No hace falta saber cómo perdonar. Basta estar dispuesto a hacerlo, del cómo ya se ocupará el universo.
Pide ayuda. Dile a la vida lo que quieres y deja que suceda.
Si quieres que tu familia te ame y te acepte, entonces debes amarlos y aceptarlos tú a ellos.
El enfado es un mecanismo de defensa. Si estás a la defensiva es porque tienes miedo.
Cada vez que emites un juicio o una crítica, estás enviando algo que terminará por volver a ti.
Indaga en tu corazón en busca de las injusticias que aun recordando, perdónalas y deja que se vayan.
No puedes aprender las lecciones de los demás en su nombre. Todos deben hacer por sí mismos el trabajo, y así lo harán cuando es.
Adondequiera que vayas y con quienquiera que te encuentres, allí hallarás a tu propio amor esperándote.
Si no te amas total, entera y plenamente, es porque en algún momento aprendiste a no amarte. Pero puedes desaprenderlo. Empieza
Si esperamos a ser perfectos para amarnos a nosotros mismos, perderemos la vida entera. Ya somos perfectos, aquí y ahora.