Sebastián Araya: el new school y el tradicional

_DSC0279

Por Natalia Carrillo L. /Fotos por Manuel José Pincheira

En House Tattoo Rock, local ubicado en pleno centro de Providencia, primer piso del conocido Portal Lyon, tatúa Sebastián Araya. El joven tatuador de 25 años nos recibe en su lugar de trabajo para contarnos parte de su vida y de su oficio como tatuador.

_DSC0249

De La Cisterna a los estudios

Hace 5 años Sebastián partió en el arte del tatuaje. En ese tiempo tatuaba en su departamento en La Cisterna y de manera aficionada. Luego pasó a un estudio privado en Puente Alto para finalmente llegar al estudio en el que trabaja actualmente.

Antes del tatuaje, el tatuador comenta su gusto previo por el dibujo: “Cuando estaba en el colegio siempre dibujaba, era algo que me gustaba mucho. Por eso cuando posteriormente estudié y trabajé, con mi primer sueldo me compré lo que fue mi primera máquina”.

“Al principio me iba a tatuar a locales para ir aprendiendo de los tatuadores, les preguntaba cosas y con eso podía practicar y conocer de esto”, agrega Sebastián.

_DSC0243

Tinta de padre

Sebastián es padre de una niña y tiene la tuición de ella, por lo que nos cuenta cómo ha sido ser papá y tatuador al mismo tiempo: “Yo dejé de trabajar por mi hija y empecé a dedicarme al tatuaje. Los horarios de tatuador me permitían cuidarla”.

Sin embargo, hace 5 años la demanda por los tatuajes de Sebastián no eran los mismo que los actuales, lo cual no le ha resultado fácil al momento de “Hoy en día es más difícil, ya que el tatuaje me absorbe mucho tiempo. A veces salgo temprano y llego tarde, o tengo que hacer diseños. Tengo la suerte de contar con el apoyo de mi mamá, quien me ayuda a cuidar a mi hija y así yo puedo seguir desarrollándome como artista”.

“Yo paso bastante tiempo dibujando y mi hija me acompaña, a ella también le gusta mucho  dibujar”, agrega.

10807079_291856234342304_1165901208_n

Con respecto al estilo que más le agrade realizar, el tatuador comenta: “Me gusta todo lo que tenga color, el full color es lo que más trato de hacer porque me gusta pintar”.

También destaca dos estilos: El new school y el tradicional. “Pienso que el new school es uno de los estilos más completos dentro del dibujo y el tatuaje, esto es porque se deben emplear múltiples técnicas para realizarlo de una manera óptima. El tatuador que hace new school puede hacer cualquier cosa”, declara el artista y agrega: “El tradicional es el estilo con el que empecé y le tengo un cariño especial. No es un trabajo sencillo como se puede pensar, requiere de líneas perfectas y un relleno sólido para lograr un trabajo de calidad”.

Sobre los estilos que no le acomoda hacer, Sebastián declara que no tiene ningún problema en hacer ningún tipo de tatuajes. Sólo cuando el cliente llega con un diseño que no le gusta mucho, trata de redibujarlo y adaptarlo a su estilo. “Así el cliente queda contento y yo disfruto mucho más mi trabajo”, comenta.

_DSC0241

Para lograr ser un buen tatuador, Sebastián destaca distintos requerimientos: “La máquina es sólo un medio para llevar a cabo grandes obras de arte, entonces yo creo que la única forma de ser un buen tatuador es dibujando y estudiando harto. Si uno practica y logra buenas ilustraciones puede lograr cosas increíbles en el tatuaje. También hay que ser responsable y tener claro que se está marcando a alguien para siempre. Hay que ponerle harto cariño y respeto”.

En vista al futuro, Sebastián nos cuenta qué es lo que espera de su carrera como tatuador: “Seguir aprendiendo. En el tatuaje todos los días vas aprendiendo algo nuevo. Otra cosa es que mis clientes sigan saliendo contentos luego de que los tatúe. Su satisfacción es la mejor paga”.

10805136_291856241008970_267201206_n

Tatuaje por moto

Finalmente, el tatuador nos cuenta una anécdota que le ocurrió con un cliente: “Hace un tiempo tenía un cliente que iba siempre a tatuarse conmigo, le hice las mangas enteras. El compadre era medio raro, tiempo después supe que era traficante. El tema es que un día fue a tatuarse y me dijo que me traía un regalo, yo fui a ver y era una moto. Yo estaba súper agradecido pero no lo quise recibir. ¡Quizá de dónde había salido esa moto!”.

_DSC0268