jueves, 1 de noviembre de 2007

Si tu mamá te dice que te quiere, verificalo...

Con esta frase aprendí mi primera lección al lado de una mujer maravillosa, a la que le debo mucho y con la que me siento profundamente agradecida por todo: por mi primer trabajo en un medio de comunicación, por enseñarme muchísimas cosas que yo no sabía, quién me enseñó que estar en un medio puede ser maravilloso pero también muy doloroso. Me enseñó a manejar mejor mis relaciones sociales con los demás, me enseñó a ser diplomática, me enseñó a controlar mis impulsos en ciertos aspectos, me enseñó a valorar, más de lo que ya lo valoraba, mi trabajo...

Podría seguir y quizás no acabaría nunca una infinita lista de enseñanzas al lado de esta extraordinaria mujer.

¿Por qué escribir de ella ahora? Pues bien, hace un año la conocí, debo confesar que cuando supe que Rossana Fuentes Berain iba a llegar a la Dirección de Opinión de EL UNIVERSAL, no sabía quién era, qué curriculum tenía, que hacía. Hoy, tengo muy claro quién es ella, qué curriculum tiene y que hace y puede hacer. Es una mujer sumamente hiperactiva, conocedora de varios temas, diplomática y ruda cuando se debe y una maestra de la vida. Tiene muchas cualidades y la que más me gusta es su amor al trabajo, al periodismo. Profesional como ninguna persona -a excepción de mi esposo Jorge Valdés, quién es obsesivo, perfeccionista y amante del periodismo hasta decir ¡basta!- y eso me marcó mucho.

Durante este año al lado de ella supe a dónde quería ir y en dónde quería estar. Me llenó de tanta energía, de tantas ganas de hacer cosas, de saber que el cansancio de todos los días de trabajo se podían disfrutar y volver a iniciar con las mismas ganar el siguiente día. Yo sabía que quería ser reportera de espectáculos o de política en algún medio impreso, pero con ella supe que esas no eran todas las posibilidades que tenía y me abrió todo un mundo. Ahora, quiero aprender inglés, pelear por una beca en el extranjero para una Maestría y seguir adelante, ser mucho más de lo que soy ahora.

Todo este rollo viene a colación porque hoy fue un día sumamente triste para mí y para ella. Su último día en la Dirección de Opinión se dio el día de ayer, cuando le informaron que el nuevo equipo que viene para el periódico estaba formado y ella no cabía ahí. Lo triste y frustante de este asunto, es que por trabajar perfectamente bien no le dieron la oportunidad de seguir haciendo cosas por el bien de EL UNIVERSAL, o quizás el nuevo equipo de trabajo que llega se conoce tan bien que quizás no requieren nuevos elementos.

La cuestión es que esto me parece una aberración y una estupidez, pues teniendo tan buen elemento a la mano lo desprecian. ¿Será que no pueden competir con una mujer talentosa por naturaleza? o quizás el género les es difícil de aceptar, cuestión de gustos.

Para mí, Rossana Fuentes Berain es sin duda una excelente periodista, una inmejorable jefa y una persona muy humana, que sabe trabajar y dejar trabajar, que sabe valorar y que no necesita de titulos para saber que ella es completamente una mujer triunfadora.

Mucha suerte en tus futuros proyectos, sé que serás siempre una chingona y como dijiste Arrieros somos y en el camino andamos.

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