Al hablar de los antecedente del neoliberalismo inevitablemente debemos hacer referencia tanto al liberalismo como al colectivismo, debido a que el mismo surge por la coalición de ambas corrientes.

El Colectivismo como sistema colectivo de producción y distribución, se remonta a épocas primitivas, y algunas, manteniendo algunos de sus aspectos hasta épocas recientes. Como principio de Economía Política, se encuentra ya dentro de las utopías, siendo un rasgo caracterítico de socilismo marxista. Sin embargo, el colectivismo anarquista, basado en el control de la producción a escala local ha sido más aplicable y sustentable, que por el contrario, en el colectivismo marxista dicho control es llevado ha cabo por el Estado, cuya aplicación en distintos momentos históricos, por la economía de diversos países, ha demostrado suficientemente su inoperatividad e ineficiencia en cuanto a la generación de una mejor calidad de vida de las grandes mayorías, convirtiendose en una verdadera utopía.

En lo que respecta al Liberalismo, como cuerpo de doctrina económica, se gesta a través del S. XVII en dos vertientes completamente distintas: La de los Fisiócratas y la de la Escuela Clásica. No obstante, el Liberalismo Económico, como tal, no aparece sino hasta el S. XIX, con una premisa fundamental: la libertad considerada como fuerza de sí mismo. El sistema, en su conjunto, partirá de la libre iniciativa individual, motivada por el deseo de lucro y la libre competencia entre una multitud de empresas, como reguladora de la producción y los precios de la libre elección de la actividad económica de trabajo, y el libre juego de las Leyes de Mercado. El gran expositor de la Escuela Clásica, fue el economista escocés Adam Smith. Dentro del Liberalismo, la función del Estado queda claramente delímitada.

Durante la primera décad del S. XIX, se asiste a los primeros ataques frontales, debido a quienes se han venido a llamar “Socialistas Utópicos”. A partir del último tercio del S. XIX, los pricipios fundamentales del liberalismo económica, han sido puestos en entredicho por la evolución del sistema y como resultado de la aparición de un cuerpo doctrinal, dispuesto a sustituirlo totalmente, el Socialismo Científico. En consecuencia, el Liberalismo Económico, heredero de los fisiócratas y de los clásicos, deriva hacia la Escuela Neoclásica y la Marginalista, definidas en parte, por su oposición al socialismo, y en función de las nuevas caracteríticas que adopta el Sistema Capitalista.

Finalmente, ante la existencia de regímenes socialistas y fascistas, aparece el neoliberalismo, defensor de la vigencia de los principios clásicos, mediante una decisiva intervención del Estado para que éste reestablezca la libre competencia, cuando se vea amenazada.

La política económica Germano-Occidental del llamado “Milagro Aleman”, se basó en los postulados del Neoliberalismo, los cuales hay que añadir, poseen una Política Social tendiente al acceso a la propiedad privada (Capitalismo Popular) y una Seguridad Social activa, cuyo propósito es, conseguir la nivelación de las clases sociales y TERMINAR con el antagonismo entre patronos y obreros.

El neoliberalismo, nace entre las ruínas de la última catastrofe bélica mundial, tomando fuerza y haciendose sentir en sus ideas a favor de una Europa que se rehizo y se enfrentó al cominismo.

Una realización, más o menos acabada, del pensamiento neoliberal, ha sido observable en la política económica de la Alemania de la post-guerra, en EL Plan Rueff-Pinay, de la Quinta República Francesa, y en los organismos internacionales como la O.E.C.E (Organización Europea de Cooperación Económica. http://www.canalsocial.net/ger/ficha_GER.asp?id=5289&cat=economia), la C.E.E (Comunidad Económica Europea. http://es.wikipedia.org/wiki/Comunidad_Econ%C3%B3mica_Europea) y la E.F.T.A (European Free Trade Asociation.http://es.wikipedia.org/wiki/Asociaci%C3%B3n_Europea_de_Libre_Comercio).