El Programa Universitario de
Estudios de Género de la UNAM (PUEG) ha vivido dos grandes etapas desde su
creación en 1992. La primera, ubicada en los noventa (1992-2003), cuando las
conferencias internacionales y la filiación a plataformas de equidad trasnacionales
abrieron brecha y los países e instituciones que asumieron estas responsabilidades
dieron espacio y presupuesto a centros, institutos y proyectos, enfocados a
resolver el problema de la inequidad entre hombres y mujeres. Así, la UNAM formó
parte de las instituciones que identificaron en esta decisión un paso hacia sociedades
más democráticas y justas. Es decir, nuestro Programa fue creado gracias a tres
factores: el contacto directo de la UNAM con injusticias sociales; la firma de
acuerdos internacionales y, lo más importante, la contundencia argumentativa de
sus fundadoras, todo ello aunado a la sensibilidad de las autoridades
universitarias
El Programa, en su segunda etapa
dirigido por Marisa Belausteguigoitia (2004 a la fecha), ha pretendido ser más
red que puente, más umbral que límite; se interesa por cómo la gente concibe
las relaciones entre hombres y mujeres, cómo se comporta en el día a día, cómo
construye la inclusión en sus acciones. La finalidad del Programa, en esta
etapa, ha sido vincular los Estudios de Género con otras perspectivas críticas
con el fin de entender, en colectivo y de forma plural e interdisciplinaria,
las diversas formas en que las mujeres y los grupos subrepresentados
contribuyen en los procesos que configuran la construcción de la ciudadanía, de
un proyecto nacional alternativo, un movimiento social, una apropiación
tecnológica, la creación de una novela o un pensamiento poético.
El PUEG ha impulsado una academia
que reconoce avances y los difunde, centrándose en la visibilización de las
problemáticas actuales para las cuales es necesaria la producción de
conocimiento que permita cambios justos; un saber flexible, móvil, portátil, que
viaje, se asiente y que negocie seriamente su traducción a diferentes
disciplinas, debates e ideales; intensamente ligado con la generación de un
pensamiento crítico, complejo y con capacidades de intervención en la realidad.
Los proyectos de investigación, docencia y extensión proponen una academia
dinámica que se mueva de una forma de análisis de la opresión y la resistencia a
otra, del saber a la acción y viceversa, que se conduzca entre disciplinas,
regiones, fronteras, y que se interese por igual en movimientos interpretativos
que en movimientos sociales. Nos hemos situado en el límite entre la generación
de conocimiento y la intervención en las estructuras sociales, entre lo que
sucede en el cuerpo como ente físico y lo que se articula en la lengua y en el discurso:
¿Cómo entender los discursos de reivindicación indígenas y de una izquierda en Latinoamérica
desde un posicionamiento móvil, transdisciplinario dotado de una perspectiva de
género, que alumbre las formas de intervención en cuerpo y lengua de mujeres y
sujetos marginales? ¿Qué tipo de discurso político y de justicia social se está
generando en América Latina desde estas locaciones y elocuciones?
Más información en:
“El
Colegio de Estudios Latinoamericanos reúne un acervo académico notable en el
ámbito del estudio de América Latina y México. El doctor Leopoldo Zea fundó el
Centro de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras en
1996, institución que creó la Licenciatura en Estudios Latinoamericanos. En
agosto de 1977, con base en el Plan de Estudios renovado en 1975, el Consejo
Técnico de la Facultad de Filosofía y Letras y el Consejo Universitario
acordaron la creación del actual Colegio de Estudios Latinoamericanos (Cela). A
partir de aquellos años, el Cela cultiva una experiencia inerdisciplinaria en
la docencia y en la investigación que incorpora varias disciplinas,
principalmente la historia, la filosofía, las letras y las ciencias sociales,
para abordar el estudio de América Latina y de sus relaciones con la cultura y
la historia universales, fundándose en la historicidad de los procesos que la
constitiyen como región con numerosos rasgos en común.
La aspiración de estudiar la región del modo
más integral posible se concreta hoy en el nuevo Plan de Estudios, aprobado por
el Consejo Académico de área de la UNAM en agosto de 2003 (Plan 2004), luego de
un largo proceso de revisión y cuya implantación se ha completado actualmente.
Un prestigioso claustro formado por una centena de académicos que imparten en
los turnos matutino y vespertino de la licenciatura en Estudios Latinoamericanos.”
Tomado de: Javier Torres Parés, “Introducción” en: Colegio de Estudios Latinoamericanos.
Profesores, cursos, líneas de investigación, temas de asesoría de tesis y
planes de estudio, Javier Torres Parés y Alan Ramíres Ayón comps., FFyL / UNAM,
México, 2006.
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