domingo, 3 de enero de 2010

Historia del Escudo de armas del Estado de Puebla


Por Cédula Real expedida el 20 de julio de 1538 en Valladolid, Carlos V y su madre la Reina Juana, otorgaron a Puebla un escudo de armas en el que se contempla una ciudad con cinco torres de oro asentadas sobre un campo verde y dos ángeles, uno a cada lado, vestidos de blanco, realzados de púrpura y oro asidos a la propia Ciudad.

Encima, a mano derecha hay una K y a la izquierda una V, que quieren decir "Karolus Quintus".
Las dos letras son de oro y en la parte baja de la Ciudad, bajo el campo verde, un río de agua en campo celeste y una orla en torno de dicho escudo, unas letras de oro en campo colorado que dicen: "Angelis Suis Deus de te ut custodiant te in omnibus viis tuis" ( "Dios ordenó a sus ángeles que te guardase en todos tus caminos" ). PUEBLA quiere decir población o acto de poblar, y de los Ángeles, por la devoción de los franciscanos a los santos ángeles. Fundación de Puebla Tres fueron las causas principales para la fundación de la Ciudad de Puebla. La primera consistía en que al repartirse las encomiendas del territorio de Nueva España entre los primeros colonizadores españoles y los soldados conquistadores, hubo algunos que no recibieron tierras. Para solucionar este problema se pensó en la fundación de nuevos poblados y ciudades, en donde el español trabajara sin requerir de la mano de obra indígena.

Otra causa fue que, si bien habían sido aprobadas las encomiendas fundadas en el territorio conquistado, este sistema no era bien visto por el monarca español. El tributo indígena dado al conquistador mermaba en gran parte, lo que el rey de España podría percibir si los indígenas trabajaban la tierra y entregaban el tributo directamente al rey. Por esta razón, la Corona inició su plan para combatir el sistema de encomienda. Este consistía en la fundación de nuevas ciudades y en la paulatina prohibición de las encomiendas por medio de leyes.

Finalmente, entre las ciudades de Veracruz y México no había ninguna ciudad donde los viajeros y comerciantes se detuvieran a descansar, revisar la mercancía y proveerse de lo necesario para continuar el viaje. Así, se pensó en fundar una población entre el Puerto de Veracruz y la capital de la Nueva España, en tierras que no hubieran sido otorgadas a algún español, ni que fueran posesiones de los indígenas, ni tampoco en las que hubiera algún asentamiento prehispánico.
Finalmente, entre las ciudades de Veracruz y México no había ninguna ciudad donde los viajeros y comerciantes se detuvieran a descansar, revisar la mercancía y proveerse de lo necesario para continuar el viaje. Así, se pensó en fundar una población entre el Puerto de Veracruz y la capital de la Nueva España, en tierras que no hubieran sido otorgadas a algún español, ni que fueran posesiones de los indígenas, ni tampoco en las que hubiera algún asentamiento prehispánico.

Las tres razones anteriores fueron la causa de que el gobierno de la Nueva España, desde 1530, pusiera en práctica lo planeado. Así se dieron facilidades a españoles para poblar la tierra conquistada, para que por medio de su trabajo, principalmente el agrícola, pudieran subsistir, además de generar más cultivos para la economía novohispana. Las tierras que se escogieron y que tenían las características de cultivo, fueron las situadas entre las ciudades de Tlaxcala y Cholula.
Para fundar la nueva ciudad se reunió a un grupo de españoles que no tenían posesiones y se les trasladó a un sitio entre la ladera sur de una colina, a la que se le llamó Cerro de San Cristóbal (hoy cerros de Loreto y Guadalupe), y la parte oriente del arroyo hoy llamado de San Francisco. Estos, fuero acompañados por los frailes Toribio de Benavente Motolonía, Jacobo de Testera, Luis de Fuensalida, Alonso Juárez y Diego de la Cruz.
En 1527 Fray Julián Garcés, nombrado Obispo de Tlaxcala, había fundado ya los conventos de Huejotzingo, Cholula, Tepeaca y Huaquechula, eficazmente ayudado por Fray Toribio de Benavente "Motolinía" y sus 11 compañeros franciscanos. Los 12 apóstoles de la Provincia del Evangelio.

Lamentábase Fray Julián ante el rey Carlos V, de que en su obispado no existía ninguna villa de españoles y apuntaba la idea de que la tal villa traería como resultado un mejor enlace entre las ciudades de México, capital de la Nueva España y el puerto de Veracruz y, por consecuencia, con España (Por aquel tiempo los lugares habitados por españoles se reducían a las misiones, a los establecimientos mineros o "Reales de Minas" y a las guarniciones militares o "Presidios"). Atendiendo a las peticiones del Obispo Garcés y a las de la Segunda Audiencia (de la que formaba parte el
Vasco de Quiroga), doña Isabel de Portugal, Reina Gobernadora de España por ausencia de Carlos V, ordenó mediante una Cédula Real expedida el 18 de Enero de 1531, la búsqueda y el estudio del sitio para la fundación de la nueva "Puebla".

Adelantándose a la llegada de la Cédula correspondiente, ya la 2a. Audiencia había dado algunos pasos en relación con la obra. Se había escogido un punto del valle Poblano-Tlaxcalteca situado entre varias poblaciones de importancia ya, como Cholula, Tlaxcala, Cuauhtinchan, Huaquechula, Tepeaca y Calpan, en las márgenes del río Atoyac, lugar excelente por ser un paso natural en el Altiplano, puerta de entrada a la Mixteca y de unión a la vez entre el Golfo y el Pacífico. El lugar elegido se llamaba Cuetlaxcoapan
(Lugar donde se despellejan culebras), en la ribera oriental del arroyuelo llamado S. Francisco o Almoloya. Fue el 30 de marzo de 1531 cuando los Oidores comunicaron oficialmente haber elegido el sitio y determinado levantar la nueva población, dejando los trabajos iniciales a cargo de Hernando Saavedra de Elgueta, a quien la Audiencia escogió "Por sus cualidades y experiencia, aunque era "encomendero".

Y del papel desempeñado por Elgueta dijeron los Oidores "Él trazó el dicho lugar y edificó el pueblo con sus casas publicas e iglesias y cincuenta casas de vecinos españoles, todo más de madera y algo de ello de adobes, por no darle trabajo a los indios de hacerlo de piedra".

Plano de la Ciudad de Puebla Aunque algunos autores atribuyen "la traza" de la Puebla a "Motolinía", nos parece fehaciente el informe de la Audiencia. Por otra parte, la traza no ofreció mayores dificultades, ya que se utilizó el famoso "Trazado a Damero" (Como un tablero para juego de Damas), procedimiento traído por los españoles y que ya había sido usado en la isla La Española. El caso es que Elgueta fue nombrado Justicia Mayor con el título de Corregidor y presidió el Ayuntamiento de la "Puebla de los Ángeles" hasta 1534, año en que se retiró. El día de la fundación, con la presencia del Obispo Fray Julián Garcés, el Guardián del Convento de Tlaxcala Fray Toribio de Benavente "Motolinía " y del Corregidor Hernando de Elgueta acompañado por 33 vecinos españoles y de algunos vecinos Huejotzinca, Tlaxcalteca y Cholulteca, se procedió a la edificación de las primeras casas, hechas de madera y paja mezclada con barro; pero lluvias abundantes provocaron inundaciones y destruyeron lo construido, por lo que el lugar de la edificación fue trasladado a la ribera occidental del río, que era más alta y segura y tenía la inclinación deseada para un desagüe natural. Inicialmente se delimitaron 50 solares para iglesias y casas y, como ya se dijo, "el trazado urbano y los elementos materiales fueron hechos bajo la dirección personal del Corregidor". "Consta con certeza que otros fundadores fueron Juan de Yépez, Alonso Martín Camacho, Martín Alonso de Mafra, Pedro Gallardo, Juan Gómez de Piedra Parda, Hernán Sánchez, Alfonso González,, Gutiérrez Maldonado, Alvar López, Melchor Gómez, Juan de Vargas, Marina Muñoz Vda. de Prieto y el Corregidor Hernando Elgueta, quien tomó carta de vecindad. . " Después fueron llegando más y más pobladores. El 16 de abril de 1531 fue oficiada la primera misa según refiere "Motolinía", quien además escribió algún tiempo después, que hubo ocasiones en que parecía que la población iba a desaparecer a causa de las inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales, la escasez de alimento y otras calamidades… "Después estuvo esta ciudad tan desfavorecida, que estuvo a punto de despoblarse, ahora ha vuelto en sí y es la mejor ciudad que hay en la Nueva España después de México. . .". En agosto de 1531, el Oidor licenciado Juan de Salmerón, solicitó y obtuvo algunos privilegios para la nueva "Puebla". La Corona Española determinó conceder el título de ciudad a la "PUEBLA DE LOS ÁNGELES", concediendo también a sus habitantes el privilegio de no pagar impuestos personales y comerciales durante 30 años. Estos privilegios fueron acordados en Cédula expedida por la Reina Gobernadora en Medina del Campo el 20 de marzo de 1532. Esta Cédula fue recibida con retraso, por lo que Lic. Salmerón la entrego el 25 de febrero de 1533 en una ceremonia solemne. Se dieron a los pobladores tierras a perpetuidad, granos para la siembra y otras ayudas y, así fue el principio de la que es hoy una gran metrópoli. Es de justicia reconocer que el licenciado Salmerón tuvo parte principal en el planeamiento, fundación, crecimiento y desarrollo de esta ciudad de los Ángeles, a la que siguió con gran interés aún cuando ya lejos de México formaba parte del Consejo de Indias.

 
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