En las comunidades indígenas de México, han utilizado a las cactáceas para muchos usos y utilidades que han dado sentido a su sabiduría ancestral. Una de las plantas cactáceas más utilizada en el conocido como nopal (Opuntia ficus-indica), también conocida en España como chumbera. La chumbera es un cactus que sobrevive en regiones desérticas. Los aztecas utilizaban el nopal con fines medicinales: para las fiebres bebían el jugo, el mucílago o baba del nopal la utilizaron para curar labios partidos. Desde principios del siglo XIX las comunidades indígenas en México ya lo utilizaban para purificar el agua que consumían, además de ser una fuente alimenticia en su dieta. En un municipio perteneciente a Chiautempan, en el estado de Tlaxcala, sus habitantes se dedican a la agricultura, explotación forestal, ganadera, minería, industria manufacturera, comercio, servicios y transportes. Estas sociedades desarrolladas generan impactos medioambientales que llegan incluso al agua que bebemos con diversos materiales de desecho e incluso con bacterias patógenas (coliformes).
Principales enfermedades de origen hídrico y sus agentes responsables
La ciencia del hombre moderno, ha ratificado la sabiduría indígena ancestral y, ha observado que el nopal o chumbera permite purificar el agua contaminada de agentes patógenos. El uso de mucilago del nopal, tiene la ventaja de reducir eficientemente los contaminantes a costos inferiores respecto a los procesos convencionales como hervir el agua, comprar purificadores de agua o clorar el agua; contribuyendo de una manera sabia y cíclica, a preservar los recursos hídricos.
Se trata de una técnica basada en una antigua costumbre de las comunidades mexicanas del siglo XIX –aunque se estima que la práctica data de la época precolombina- utilizaban trozos de cactus para eliminar los contaminantes del agua.
Debido a su gran versatilidad y su poder “antiséptico”, el mucilago del nopal lo usó por primera vez la investigadora mexicana Norma Alcantar, que halló un método para purificar el agua contaminada de una manera sencilla y económica.
“Yo comencé a investigar esta tecnología gracias a mi abuelita. Cuando era niña, mi abuela me contaba que si había una tormenta o algo fuera de lo normal que contaminara el agua, usaba el líquido que quedaba después de cocinar el nopal (Opuntia ficus-indica) para limpiar el agua”, comenta Alcantar.
Investigadores de la Universidad del Sur de Florida, en Tampa, realizaron pruebas con muestras de agua combinada con grandes cantidades de sedimento o altos niveles de bacterias Bacillus Cereus. El resultado fue que al ser filtrada a través del mucílago del cactus, la goma gruesa de la planta que utiliza para almacenar agua, las partículas del sedimento se unieron precipitándose al fondo del recipiente y las bacterias se combinaron y fijaron, eliminando más de un 98% de ellas.
“La amplia presencia del cactus, su accesibilidad, y su aceptación cultural, lo convierten en una alternativa atractiva de materia natural para tecnologías de purificación de agua”, comenta Alcantar.
“Se puede implementar de distintas maneras, pero en la casa, la gente puede cocinar el cactus y usar el agua residual con el mucílago para desinfectar el agua para beber”, explica la investigadora.
Conclusiones
El nopal es una planta abundante en nuestro país, de crecimiento rápido y se adapta fácilmente a condiciones ambientales críticas. Por lo tanto estamos convencidas de que el mucílago del nopal es una extraordinaria alternativa ecológica para promover en comunidades rurales como una nueva forma de tratar el agua contaminada a bajo costo.
Con la seguridad que nos antecede nuestro trabajo experimental se promovió con personas de la comunidad de Tlalcuapan y no mostraron desagrado en su consumo ya que no tiene sabor, ni resulta desagradable al paladar o al olfato, pero sobre todo contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas permitiendo llevar una vida sana y segura de ingerir ese líquido vital libre de patógenos.
El proceso de preparación resulta sencillo y totalmente natural:
1º Corte o adquiera algunas pencas de nopal (Opuntia ficus-indica)
3º Rebane una de ellas y colóquelas al interior de un recipiente con agua
4º Recoga con una cuchara la baba o goma que se desprende de los trozos al ser hervidos.
5º Separe el mucílago, al que se habrán pegado los sedimentos y bacterias, y el agua ya estálista para beber.
Fuente texto y documentación gráfica: www.expocienciasmetropolitana.org.mx
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por Fernando Valdepeñas CSA Editor
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