martes, 19 de enero de 2010

Tema: La respuesta de Dios a la infidelidad.
Jeremías 3.1-25
Introducción: E adulterio es un devastador pecado de traición. Es frecuente que lleve al divorcio, un acto definitivo que representa el fin de un matrimonio que un día comenzó con grandes esperanzas, para terminar con grandes sufrimientos. La disolución de un matrimonio a causa de la infidelidad es la imagen usada para describir el exilio de Israel, momento en el que Dios se divorcio del reino del norte. Dios prometió sanar a Judá, si estaba dispuesto a volver a Él. Ésta es la promesa que Él sigue haciendo a los hombres hoy.
I. LA INFIDELIDAD DE ISRAEL.
A. El adulterio espiritual. 3.1-5
En Jeremías 3 Dios aplica los principios de Deut 24.1-4 el acto de divorciarse y volverse a casar, a la relación entre Judá y Él mismo.
Dios compara a Judá con una esposa infiel que se ha prostituido con muchos amantes y ha contaminado la tierra. V 1
¿Aun usa Dios acciones disciplinarias, como la de retener la tierra, para tratar de convencer a los hombres de que se vuelven a sus pecados a Él. Dios retiene las cosas necesarias para el ser humano le busque a Él. Subraye en su Biblia cuales son en los ver 1-5. Analicemos Hebreos 12.5-11.
B. El divorcio espiritual. 3.6-10
Profetizo a Judá durante el reinado de Josías 640-609 ac. Las diez tribus del norte ya habían caído presa de Asiria en el año 722 ac. Es asombroso lo fácil que los hombres nos engañamos a nosotros mismos, pensamos que a nosotros no nos va a pasar algo que le paso a nuestro hermano. Según la historia de Josías (2 Rey 23) sucedieron cosas muy interesantes en su reinado, pero no duro mucho. Porque? Simplemente no había un genuino arrepentimiento.
Se puede manifestar de diferentes formas:
Aumente la actividad religiosa, incluidas las oraciones y la asistencia a la iglesia.
Cambio de conducta en algunos aspectos, eso solo dura un breve tiempo
Tal vez sea idea de alguna otra persona y estén respondiendo a las exigencias de un cónyuge, un padre, un jefe o una iglesia.
Lo que mas delata al arrepentimiento externo, es que no se produce un cambio en el corazón.
II. LA ADVERTENCIA DE DIOS.
A. Regresa a Dios. 3.12-14
Responda a esta pregunta:
Los rebeldes desafiantes se hallan más cerca de Dios que los “justos hipócritas” ¿Por qué?
En la mayoría de las relaciones humanas, la persona es incapaz de perdonar a alguien que le ha ofendido, a menos que su ofensor reconozca que ha hecho mal.
Baal significa esposo, sueño, señor. Dios quería que el pueblo de Israel lo viera como su baal, pero no como ellos miraban a Baal su dios pagano.
¿Qué responsabilidad tenemos los cristianos en cuanto a acercarnos a los que se hallan en rebeldía? Sant 5.19-20
B. Recibe las bendiciones de Dios. 3.15-20
El plan de Dios para con Judá era restaurarlo a largo en su tierra. (Pastores según su corazón). Cuando Dios restaura a su pueblo , levantaría pastores semejantes a Él que los guiaran.
Porque la gente tiende a confiar en símbolos de la fe, en vez de centrarse en la sustancia misma de la fe?
El pueblo ha decidido serle infiel en vez de disfrutar de sus bendiciones.
III. EL ARREPENTIMIENTO Y LA RESTAURACION PROMETIDA.
A. Sanados de su desliz. 3.21-22
El pueblo llegaría a reconocer lo grave que eras sus pecados. A veces cuando la gente se entrega a una vida de pecado, se llega a dar cuenta del daño que le hace el pecado. Los efectos del pecado no hacen acepción de personas.
¿Cuál es la respuesta de Dios al arrepentimiento? Sanarlos de su rebeldía. Perdonar y salvar a los que se arrepienten.
B. El verdadero arrepentimiento.3.22-25
El versículo 22 muestra como el pueblo de Judá debía de demostrar su arrepentimiento.
El verdadero arrepentimiento se ve marcado en un cristiano cuando:
1. La persona se acerca a Dios. 22
2. La confesión; la admisión de que los caminos son inútiles y llenos de maldad. 23
3. El precio que hay que pagar por el pecado es parte de nuestra confesión. 24. Analice seriamente Gálatas 6.7-8
4. Exige de nosotros humildad para admitir que no hemos estado viviendo en obediencia a Dios.
Es mucho mejor que evitemos las consecuencias de la rebeldía, consagrados enteramente a Dios.
Discipulado en acción: Si consideramos nuestros pecados como actos de adulterio, ¿Cambiaria esto la forma de relacionarnos con Dios? Nuestros pecados hieren profundamente a Dios, de la misma forma que una persona se siente traicionada (o) por un cónyuge infiel. Dios es Espíritu, y anhela relacionarse con nosotros, los pecados que cometemos contra él, lo hieren. Al evitar el pecado nos mantenemos espiritualmente saludables. Si hemos herido a Dios y andamos cargando con esa vergüenza, Él nos puede restaurar hoy mismo.

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