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viernes, 21 de octubre de 2011

L'art de la traduction

La traduction est un art.  L’art de bien comprendre les deux langues impliquées.  Mais plus encore, l’art de comprendre la façon dont la réalité de l’une se traduit dans celle de l’autre.  L’art également de saisir ce qu’est la terminologie, de la dénicher au bon endroit et de savoir quand se fier ou ne pas se fier à telle ou telle définition.  Et finalement, l’art de faire taire la petite voix au fond de nous qui aurait certainement dit les choses différemment, de sorte qu’avec le respect que l’on doit toujours à un texte original, on soit des plus fidèles dans sa traduction, bien au-delà des mots. (Valhorizons)

martes, 4 de octubre de 2011

Reseña tema 1


Tras leer los artículos surgen diferentes reflexiones:

En primer lugar, y haciendo un balance general de ellos, nos aportan sobre todo información práctica y actual para el desarrollo de nuestra profesión  en la vida laboral. Teniendo en cuenta que como estudiantes de traducción intuimos algunos de los temas tratados, en especial las competencias de un Traductor pues ya sabemos que el hecho de ser bilingüe no es sinónimo de ser traductor sino que la base mínima es dominar los idiomas y a ello añadir distintos ingredientes como  la pasión; pasión por la cultura meta, por su historia, por la lingüística, en definitiva: pasión por la profesión. A lo que también se añade el conocimiento exhaustivo sobre las personas a las que se dirige la traducción, sus necesidades, su visión del mundo así como entender profundamente el tema tratado.  No obstante, estas cualidades humanas tienen que ir conjugadas con las nuevas tecnologías para poder enfrentarnos de modo profesional a la traducción.
Por ello, es interesante ver como a lo largo de la historia, sea por un fin puramente traductológico o no, la búsqueda tecnológica para conseguir un traductor automático que pueda sustituir la traducción humana es constante hasta la década de los 70, donde se llega a la conclusión de que es inviable sustituir al traductor por una maquina. Aquí entraría las razones expuestas sobre las competencias de un traductor ­─cuestiones humanas y no tecnológicas─ ya mencionadas. Sin embargo, es cierto que desde entonces la tecnología se ha centrado en crear soportes, programas que ayudan al traductor a economizar tiempo, a mejorar la calidad para realizar una traducción más precisa, exacta, correcta y casi perfecta. Por lo que la tecnología (bases terminológicas, programas como Trados, Deja Vu etc.) son herramientas que indiscutiblemente un traductor debe conocer y dominar  para realizar una labor profesional. Es una competencia más.

En segundo lugar, si nos referimos directamente a la vida profesional, considero que Translation as a Business es una pequeña biblia que todo estudiante tendría que tener en su mesilla de noche al acabar la carrera. Es un texto  que puede parecer aséptico, crudo, pero que en el fondo es muy realista. En la universidad nos “preparan” para desempeñar una función pero se olvidan de enseñarnos el “cómo” realizarla. No nos advierten que ser traductor significa, en la mayoría de los casos, volverte un mini-empresario donde conceptos como “estudios de mercado”, “venderse”, “marketing”, “planificar”, “un plan de acción concreto” etc. deberían sernos igual de familiares que “glosarios”, “terminología”, “semántica” o “gramática”. Este artículo, nos explica de una forma entendible, los pasos para poder crear nuestro pequeño emporio y llegar al éxito. Es una pequeña ayuda para enfrentarnos a la crisis y estar preparados ante el mundo laboral. Mucho trabajo y esfuerzo pero que bien dedicado y encaminado a nuestras metas nos convertirán en traductores realizados. ¡ Apasionados!