo sé;

ambos lo sabíamos,

mi lealtad sobrepasaría todo.

 

Quiero darte una nueva exhalación,

aún,

un relámpago del torrente que cae;

quiero ofrecerte una inmolación,

aún,

sea dentro del sopor amargo del sudor

palpitante que tengo en una de mis manos

en este momento esperando para usted.

 

Y es que recuerdo su imagen,

aún,

sea una abnegación cruel,

aún,

sea un consejo de desavenencia,

estoy cansado de no tenerle

y escucharle gritar a su llegada

pidiendo mi cuello para servirle,

mi mundo no es igual

si en él no está su imagen

galopando sobre las herraduras

del tiempo que solía arrebatar

a los tontos mortales.

 

Tengo presente la fuerza de sus brazos

llenos de ira,

aún,

aún lo recuerdo tan bien.

 

Quiero desafiar la métrica del tiempo

echarla para atrás

y para adelante a mi antojo,

Quiero hacerle latir su furia nuevamente

por las venas con un transplante.

 

 

Aún,

tengo su otra ropa intacta,

desenraizaré de su pecho

la cólera de un pueblo

que nunca ha entendido,

una comunidad idiota

que afortunadamente no lo cerceno

y me da una oportunidad,

aún,

aún tengo tiempo,

aún, Señor,

Señor, aún hoy es a tiempo.

 

 

 

POESÍA MUERTA

 

¿Qué seré después de morir?

Lo mismo que era antes de nacer;

un yo solo, sin un conmigo mismo.

 

  

 

 

MI CREDO

 

Yo creo que no hay esperanza,

que la raza humana está podrida,

que no hay ninguna persona honesta.

 

Yo creo que no hay igualdad,

que es mejor quedarse acostado viendo tele;

nada vale la pena más que otra nada.

 

Yo creo que sólo el miedo nos mueve,

que no existe la verdad,

que la lealtad es digna de los perros.

 

Yo creo que todo es una obsesión de poder,

una obligación de vivir,

no pensar para ser felices.

 

Yo creo que es mejor el estado salvaje,

donde los sentidos manden;

Yo creo que debería de existir un lugar mejor;

—Pero no lo hay —.

 

 

 

 

 

CENIZAS EN LOS OJOS

 

Son como tierra mis manos,

negras y finas

al igual que las cenizas de una hoguera,

se han hecho polvo las pasiones

y me rindo de bruces en el hirviente suelo.

 

El cansancio es hostil a las vísceras,

terminará por deformarme

junto con el resto de los que caminan,

los veo avanzar temblando,

arrastrándose con los ojos entre abiertos

sin ninguna oportunidad.

 

La laguna de coágulos

se alimenta

de sangre coronaria

que palpita en el ardor rojo

de la isla decapitada

donde habitan los peces

de dientes enfermos de amor.

 

Mi cabeza apenas se sostiene,

mis sentidos son la arena seca del desierto,

no comprendo cómo permanezco consciente

si al fin de cuentas,

en el pecho ya no late nada.

 

Siento el rencor en cada poro,

orgasmos de bilis,

de repulsión,

de vómito ácido,

caen por una cascada casi interminable;

hasta que la última luz se apague te recordaré;

así;

grande;

gritando como un blusero a un puente;

 

El mareo viene nuevamente,

llega junto con más cenizas,

con más polvo para irme y ver.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Dónde conseguir libros en Argentina, Colombia y Ecuador?

 

Firmar mi libro de visitas    -   Leer mi libro de visitas

 

http://www.facebook.com/arturo.accio

 

 

 

Comunidad ArturoAccio

 

arturoaccio@gmail.com

 

Titulo; Poesías Muertas

Editorial; Eugenesis

Lanzamiento; Diciembre  2003

Numero de ISBN; 970-93901-01

Paginas ; 90 

 

 

 

 

En Poesías Muertas podemos constatar, el placer y la angustia de esa oscuridad que presenta la prosa poética Arturo Accio. Inquietante por momentos la lectura. Tintes en imágenes sexuales con la muerte, que se corporiza y es venerada. La voz de personajes extraordinariamente cuestionables como el verdugo, o la aparición de demonios, o alguna ceremonia vudú, son rasgos de una búsqueda diferente y una libertad en el lenguaje que este autor ejerce.

 La imaginación del proceso de la muerte es descrito sin vacilación, desnudo de prejuicios, nos lleva a un nihilismo extremo, a un Dios Hermafrodita que pareciera irreverente.

Poesías  que   equilibran    ese    arrebato   filosóficamente metafísico, son las de temas amorosos.

Escritos   poéticos  que   conllevan  ese  Sol  Oscuro   que nítidamente presenta en cada una de las páginas de Poesías Muertas.

 

Elizabeth Hernández, Master en Literatura