Cuando se le llamó a BAL jamás pensé en lo que sucedería, a mi llegada solicité datos de ventas, de compras, de insumos, de accesorios, en teoría fui un total inquisidor. Como muchos consultores (los de a deveras) a veces prestamos más atención a los datos que a las vivencias, a los números que a las emociones. Pero feliz confieso que todo esto al segundo día de intervención lo mandé a la cañería y mejor me dedique a sentir esta experiencia cómo la única posibilidad para poder transformar con el respeto que se merece algo tan antiguo y emblemático para los Yucatecos (por que miren que si 50 años de existencia como cafetería no te da respeto y tradición no sé lo que pueda generarse. )

El cambio generacional que trae cualquier empresa es bastante sigular. Más aún cuando esta misma es familiar, las emociones diarias vividas en la empresa generan muchos conflictos de no tomarse en serio que la empresa nada tiene que ver con el hogar. No obstante de lo que quiero reflexionar hoy es la gestación de la toma de decisiones que debe de tomar el nuevo dueño, el nuevo dueño que creció con esta cafetería como una extensión de su hogar. Por supuesto, los cambios que tiene el viejo mundo son necesarios y no esperan a nadie y si no se generan el mercado gastronómico te olvidara.

Tener una empresa es medianamente cómodo en comparción con un empleado común y corriente; tus entradas de dinero son más fáciles y con más ingresos, posiblemente tienes una flexibilidad con el horario y te otroga un status quo. Pero, ¡Es terrible cuando tienes en tu espalda un peso tan fuerte!. Y bien hizo en querer cambiar algunas cosas que fallan después de tener vicios tan arraigados.

Por eso mis amigos les propongo mis pequeños métodos (que no contienen contenido académico serio) pero me han servido para tener una de las consultorías más respetadas y por supuesto (más importante que lo primero) a realizar lo que más amo en el mundo.

1. El miedo empresarial es un mal necesario, en medianas dosis me permite actuar con cuatela, me permite tener los pies en la tierra, sin embargo yo lo asimilo al miedo como la función de respirar. Es decir. Si no respiras te ahogas, pero si respiras de más te mareas.
2. Los grandes amigos de la empresa son el amor, el respeto y la pasión. Si no tienes estos tres en tu cafetería, en tu restaurante o en tu empresa difícilmente prosperarás, ten en cuenta que la vida empresarial es como estar enamorado.
3. Los grandes enemigos de las empresas son la desilusión, la falta de respeto y el miedo.
4. Es preferible formar empresarios que empresas, lo primero tiene como única función trascender, más allá del dinero, más allá del poder. Es más fuerte saber que tu empresa perdurará por décadas que tu cheque tenga varios ceros.
5. En fin, resumo que tomar decisiones en una empresa es como bailar, es un acto de seducción y por supuesto de amor.

Un abrazo con olor a café!!!