domingo, 14 de noviembre de 2010

Salud Mental

Salud Mental

Es la manera como se conoce, en términos generales, el estado de equilibrio entre una persona y su entorno socio-cultural lo que garantiza su participación laboral, intelectual y de relaciones para alcanzar un bienestar y calidad de vida. Es analogía de lo que se conoce como “salud o estado físico”, pero en lo que se refiere a esta existen dimensiones  más complejas que el funcionamiento orgánico y físico del individuo. Este tipo de salud ha sido definida de múltiples formas por estudiosos de diferentes culturas. Lo conceptos que en esta se describen, incluyen el bienestar subjetivo, la autonomía y potencial emocional, entre otros. Sin embargo, las precisiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) establecen que no existe una definición oficial sobre lo que es en realidad la salud mental y que cualquier definición al respecto estará siempre influenciada por diferencias culturales, asunciones subjetivas, disputas entre teorías profesionales y demás. Manera también, como las personas relacionan su entorno con la realidad.

Aspectos psicologicos sanos

Desde las teorías psicodinámicas se postula que la salud mental así como los aspectos patológicos son partes constitutivas de todo individuo. La constitución personal de cada sujeto implica capacidades o aspectos sanos y otros anómalos, siendo la proporción de los mismos, variable entre personas. La capacidad para tolerar la frustración una sana que permitiría al individuo el inicio del proceso de pensamiento y comprensión del mundo y de sí mismo. La función del pensamiento sería la base de la salud mental. Esta se ve favorecida por un ambiente de contención que permite tolerar la frustración e iniciar el desarrollo del aparato mental.

Trastornos mentales

Son afecciones o síndromes psíquicos y comporta mentales. Son causa de angustia y deterioro en importantes áreas del funcionamiento mental, afectando el equilibrio emocional, el rendimiento intelectual y al comportamiento adaptativo. En la mayoría de los casos de este tipo son provocados por la publicidad que para los jóvenes tiene gran importancia su integración en el grupo de iguales, y para ello se sienten obligados a aceptar los patrones sociales que impone su grupo de referencia. Esto les hace especialmente vulnerables a cualquier influencia que les proponga una mayor aceptación dentro del grupo.
Como han puesto de manifiesto diferentes investigaciones, los medios de comunicación han adquirido en los últimos años un papel relevante en los procesos de socialización de los jóvenes, en la transmisión de valores y actitudes sociales.
Para confirmarlo, basta constatar un hecho esclarecedor, como es el que los propios jóvenes atribuyen a estos medios una importancia en su socialización superior, incluso, a la de instituciones que, como los centros educativos, han tenido tradicionalmente un papel central en los procesos socializadores (Elzo, 1999).

La publicidad, igual que lo hacen los medios de comunicación, proyecta una visión estereotipada de los jóvenes, que aparecen despreocupados y divertidos, pendientes de su imagen personal. Se trata de una imagen sesgada, muy alejada de la diversidad que caracteriza al universo juvenil, de las diferentes maneras de sentir y actuar de los jóvenes. Pese a ello, en la medida en que la publicidad sobre representa esa imagen simplificada de los jóvenes, la refuerza y acaba convirtiéndola en el referente indiscutible para muchos. De hecho, esta visión estereotipada es aceptada como propia por unos jóvenes, que perciben que ese es el modelo con el cual la sociedad espera que se identifiquen.

En un contexto histórico donde los referentes culturales tradicionales (la religión, la política, los ideales colectivos, etc.) han perdido influencia, la publicidad y los medios de comunicación ofrecen a los jóvenes una imagen con la que identificarse.
Ser joven significa actuar y posicionarse tal y como estas instancias nos muestran que piensan, sienten y se comportan los jóvenes. Esta identificación con los modelos juveniles fortalece en los jóvenes la vivencia de “normalidad”, un elemento central en la cultura juvenil, íntimamente ligado a los procesos de integración social. En la medida en que los jóvenes actúan como creen lo hacen los demás jóvenes se sienten más aceptados e integrados.
La influencia de la publicidad en la configuración de los referentes valorativos es ejercida en la medida en que, en la traslación de una determinada visión del universo juvenil, enfatiza un cierto tipo de valores (presentistas, pragmáticos y hedonistas), que son los más funcionales a los objetivos de la publicidad: favorecer el consumo de bienes y servicios, estimulando el interés y el deseo por los mismos.
La sobrerrepresentación de estos valores provoca que los jóvenes tiendan a identificarse más con ellos, desplazando a posiciones secundarias a otros, y a que se refuerce el propio estereotipo de lo que significa ser y actuar como un joven. De esta manera la publicidad contribuye decididamente a que se consoliden determinadas actitudes y comportamientos.

La afección de la publicidad en los adolescentes
Los medios de comunicación tienen una gran incidencia en la socialización de los jóvenes, pero transmiten una imagen estereotipada de los mismos, en la que predominan los  divertidos, dinámicos y superficiales.  Esta imagen acaba siendo asumida por los propios jóvenes. También la publicidad hace uso de estereotipos para reforzar sus mensajes comerciales.
Esta imagen colectiva no siempre coincide con la imagen, en muchos casos negativa, que cada joven tiene de sí mismo. Se genera así un conflicto entre lo que se quiere ser  y lo que se piensa que se es, que entre los jóvenes más inseguros puede dificultar una formación equilibrada de su personalidad. La publicidad es una forma destinada a difundir o informar al público sobre un bien o servicio a través de los medios de comunicación con el objetivo de motivar al público hacia una acción de consumo.
Se ha comprobado la eficacia de la publicidad en la acción comercial de la empresa, sobre todo los efectos de ésta en función de la demanda de productos; pero la publicidad, lejos del carácter estrictamente cuantitativo, nos permite sobrepasar del análisis meramente económico y percibirla como un fenómeno social íntimamente ligado a las sociedades capitalistas, con importantes repercusiones sobre la forma de comportamiento de los individuos. La publicidad influye en la vida cotidiana de todos, en especial en los adolescentes ya que son más vulnerables a ésta.
Publicitar es hacer público un mensaje sobre algo o alguien con carácter comercial. Sus principales objetivos son atención, interés, deseo y acción por parte de quien esté recibiendo la publicidad. Se calcula que los individuos reciben al cabo del día alrededor de 250 impactos publicitarios. Existen diferentes tipos de anuncios algunos se caracterizan por la suavidad con la que emiten sus mensajes, mientras que otros apelan al imperativo, o apelan a los sentidos, la razón, la emoción. Algunos utilizan la imagen como principal elemento, mientras que otros utilizan el texto.
Pero todos tienen algo en común, todos presentan algo (un producto, un servicio, una idea) que quieren que el consumidor adquiera a cambio de un precio. La idea es persuadir al consumidor y no tienen en cuenta que en muchos casos los futuros consumidores pueden ser adolescentes. O que es peor lo tiene en cuenta y saben que son los más fáciles de convencer. Por esto dan mensajes confusos y muchas veces hasta con un doble sentido.
En el mundo globalizado y consumista que se vive actualmente, la publicidad se torna inconscientemente, una imponedora de costumbres, cultura, generadora de materialismo y discriminación. Pero detrás de esto, hay un estudio cauteloso descubriendo los deseos de las personas, los medios que consumen y sus hábitos de vida. Seguidamente procesan un mensaje para su público objetivo y de esta manera conllevan a los mismos a que consuman su marca y logren ser fieles a esta. El uso del tabaco, alcohol y el sexo son algunos de los temas que más preocupan y se hace hincapié en las publicidades actuales. Si bien la industria del tabaco asegura que el propósito exclusivo de la publicidad es mantener y aumentar las cuotas potenciales de mercado entre las personas adultas ya consumidoras.
Sin embargo en las publicidades que aparecen asiduamente en los medios masivos de comunicación no aparentan lo mismo. Ya que dan a entender que si no se consume tabaco, 'no perteneces'. Como es el caso de la marca Marlboro que organiza una vez por año una fiesta electrónica (Mextronica) donde se aclara que es un evento únicamente para fumadores. Eligen un marketing del entretenimiento para atraer más público sin medir que los adolescentes empiecen a consumir cigarrillos por el simple hecho de poder participar del evento, y así luego se conviertan en futuros fumadores. Si bien la publicidad del tabaco no tiene como objetivo principal llegar al público joven se hace inevitable que esto suceda.
Claro que no todos los mensajes publicitarios presentan recomendaciones negativas, hay muchos otros que pueden ayudarnos o incitarnos a comenzar con una alimentación balanceada, otros tantos nos conllevan a iniciar una rutina en la que nos ejercitemos diariamente, por lo menos treinta minutos, otros nos muestran la importancia de tomar agua, de ir al doctor, entre muchos otros.
Hoy en día no podemos negar la gran influencia de la publicidad en nuestras vidas, se podría decir y afirmar que la juventud de ahora es producto, en gran parte, del efecto publicitario al que se ha expuesto, lo que nos lleva a deducir un contexto a futuro, en el que las nuevas generaciones llegarán a ser influenciadas en un cien por ciento por la publicidad.
En primer mandamiento de la moda dicta: “sé esbelta y triunfarás”, visto desde cualquier perspectiva mantener la línea representaría la clave del éxito, pero ¿Qué implica ser delgado? ¿Cuál sería la figura ideal? ¿Cómo saberlo? ¿Será esto el sinónimo de salud mental?
Ahí surge el desconcierto y surgen los límites en lo que constituye la salud mental o la lucha por mantener el bienestar físico y la auto aceptación.
La presión emocional ejercida por el bombardeo de información, origina una terrible ansiedad. La publicidad dirigida al adolescente adopta temáticas que responden a aspectos esenciales de su vida. Por eso, hoy en día, no es casual ver que los anuncios exploten cada vez más la problemática de los más jóvenes a partir de la amistad, la libertad, la autenticidad, el amor y el respeto. Se recrean vivencias comunes e ideales que ellos atraviesan en algún momento de esta etapa.

La mayoría de los anuncios publicitarios prometen:
  • Bienestar, euforia, belleza, felicidad.
  • Familia, compañía.
  • Éxito, poder, riqueza, dominio, fama.
  • Amor, sexo, erotismo.
  • Integración social, amistad, bondad.
  • Aventura, nuevas experiencias.
  • Dureza, agresividad.
  • Diversión, ocio.
Es por eso que muchas personas siguen este patrón de vida, obtienen y actúan en la manera en la que los estereotipos se desenvuelven en su entorno –según nos lo presentan-. Un problema importante que puede crear la publicidad está relacionado con el tiempo y el material que se presenta a los jóvenes. Este material ayuda a organizar e interpretar experiencias y en consecuencia a crear una propia imagen del mundo. Pero hay que tener cuidado para no llegar a interpretaciones erróneas inducidas por la publicidad, pues esto generaría muchos obstáculos en la vida cotidiana.

En otro orden de cosas, se da la siguiente contradicción: que la publicidad tenga un campo tan inmenso dirigido a los jóvenes dado el poco poder adquisitivo que éstos tienen. A veces los jóvenes se ven obligados a adoptar patrones de modas alternativas al no poder obtener determinados productos, lo que se puede interpretar como una actitud de rebeldía hacia aquello que les resulta inalcanzable. (Ejemplos en las “tribus urbanas” caracterizadas por vestimentas y pautas de comportamiento propias y en ocasiones, en oposición al conjunto de la sociedad en que vivimos).

Es muy importante que los jóvenes sean conscientes de su papel como consumidores. Es necesario desarrollar recursos para que los chicos puedan informarse sobre el fenómeno publicitario de modo que puedan combatir y mostrarse más críticos ante el volumen y contenido de esta continua lluvia publicitaria.
Muchos comerciales, tanto televisivos como de la radio, por ejemplo, pueden ser fácilmente identificados por los adolescentes y los adultos. Otros son más difíciles de identificar. Los adolescentes afirman que no se ven influenciados por los anuncios; sin embargo, la verdad es que puede que no se percaten de por qué piensan que algo es "buenísimo" o deseable.
Mucha de la publicidad que consumen los adolescentes está diseñada para provocarles las ganas de tener cosas. Los anuncios tratan de captar la atención de su adolescente, convenciéndolo de que sienta algo -- inclusive miedo o intimidación -- y que actúe en consecuencia. Como padres, ustedes también enfrentan el mismo reto: ustedes también buscan que su hijo sienta algo -- pero en este caso, que sienta confianza y que adquiera información -- y que actúe pensando en forma independiente. No obstante la omnipresencia de la publicidad, ustedes pueden seguir los siguientes pasos para limitar su influencia en la vida del adolescente.
La publicidad es uno de los ejes más importantes para la venta de un producto, según como sea su presentación puede ejercer influencia en el comportamiento determinado de una sociedad, ya que para llevarla a cabo se utilizan métodos cuestionables, que afectan el inconsciente de las personas y las llevan a tomar actitudes y conductas que de otra manera no podrían tener, y así se van fomentando los problemas de adicción, etc.
Para los jóvenes tiene gran importancia su integración en el grupo de iguales, y para ello se sienten obligados a aceptar los patrones sociales que impone su grupo de referencia. Esto les hace especialmente vulnerables a cualquier influencia que les proponga una mayor aceptación dentro del grupo que les promueve cierta aceptación.
Los medios de comunicación tienen una gran incidencia en la socialización de los jóvenes, pero transmiten una imagen estereotipada de los mismos, en la que predominan los  divertidos, dinámicos y superficiales.  Esta imagen acaba siendo asumida por los propios jóvenes. También la publicidad hace uso de estereotipos para reforzar sus mensajes comerciales, los cuales funcionan en casi todos los adolescentes y algunos adultos, pues se sienten identificados con ellos.
Esta imagen colectiva no siempre coincide con la imagen, en muchos casos negativa, que cada joven tiene de sí mismo. Se genera así un conflicto entre lo que se quiere ser  y lo que se piensa que se es, que entre los jóvenes más inseguros puede dificultar una formación equilibrada de su personalidad.
Se critica la publicidad pero, a la hora de consumir, nos sentimos influidos por ella. El grado de respuesta crítica a la publicidad depende, en buena medida, del grado de formación y alfabetización audiovisual de los receptores.
  • Es indudable que la publicidad, como actividad comercial pagada por una empresa anunciante, escoge y multiplica aquellos valores que le interesa destacar y desecha los que no favorecen su estrategia persuasiva.
  • En general, los jóvenes aparecen con más frecuencia en los anuncios publicitarios que otros grupos sociales, y hacia ellos se dirigen también buena parte de estos mensajes.
  • En una investigación realizada por la Fundación de Ayuda a la Drogadicción (FAD) se pone de manifiesto que, en los anuncios dirigidos a los jóvenes, aparecen destacados valores como el consumismo, hedonismo, independencia, transgresión, prestigio, aventura…mientras que están escasamente representados otros como compromiso, amistad, esfuerzo, solidaridad, etc.
  • En publicidad, la juventud es un valor que vende bien. Los jóvenes que aparecen en ella responden a un estereotipo de jóvenes divertidos, dinámicos, guapos, triunfadores y seductores: un canon difícil de alcanzar. Se nos propone una estética corporal que destaca la delgadez, para ellas, o los cuerpos atléticos, en el caso de ellos.
  • Las encuestas muestran que buena parte de los adolescentes no se consideran a gusto con su imagen. Un 50% de ellos se consideran gordo, siendo las chicas las más afectadas por esta imagen negativa. El afán de muchos jóvenes por responder a esos estereotipos les lleva, en muchos casos, a adoptar hábitos y actitudes que a veces atentan contra su propia integridad física. Enfermedades como la anorexia y la vigorexía son cada vez más habituales entre los adolescentes.
  • Aunque ha aumentado en los últimos años el número de varones afectados por la anorexia, siguen siendo las chicas, en una proporción de uno a diez, las que más la sufren.
  • En publicidad  la imagen de los chicos está más ligada a la eficacia o la figura atlética, por ello una  enfermedad  que empieza a detectarse ahora es la es la vigorexía, un afán desmedido por adquirir un cuerpo de aspecto atlético.
  • Algunas agencias publicitarias han aprovechado el rechazo que la promoción de estos estereotipos provocan en ciertos sectores de la población, para utilizar valores alternativos, éste es el caso de la campaña emprendida por la agencia Ogilvy para la marca de cosméticos Dove, y que ha titulado como “campaña por la belleza real”. En ella se apela a la estética de supuestas mujeres corrientes, que se salen de los cánones de artificial juventud, delgadez y perfección corporal, que promueven la mayoría de los medios de comunicación

La publicidad buena:

  • Aquella cuyo objetivo principal no es económico, sino formativo.
  • La que va dirigida al público general y no a segmentos de mercado concretos (como niños, ancianos, personas con determinado status económico, etc.) de forma que cualquier destinatario de la publicidad pueda identificarse con el mensaje y no sentirse discriminado por no pertenecer a ese determinado segmento de la población o categoría social.
  • La de productos que son buenos y además, logra que recuerdes su nombre.
  • La que se dirige a ti con respeto y te considera un ser con cierto nivel de inteligencia.
  • La atrevida. Ejemplos: la que se aleja de los estereotipos e intenta innovar, poniendo por ejemplo mujeres al volante de coches, hombres lavando la ropa…
  • Aquella cuyo objetivo sincero y real es mejorar la vida de las personas. Ejemplos: O.N.G’s, organizaciones de ayuda, campañas de tráfico que te recuerdan que conducir como un loco hará que te mueras o mates a otros, etc.
  • Aquella cuyo objetivo sincero es difundir, propagar, divulgar conocimiento útil para concienciarnos de que es nuestra responsabilidad cuidar el medio ambiente y no abusar de los recursos que nos ofrece el planeta Tierra. Ejemplos: Campañas para ahorro de energía, de agua, etc.
  • La que se ríe de sí misma. Ocurre igual que con las personas: desconfía de una persona tan seria que no es capaz de reírse de sí misma.
  • La que te hace sentir bien, como por ejemplo:
  • La que utiliza el humor, de manera que cumple un buen propósito aunque no logre el principal que es vender el producto.
  • La que utiliza buena música, y aunque no te interese el producto puedes simplemente cerrar los ojos y disfrutar de la melodía.
  • La que muestra claramente todas las virtudes y prestaciones de una forma exacta y clara.
  • La del boca a boca, que hace un consumidor satisfecho
  • La que otras personas, empresas o instituciones hacen de tu producto de una forma totalmente altruista.
La publicidad mala:

  • La dirigida a personas fácilmente influenciables por no estar en posesión de plenas facultades como son por ejemplo niños cuyo cerebro todavía no ha alcanzado la madurez, o personas mayores cuyas facultades puedan estar mermadas a causa de su edad.
  • La que exagera las cualidades, propiedades, resultados y consecuencias del uso del producto. Ejemplos: productos de limpieza que con una pasada y sin frotar dejan todo híper-reluciente y brillante, uso de actores barbilampiños y con piel tipo culito de bebé para anunciar lo bien apurada que te deja la cara si usas tal marca de cuchilla de afeitar…
  • Las que muestran situaciones irreales que favorecen o persiguen directamente la creación de asociaciones incorrectas de ideas en el consumidor. Ejemplos: Los productos cosméticos que NO rejuvenecen y NO curan nada, que NO harán que ligues más. Las bebidas energéticas que NO harán que saltes con éxito un puente levadizo separado 10 metros. Los productos “mágicos” para hacer deporte mientras ves la T.V o planchas que NO lograrán modelar una esbelta figura mientras no hagas gimnasia de verdad y comas como es debido.
  • La que esconde más cosas de las que muestra. Ejemplo: anuncios de tabaco, que esconden que consumir tabaco crea más adicción que consumir otras drogas duras no legales, y que también esconden los cientos de de sustancias tóxicas en cada cigarrillo y solamente muestran el glamour que uno atraerá fumando su marca -y digo glamour porque sabor no creo que puedan vender a juzgar por la pestilencia del humo que se desprende del p*t* cigarrillo de los c*j*n*s.
  • La originada a modo de”lavado de imagen” después de que algún escándalo haya conmocionado a la opinión pública. Ejemplo: las empresas que dañan el medio ambiente o los derechos fundamentales de las personas y que suelen operar “silenciosamente”, alzando la voz en forma de publicidad únicamente cuando algún asunto se les va de las manos.
  • La que te hace sentir mal. Los publicistas saben muy bien que la persona feliz no compra.
  • La que ensalza y promueve malas actitudes como la envidia, violencia, egoísmo, competición, etc.
  • La que muestra actitudes violentas, peligrosas, inmorales… (Que sin duda muchos tratarán de imitar).
  • La publicidad engañosa (la que atrae con artimañas y engaños o contiene “letra pequeña”)
  • La que es tan “inteligente” que se hace difícil de entender y por tanto te hace sentir tonto o que te están tomando el pelo.
  • La que no refleja el mundo real, sino una burda imitación idealizada donde todas las personas son guapas, jóvenes, con éxito y nunca…nunca…se mueren.
  • La de productos malos que no se venderían si no se publicitaran.
  • La que usa técnicas subliminales para manipular nuestro subconsciente. Son técnicas de probado funcionamiento que están prohibidas pero que siguen usándose.
  • La camuflada, que cual caballo de Troya, nos influye cuando tenemos bajada la guardia al no tener la sensación de estar expuestos a publicidad. Ejemplo: Uso estudiado de diálogos y planos en películas, series de T.V y programas para promocionar algún producto o idea.
  • La que hace buenos anuncios de productos que no conviene consumir o son malos
  • La que graba su mensaje en tu mente por repetición obsesiva en lugar de lograr que lo recordemos en base a la calidad de ese anuncio.
  • La impuesta por estar ubicada en lugares y medios en los que no debiera estar (en informativos de T.V, en el cine donde has pagado una entrada para ver una película y no publicidad)
  • La inesperada (como la que te ponen en el parabrisas del coche -y además no hay una papelera cerca donde deshacerse de ella-)
  • La que aparece en momentos inadecuados.
  • La masiva, como el spam y las cartas cadena de Internet, los SMS en los móviles, el “buzoneo” diario de panfletos en tu buzón (que merma en un 10% la capacidad de tu depósito contenedor de basura.)
  • El adoctrinamiento, es decir, la manipulación para hacerte creer en determinadas ideas.
  • La religión: una de las peores formas de publicitar creencias y doctrinas con la finalidad de controlar tu comportamiento en base a recompensas basadas en humo presente o futuro
  • La que pese a tu capacidad de razonar, logra que compres lo que no necesitas. Ejemplos: tu segundo coche, tu segunda casa, el nuevo teléfono móvil (celular en América) que tiene tantas funciones que encontrar la tecla para llamar es dificilísimo, el nuevo chicle sabor lima-limón que aparte de su excitante sabor, blanquea los dientes, ayuda a hacer la digestión y hace que tu caca huela mejor.

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