En estos últimos años y debido al desarrollo tecnológico presente en nuestros días, la aparición de aparatos tecnológicos ha creado una facilidad indudable a la hora de comunicarnos. Poco a poco los expertos en la materia, han ido creando o mejorando aplicaciones de ordenadores, móviles (servicios de mensajería, redes, etc.…) con el fin de "mejorar" nuestra calidad de vida.
Está claro que todos nos hemos hecho con el hábito de utilizar estas nuevas tecnologías ya que en la mayoría de los casos resulta muy fácil y muy barato comunicarse a través de ella pero… ¿Corremos el riesgo de hacernos adictos a ello?
La aparición de este tipo de aparatos ha creado una gran polémica, sobretodo en la educación de nuestras futuras generaciones.
Numerosos estudios han demostrado que los adolescentes de estos últimos tiempos, gastan la mayor parte de tu tiempo frente a la pantalla de un ordenador, un móvil y llegan a ser realmente adictos a los vídeos juegos o videoconsolas ¿Gozan de una vida saludable? ¿Acaso llegan a diferenciar entre la vida virtual y física?
El hacer cualquier actividad física se ha ido sustituyendo por desgastar nuestros dedos tecleando frente a un monitor. Los padres deberían de preocuparse cuando sus hijos pasen demasiado tiempo en este tipo de videojuegos, redes sociales, etc. Cuando ya es demasiado tarde, estos Niños o adolescentes ya habrán perdido el sentido del equilibrio y se mostrarán distantes y fríos.
Las dotes de comunicación en persona se desgastan creando un mundo paralelo al que realmente pertenecemos.
¿Cómo debemos solventar este problema? Un apoyo moral por parte de los padres es indispensable. Debemos animar e incitar a nuestros hijos a realizar algún tipo de deporte o actividad física que realmente les apasione o les agrade.
De esta manera, no solo se van a sociabilizar físicamente, sino que además su salud estará plenamente recompensada.
Es importante saber cuáles son las causas de estas adicciones. Muchas veces son niños con algún tipo de timidez, acoso escolar, inferioridad o complejos. Lo mejor que podemos hacer es enseñarles que el Internet, por ejemplo, se trata de una herramienta útil e indispensable en estos momentos y que debemos hacer un uso correcto de ella.
