El rincón de Bell: A México a presentar los premios Fénix, por Maribel Verdú

Viaje relámpago a México para presentar la primera edición de los Premios Iberoamericanos Fénix.

Sitios que descubrí y otros a los que siempre vuelvo.

Ir por la noche al novísimo Hotel Down Town, frente al casino español, con esa iluminación, lleno de terrazas, patios, restaurantes varios, panadería, tienditas, dentro de un edificio colonial y preciosísimo. Fue un descubrimiento al que nos llevaron la primera noche y donde empecé la ruta de las margaritas. (Me encantan, sííííí)

Al día siguiente la visita obligada a la Hacienda de San Angel Inn a comer. En su patio lleno de flores y por la época (el día de los muertitos, como dicen acá) con  altares donde dejar sus ofrendas. Como veis, a estos muertitos les gustaba el tequila y así se lo ponen delante. (A mi me dejarían muchas muestritas y chuches para celebrarme). Es digno ver como celebran el día 1 con música, comida, bebida, color y alegría en los cementerios, donde hacen una verdadera fiesta en la tumba de sus seres queridos.

Y otro sitio al que siempre voy a tomar algo es al Hotel Condesa. Por su comida, sus desayunos (de 7 a 12), su terraza en el cuarto piso donde puedes degustar cócteles geniales y lo lindo y chiquito que es hacen que sea un sitio que visito siempre.

Te reciben con flores frescas y tequila con sal y limón como veis en la foto. Está en la calle Veracruz y ese coche es un símbolo inequívoco de que estás en ese sitio divino. Lleva años ahí aparcado con un conductor que no molesta nunca.

Por último, un día soleado me encanta ir a Chapultepec a pasear por el parque, visitar su castillo, y la librería Porrúa, la más hermosa de la ciudad, que está justo en la entrada, y donde puedes tomar algo en su terraza viendo el lago.

Por supuesto siempre compro algo en los miles de puestos que hay por doquier. Aquí con un mono que no me quité de la cabeza en toda la mañana. Si no saco momentos para reír nada merece la pena.

Buena semana y gracias por estar ahí de nuevo.