A principios de año, trabaje con el equipo de Oxhho, de Community Manager, y redactando algunos artículos. Sin embargo por motivos personales y profesionales mi estadía en el grupo fue corta, a pesar de ello, les guardaba aprecio.
El día de hoy, buscando actualizar mi perfil de LinkedIn, y colocar algunos artículos de mi autoría, acudí a la página de Oxhho, en busca de esos viejos post que escribí con tanto cariño. Para mi sorpresa, los mismos tienen de nombre a otro autor (el fundador de la página). Hechos como estos, dan mucho de que hablar del profesionalismo.
Estoy sumamente decepcionada, Venezuela necesita jóvenes con valores, ética y honestidad. Este tipo de cosas solo destruyen más a la sociedad.
Estos son aprendizajes en la vida de un comunicador social. Comparto esta experiencia para que mis colegas tomen previsiones antes de colaborar con terceros.
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