Casi todos los días y ya desde niños experimentamos influencias negativas en nuestras vidas. A lo largo de nuestros años de formación se nos dice que NO muchísimas veces: ‘no puedes hacer eso “o” no puedes tener eso “. Nos dan lecciones acerca de los males de nuestro mundo y muchos aspectos negativos de la vida son constantemente reforzados en la escuela y en el hogar. No es de extrañarse que con el tiempo y ya siendo adultos, nos inclinemos hacia lo negativo y no a lo positivo. Por supuesto que hay algunas excepciones, – pero generalmente esperamos experimentar más las influencias externas negativas que las influencias externas positivas.
Una vez que llegamos a nuestra edad adulta, la mayoría de nosotros leemos periódicos, vemos las noticias por televisión y escuchamos la radio. La mayoría de los temas se refieren a la guerra, la hambruna, el crimen y todo tipo de delincuencia y violencia. Sería tonto ignorar todas estas cosas ya que es el mundo en el cual vivimos y no vamos a fingir que estamos en una especie de tierra positiva de fantasía. Nosotros tenemos el control sobre cómo estas influencias negativas nos afectan y con qué frecuencia nos exponemos a ellas.
¿Has notado cómo una persona se muestra visiblemente apenada al saber que una inundación en algún país extranjero ha causado cientos de muertes, mientras que otra persona no reacciona en absoluto? Todo se basa en la forma en cómo procesamos la información cuando escuchamos sobre tal evento o desastre. Ciertamente, debemos tener compasión por las personas que han perdido sus vidas o sus familias, pero si no tenemos un efecto directo sobre la situación de esas personas, lo máximo que se obtendrá de un pensamiento profundo, probablemente será la desesperación y el cinismo. No debemos pasar mucho tiempo preocupándonos por cosas sobre las cuales no tenemos control.
Eso puede parecer un poco indiferente, y hay excepciones como tener familiares luchando en una guerra, pero la realidad para la mayoría de nosotros es que no podemos pasar tanto tiempo preocupándonos por todo lo que sucede en el resto del mundo hasta el punto de que su efecto sea devastador para nosotros y nuestra familia – además es muy poco lo que podemos hacer para solucionar o cambiar las cosas. Tú tienes el control sobre tu mundo – tú NO tienes el control sobre un evento que ocurrió ayer en China o en Europa.
Tenemos derecho a preocuparnos y sentir compasión, pero también tiene sentido que cuidemos de nosotros mismos, de nuestra familia y amigos, ya que estas son las personas que podemos influenciar de muchas maneras positivas. Compartir una hora con tu familia en lugar de leer el periódico o ver las noticias de televisión puede tener un efecto importante sobre todos los involucrados. Salir a caminar alrededor de tu bloque en lugar de leer la última revista de celebridades será mucho más saludable – tanto física como mentalmente.
Prueba esto en algún momento. Elimina de tu vida por un par de semanas y por completo todas las noticias negativas de radio, televisión e impresas y verás cómo tu mente y tu visión general sobre la vida se aclara y se vuelve más positiva.