ANA

Y una mujer me empuja a otra.



RETRATO PANCROMÁTICO

Estoy triste, ya sé; no pasa nada.
Es sólo que al andar
tropiezo con ese monstruo cargado de tristeza,
presiono alguna tecla que no alcanza su tono
y suena un ruido
del más hondo sentido de la vida.

Y es como ahora entonces, no sé recomponerme,
y sin decirte nada decirlo todo.
Callado ante la ambigua impresión
del rancio olor a soledad y a tu ausencia
que derramada queda,
profusamente, en un hilo de sol.

Baste incidir en que lo mío es,
a lo sumo,
una duda que duele
invisible al impreciso destello de tus ojos,
un enigma angustiado:
ardua pasión que arde.

No hay comentarios: