Trastorno paranoide de la personalidad: «No te puedes fiar de nadie»

Trastorno paranoide de la personalidad

¿Tienes un amigo que siempre está a la defensiva y ve malas intenciones donde no las hay? ¿Tu pareja es excesivamente celosa y te tiene bajo sospecha eternamente, pensando que le eres infiel sin existir ninguna causa justificada? ¿Tu madre afirma constantemente que no puedes confiar en nadie y se muestra recelosa con todo el mundo? ¿Tienes que ir con pies de plomo con tu compañera de trabajo, para que no se crea que la dejas de lado cuando te relacionas con tus otros compañeros? Puede que estas personas con las que intentas interaccionar a diario, armándote de una infinita paciencia y sin poder evitar la frustración, sufran un trastorno paranoide de la personalidad.

La desconfianza sin fundamento es la principal característica de la persona que sufre este gran problema. Interpreta las reacciones de los demás como maliciosas, teniendo de manera constante pensamientos del tipo: “se van a aprovechar de mí”, “me engañarán”, “me harán daño”, “me miran mal”, “se ríen de mí”… Estos pensamientos le provocan un fuerte malestar y la necesidad de ser totalmente autónoma e independiente para evitar la sensación de que los otros la tienen en el punto de mira. Es por ello que estos sujetos intentan no contar con las personas de su entorno si no es estrictamente necesario.

Así pues, para no tener que compartir información personal que, según creen, podría ser utilizada en su contra, evitan en lo posible las relaciones íntimas mostrándose impenetrables y pareciendo más fríos de lo que realmente son. De hecho, cuando se les hace preguntas personales, pueden negarse a responder de manera contundente.

En el caso de que logren intimar con algunas personas, necesitan sentir que las tienen bajo control para disminuir su malestar. Es la manera de evitar la traición que tanto temen. Así pues, si tienen pareja, vigilan todos sus pasos buscando pruebas que confirmen una posible infidelidad. Tales pruebas no existen pero suelen encontrar (¡de tanto buscar!) pequeños detalles que utilizan para fundamentar sus dudas: “¿Cómo es que te has pintado los labios para ir a trabajar? ¿Tienes un nuevo compañero de trabajo?”. Si tienen amigos, constantemente buscan motivos para recelar de su lealtad y fidelidad, apareciendo dudas injustificadas: “¿Qué es lo que os provocaba tanta risita a Álvaro y a ti? ¿Hablabais de mí?”. Lo peor es que, estos sujetos, a pesar de los razonamientos de pareja, familiares y amigos para convencerlos de que sus recelos no tienen razón de ser o son desproporcionados, tienden a creerse las grandes traiciones y desprecios que se han imaginado y, además, van más allá: se muestran rencorosos durante mucho tiempo.

Al interpretar las reacciones de los demás como amenazantes, estas personas pueden verse envueltas en pleitos legales iniciados por una sospecha injustificada en relación a compañeros de trabajo, vecinos de la propia comunidad, etc.

Además, pueden responder a las supuestas malas intenciones de los otros con comportamientos hostiles, obstinación y/o sarcasmo, actitudes que pueden, a su vez, provocar una reacción hostil real en los demás. Esta reacción hostil de las personas con las que se relaciona acaba confirmando sus propias sospechas: “todo el mundo me deja de lado”, “no te puedes fiar de nadie”, “siempre me atacan”, “todos son desconsiderados conmigo”, etc. El individuo con este trastorno no se da cuenta de que está siendo atacado porque él atacó primero, le dejan de lado porque él ha rechazado antes, los que son desconsiderados con él lo son porque él lo ha sido anteriormente… Y es que las supuestas malas intenciones de los demás no son más que el resultado de sus propias proyecciones.

De todas formas cabe decir que, a veces, el sujeto con este problema se da cuenta de que tiene características de personalidad que las personas de su entorno consideran patológicas, aunque él no las perciba como tales. Él no relaciona su malestar con su propia persona, pues los rasgos de personalidad son egosintónicos (como ya insinuamos en el post sobre el trastorno narcisista de la personalidad). De hecho, percibe su malestar como algo inevitable y piensa que son los otros los que creen que tiene un problema. En estos casos, para evitar el rechazo, el individuo con este trastorno esconde su gran recelo. Sin embargo, aún así, no será capaz de evitar el sufrimiento: se mostrará reservado y frío pero, detrás de este “coger distancia de los demás”, seguirá habiendo una gran desconfianza.

Conviene diferenciar la desconfianza como rasgo no patológico

No todas las personas que tienden a desconfiar tienen un trastorno paranoide de la personalidad. El límite entre rasgo y trastorno está determinado por el grado de malestar e interferencia en la vida diaria del sujeto. En concreto, si una persona es desconfiada hasta el punto de sentirse recelosa con las personas más cercanas, creyendo que la desprecian, la humillan, la quieren traicionar y quieren aprovecharse de ella, de manera que aparece un gran sufrimiento (el rasgo de la desconfianza se vuelve desadaptativo), entonces hablamos de trastorno. En estos casos, es necesario que esta persona siga un tratamiento que le ayude a recuperar la funcionalidad de sus rasgos de personalidad.

Acerca de Marta Comadran

Psicóloga (itinerario Psicología Clínica y de la Salud) y Bióloga Sanitaria. Consulta privada de terapia y apoyo psicológico en Mollet del Vallés (muy cerca de Barcelona). También servicio online, en www.martacomadran.com. Tenéis más información en las pestañas "Sobre mí" y "Contacto"de mi blog.
Esta entrada fue publicada en Personalidad y etiquetada , , , , . Guarda el enlace permanente.

2 respuestas a Trastorno paranoide de la personalidad: «No te puedes fiar de nadie»

  1. maria carmen tena loren dijo:

    tengo una compañera paranoica que vá diciendo que le he amargado la vida pues estoy liada con su marido , a quien no conozco , he optado por no saludarla e ignorarla , pero ella sigue buscándome , siempre piensa que quiero perjudicarla y me culpa de todo lo malo que le pasa a mí , yo la rehuyo e ignoro , ¿ hago bien ?

  2. Hola Maria Carmen,

    Para recibir consejo/asesoramiento personalizado, puedes dirigirte a mi web profesional martacomadran.com

    Saludos

Deja un comentario