martes, 28 de enero de 2014

Para el carro

Venga, lo podéis tomar como un juego.

El grupo franco-americano Hold your horses! (banda a la que he llegado por casualidad) realizó un vídeo muy divertido en el que se pueden apreciar varias obras de arte, la mayoría muy conocidas. ¿Os animáis a identificar alguna? ¡Hay veinticinco!

Como dirían los más pequeños... ¡No vale hacer trampas!




Actualizado (29/01/2014):

Mis habituales lectores ya han tenido la oportunidad de dar sus respuestas y quedarse con la duda de algunas respuestas. Así que aquí he les dejo con este diaporama con las "soluciones". Espero que hayáis pasado un rato agradable con este "juego" que puede ser de utilidad para su uso en el aula por el profesorado de arte o para cualquiera que disfrute con los retos.



En: Música

domingo, 26 de enero de 2014

La imagen de las cosas, no las cosas en sí.

El futuro emperador se dormirá con las luces crepusculares incidiendo en las pinturas de Wang Fô. Las luces del alba le darán, cada mañana, una visión clara del mundo a través de su obra. El futuro emperador conocerá la imagen de la realidad, una imagen que el gran Wang Fô ha conformado en la cámara donde ningún mortal puede entrar salvo el futuro emperador. Cuando, transcurridos diez años, descubra la realidad, el futuro emperador la odiará y a quien la ha creado.

Como en el mito de la caverna, lo que se conocerá son las sombras. Pero esas sombras son bellos reflejos de unas ideas que en realidad son detestables.

Ahora Wang Fô ha sido condenado a muerte.



René Laloux adoptará un relato de Margueritte Yourcenar para crear este cortometraje, surgido a la sombra de un proyecto de mayor envergadura, Gandahar (1988). Cómo se salvó Wang Fô (1987) contó también con la colaboración del historietista Philippe Caza, que acompañó a Laloux en sus últimas producciones. Las reflexiones que alberga esta animación, sin embargo, no la hacen una obra menor. Más bien al contrario: supone una pequeña joya por descubrir.

En: Cortometrajes

sábado, 18 de enero de 2014

La invención del cinematógrafo

Dibujante, pintor y animador, el polaco Tomasz Bagiński (n. 1976) no es, desde luego, un recién llegado en esto de la animación. Abandonó sus estudios de arquitectura para dedicarse a hacer cortometrajes. A los 22 años recibió el elogio de la crítica por su primera película estudiantil, Rain (1998). Sin embargo, fue con su siguiente cortometraje por el que fue internacionalmente reconocido: Katedra (La catedral, 2002). Película que a mí me dejó indiferente, sin embargo. Más interesante me pareció Fallen Art (2004), pero no hasta el punto de continuar siguiéndole la pista. El otro día, sin embargo, volví a ver un cortometraje suyo que sí me ha parecido interesante, El cinematógrafo (Kinematograf, 2009).

Estamos a finales del siglo XIX. Francis, un inventor autodidacta, vive en una gran casa junto a su amante esposa. Particularmente, vive obsesionado con la invención de uno en el que vuelca todos sus desvelos, sus obsesiones perfeccionistas, su amor por el detalle. Su máquina debe ser capaz de grabar la realidad, y ésta es un compendio de formas, colores y sonidos. La invención del cinematógrafo le distrae de todo, le frustran los errores de su máquina y vuelca en ella el sueño de la felicidad. Mientras tanto, la vida transcurre en este pequeño pueblo donde nadie conoce a su genial aunque anónimo ciudadano.

Algo ocurrirá, una desgracia. La máquina funciona, pero el sueño de la felicidad no se ha cumplido. Fuera, en las calles, alguien anuncia el invento de los hermanos Lumière.



En: Cortometrajes

jueves, 16 de enero de 2014

Las vanidades de Kevin Best II

Como complemento a la entrada del otro día, considero interesante traer a la luz los lienzos flamencos que han servido de inspiración para la composición fotográfica de Kevin Best.

La referencia más clara la tenemos en el autorretrato de David Bailly, que ya figuraba en mi álbum. No se trata de jugar a buscar las diferencias. La intención de Best es crear una vanitas a partir de los elementos de su colección, servirse del lienzo original flamenco, compartir sus reflexiones, y crear una obra nueva, cargada de un fino sentido del humor.

Autorretrato con los símbolos de la Vanitas, 1651
Autorretrato con los símbolos de la vanitas, David Bailly

Self Portrait with vanitas symbols (after David Bailly)
Self portrait with vanitas symbols (after David Bailly), Kevin Best

El especialista en bodegones Pieter Claesz también ha servido de modelo para la cámara del fotógrafo neozelandés. En esta primera muestra, podemos ver también un autorretrato de sus respectivos autores reflejado en la esfera.

Vanitas with Violin and Glass Ball, ca. 1628
Vanitas with Violin and Glass Ball, atribuido a Pieter Claesz

Musical Vanitas - after Pieter Claesz
Musical Vanitas - after Pieter Claesz, Kevin Best

Asimismo, también se servirá de Claesz para la reinterpretación de esta vanitas donde la llama arde y la flor conserva aún sus llamativos colores.

Vanitas - Still Life (Pieter Claesz, 1625)
Vanitas - Still Life, Pieter Claesz

Vanitas (after Pieter Claesz)
Vanitas after Pieter Claesz, Kevin Best

El trampantojo (trompe l'œil, en francés) de Cornelis N. Gysbrechts también ha sido recreado por Kevin Best. Ya hemos hablado de los trampantojos en alguna ocasión, y sin duda, el de Hans Holbein es la obra maestra, como ya vimos aquí. El de Gysbrechts es también notable, haciendo creer que el lienzo es sólo la parte central que se despega de una tabla sobra la que se apoyan otros objetos.

Trompe l'oeil with Studio Wall and Vanitas Still Life, 1668
Trompe l'oeil with Studio Wall and Vanitas Still Life, Cornelius Norbertus Gijsbrechts

Vanitas Still Life in the style of Cornelius Gijsbrechts
Vanitas Still Life in the style of Cornelius Gijsbrechts, Kevin Best
Por último, traemos el famoso Retrato de Pompeius Occo, obra de Dirck Jacobsz. Kevin Best se autorretrata aunque el escudo de armas y los objetos que lo identifican poco tendrán que ver con los del mecenas flamenco-alemán.

Portrait of Pompeius Occo, ca. 1531)
Portrait of Pompeius Occo, Dirck Jacobsz

Self Portrait after Dirck Jacobsz
Self Portrait after Dirck Jacobsz, Kevin Best

En: Arte

miércoles, 15 de enero de 2014

Las vanidades de Kevin Best

El neozelandés Kevin Best (no confundir con el pintor australiano) es, en parte, un singular coleccionista. Copas de cristal Roemer, cuchillos de ágata y plata, delicada porcelana kraak, jarras de Westerwald, antiguos candelabros de bronce, instrumentos barrocos, copas de plata... que se suman a los demás objetos de joyería o carpintería que él mismo ha ido realizando.

Su afán coleccionista no es un fin en sí mismo. Está supeditado a una afición mayor. Su admiración por la Edad de Oro del Barroco holandés. Pero esta afición no hallaría espacio en este blog si, finalmente, no estuviera volcada en un arte que desarrolla como nadie: la fotografía. Extremadamente meticuloso en la composición, capta con fidelidad la luz de los lienzos originales y da un resultado absolutamente asombroso.

Os dejo con esta serie de vanidades, que datan de 2008 hasta hoy, en los que muchos reconoceréis guiños a originales flamencos, como el autorretrato que emula al que hizo David Bailly en el siglo XVII, entre otros.

© Kevin Best
Self Portrait with vanitas symbols (after David Bailly)

© Kevin Best
...to a flame

© Kevin Best
A Pair of Candlesticks

© Kevin Best
Vanitas Dome with Snails

© Kevin Best
Coral Reef Vanitas

© Kevin Best
Globe

© Kevin Best
Global Warming Vanitas

© Kevin Best
Global Warming Vanitas 2

© Kevin Best
Fallen - dutch still life

© Kevin Best
Insurance Policy

© Kevin Best
Requiem Still Life

© Kevin Best
Musical Vanitas (after Pieter Claesz)

© Kevin Best
Violin Vanitas

© Kevin Best
Skull and wattle

© Kevin Best
Burning candle and books (after Pieter Claesz)

© Kevin Best
Candle mirror still life

© Kevin Best
Vanitas (after Pieter Claesz) 

© Kevin Best
Skull ruff still life

© Kevin Best
.

© Kevin Best
Vanitas compendious

© Kevin Best
Vanitas still life

© Kevin Best
Vanitas Still Life with Pochette

© Kevin Best
Vanitas with hourglass

© Kevin Best
Vanitas Still Life in the style of Cornelius Gijsbrechts

© Kevin Best
Vanitas Niche

© Kevin Best
Triple Self Portrait

© Kevin Best
Tools of the Trade

© Kevin Best
Smoke Vanitas

© Kevin Best
Specimen

© Kevin Best
Still Life - Infinite Vanitas

© Kevin Best
The Future Eaters

© Kevin Best
Still Life with Capstan Candlestick and Baroque Violin

© Kevin Best
The Seven Ages of Man - Still Life

© Kevin Best
Still Life Vanitas Framed

© Kevin Best
Self Portrait (after Dirck Jacobsz - Pompeius Occo)

© Kevin Best
What if it ends in a draw?

© Kevin Best
Do-it-yourself Still Life Kit

lunes, 13 de enero de 2014

El laberinto de Piotr Kamler

Que me siento fascinado por los laberintos no es ninguna novedad, como bien sabréis los que visitáis habitualmente este blog. Es más, casi marcaron sus primeros pasos, aun titubeantes.


Labyrinthe

El animador polaco Piotr Kamler (Varsovia, 1936) se había graduado en la Academia de Bellas Artes de su ciudad natal en 1959 y seguidamente viajó a París, donde completaría sus estudios. A partir de 1960 y hasta 1974 se asoció con el Groupe de Recherches Musicales (GRM) del Instituto Nacional de Audiovisuales, que dirigía Pierre Schaeffer. Los cortometrajes realizados en esa fecha, de la que Labyrinthe (El laberinto, 1969) es una muestra clara, mostrarán por lo tanto una simbiosis perfecta entre la música electroacústica y la apuesta más radical de animación experimental. En este caso, la música acusmática de Bernard Parmegiani y un intrincado laberinto de formas oníricas, donde prevalece el rojo sanguinolento sobre fondo oscuro, donde las formas humanas son vislumbradas desde las fisuras del laberinto, y sufren el tormento de unas extrañas figuras que parecen células. Es tal vez el recorrido, absolutamente abstracto, del pensamiento por el intrincado sistema laberíntico de nuestro cuerpo, donde sensaciones, recuerdos y pensamientos humanos se comportan como virus nocivos para el funcionamiento del organismo.

miércoles, 8 de enero de 2014

El gris de Corot: concierto para dos mandolinas

Esta entrada habría que comenzarla por el final, dejando sonar la música de Vivaldi...

La mandolina ha sido un complemento recurrente en la obra de Jean-Baptiste Camille Corot (1796-1875). Aunque más conocido por sus paisajes, fue también un notable retratista. Sus retratos femeninos presentan un fondo aún romántico, definidos en la pose de las modelos y su mirada melancólica. Introduce elementos folclóricos y orientalizantes, aunque el trazo fragmentario y el uso del color lo acercan más a los impresionistas, de los que se considera un precursor.


Femme avec mandoline, ca. 1827
Femme avec mandoline, ca. 1827


Femme dedans a 'Toque' avec a mandoline, ca. 1850-1855
Femme dedans a 'Toque' avec a mandoline, ca. 1850-1855


L'atelier de Corot, ca. 1865
L'atelier de Corot, ca. 1865


L'atelier de Corot ou Jeune Femme dans une robe rouge, assis devant un chevalet, tenant un mandoline, ca. 1860
L'atelier de Corot, ca. 1860


L'atelier de Corot, ca. 1868
L'atelier de Corot, ca. 1868



La zingara, ca. 1865
La zingara, ca. 1865



Italienne assise jouant de la mandoline, ca. 1865-70
Italienne assise jouant de la mandoline, ca. 1865-70


Jeunes filles de Sparte, ca. 1868-1870
Jeunes filles de Sparte, ca. 1868-1870


Jeune bohémienne à la mandoline, ca. 1870
Jeune bohémienne à la mandoline, ca. 1870


Haydée o jeune fille en costume grec, ca. 1870-72
Haydée o jeune fille en costume grec, ca. 1870-72


The Cicada, ca. 1865-1875
The Cicada, ca. 1865-1875


Gitane à la mandoline, 1874
Gitane à la mandoline, 1874


De esta serie me he reservado uno, que sirvió de inspiración a Juan Gris (1887-1927). En esta revisión cubista apreciamos el contrapunto de líneas rectas y curvas, así como el juego de claroscuro, en el que destacan con fuerza los tonos ocres. Esta obra habría que analizarla junto a sus dos compañeras: Portrait de Madame Josette Gris (1916) y Femme assise (1917), pues comparten a la modelo, Josette, compañera sentimental de Juan Gris, y su inspiración: Corot. Es en esta época cuando Gris comenzó a interesarse por la reinterpretación de los clásicos, y cuando decidió mantenerse fiel al estilo cubista aun cuando el resto de sus contemporáneos lo fueron abandonando por adoptar otros estilos pictóricos.


Femme à la Mandoline (Camille Corot, ca. 1865-70)
Femme à la Mandoline, ca. 1865-70


Femme à la mandoline, d'après Corot (Juan Gris, 1916)
Femme à la mandoline, d'après Corot, 1916

Para terminar, os dejo con una sugerencia musical. Como no podía ser de otra manera, el Concierto para dos mandolinas, cuerda y bajo continuo en Sol mayor, RV 532, de Antonio Vivaldi.



En: Arte, Música