viernes, 4 de abril de 2008

RESUMEN DE LA METAFISICA DE DESCARTES

En la primera meditación Descartes intenta librarse de sus creencias erróneas. Para esto observa cuáles de ellas puede poner en juicio, puesto que en aquella que encuentre razones para hacer esto, verá señales de error, lo que bastará para dañarla. Y no tendrá tampoco que analizarlas todas, comienza dudando de los sentidos, argumentando que si éstos nos han engañado alguna vez hemos de pensar que pueden engañarnos siempre.

Descartes introduce un nuevo motivo de duda: la hipótesis de que puede que Dios haya puesto en mi mente estas ideas con la intención de engañarme. Pero existiría una posible objeción a esta hipótesis: podría repugnar a la voluntad divina el querer engañarme. Para evitar equívocos con la fe, Descartes cambia la denominación de Dios engañador por Genio maligno, un ser todopoderoso que tiene la voluntad de engañarme en todo lo que pienso. Con esta hipótesis ahora parece que no puedo tener nada por cierto sin correr el riesgo de ser engañado; incluso con las verdades matemáticas puede ocurrir que “haya querido que me engañe cuantas veces sumo dos más tres, o cuando enumero los lados de un cuadrado”.

Con todo este proceso de duda, desarrollado en la 1ª Meditación Metafísica Descartes persigue llegar a una verdad absoluta.

Llegado a este punto, en la 2ª Meditación Metafísica, Descartes aplica la duda a la propia duda. Y es entonces cuando encuentra un elemento que esta a la duda. “Si dudo que dudo es indudable que sigo dudando”. El hecho de dudar, aunque me esté engañando, siempre puedo tener la certeza de que estoy dudando. Y dudar implica necesariamente que estoy pensando; y si estoy pensando es indudable que estoy existiendo. Por tanto estamos ante la primera verdad inobjetable, la de mi propia existencia como un ser que piensa, a partir de la cual va a construir todo el conocimiento: Pienso, luego existo.

Una vez establecida una verdad indudable, a partir de la cual va a construir todo el conocimiento, Descartes realiza una profunda meditación del pensar: Es por esto que afirma que se tiene certeza de toda verdad que se obtenga por medio de una intuición clara y, además, distinta.

Luego Descartes divide los pensamientos en ideas: pensamiento similar a la imagen de una cosa, voluntades y juicios: cuando a la idea le agrego algo que la relaciona conmigo, ya que es escogida como tema por mi espíritu

Las ideas en sí mismas no pueden ser falsas al igual que las voluntades. Sea la voluntad que sea y sobre lo que sea, es una voluntad. Es en los juicios donde se puede equivocar, y Descartes toma como ejemplo un error que tacha como común: el pensar que nuestras ideas tienen una existencia externa a nosotros mismos: yo siento calor al estar sentado frente al fuego. También nos puede parecer que el calor es algo ajeno a nuestra voluntad, aunque Descartes rechaza esto, ya que podemos imaginarnos lo mismo pero sin intervenir en ello nuestra voluntad, o interviniendo pero sin nosotros darnos cuenta. Puede también haber una diferencia muy grande entre el objeto y su idea - como ejemplo la diferencia entre el sol que vemos y el sol astronómico.

Descartes desarrolla la idea de que una cosa engendra otra cosa, y por esto concibe la existencia de un Dios perfecto e infinito, siendo nosotros seres creados por él y gracias a esto es que poseemos ideas como las de infinitud o inmortalidad, ya que solo un ser omnipotente e inmortal como Dios podría dejarnos estos tipos de marca.Tengo también la idea de dios antes que la de mí mismo, ya que posee más realidad y mayor perfección. Para sentirme imperfecto, he de sentir algo más perfecto que yo con lo que compararme.

2 comentarios:

AnDrÉs dijo...

Su sistema metafísico está incompleto...

¿Qué te falta?

Anónimo dijo...

le falta qe a apartir de qe Descartes dudara de todos los conocimientos concebidos de los sentidos, descartara tambien las ciencias empiricas. Tambien falto cuando descarta el sueño por no poder distinguirla de la vigilia..