La ruta del tránsito, navegando por el río San Juan

                           Los barcos fluviales de la  ruta de Venderbilt

Era la época de la fiebre del oro y millares de aventureros se preparaban para ir a poblar las ricas tierras de California sin tener que atravesar el inhóspito interior de EEUU aún sin pacificar. Cornelio Venderbilt en 1849 abrió la ruta entre Nueva York y San Francisco atravesando Nicaragua,  la mítica ruta se componía de los siguientes tramos:

Desde Nueva York en EEUU a San Juan del Norte en  Nicaragua remontando el río San Juan. El río San Juan nace en las proximidades de la villa de San Carlos pequeña ciudad ribereña del lago Coccibolca también llamado lago de Nicaragua, este fascinante río es el desagüe del propio lago hacia el mar Caribe y el océano atlántico. Atraviesa a su paso la reserva Indo-Maíz uno de las mejores conservadas y mas frondosas selvas húmedas tropicales centroamericanas, haciendo además de frontera por el sur con la  vecina y rica  Costa Rica.

La ruta continua remontando el río San Juan pasando por la ya citada población de San Carlos ya en el lago Coccibolca  hasta la población de La Virgen  en la ribera oeste del lago, desde allí los viajeros recorrían unos escasos 20 kilómetros de terrenos bajos y llanos sin apenas dificultades hasta la localidad de San Juan del Sur a orillas del océano Pacifico donde eran embarcados hasta el dorado San Francisco.

También había una ruta desde Europa desde Southampton, San Nazario o Hamburgo hasta San Juan del Norte.

La ruta tuvo viajeros tan famosos como Mark Twain o William Walker

En la primavera del año 2008 decidimos recorrer la parte Nicaragüense de la ruta del transito. Nuestro objetivo era descender en panga el río San Juan desde San Carlos hasta San Juan del Norte y después visitar a modo de descanso la localidad de San Juan del Sur ya en el Pacifico.

De los Chiles Costa Rica a San Carlos Nicaragua

Partimos un domingo 6 de abril de 2008, desde el pueblo Costariquense de los Chiles fronterizo con Nicaragua a través del río Frío. Los Chiles es un destartalado poblachon totalmente disperso rodeado de haciendas agrícolas con casitas de madera y techos de cinc, algunas increíblemente bien defendidas para su modesta presentación , lo que indica que no menudean los robos. En cuanto bajas del autobús, las cambistas te asaltan, aquí este negocio es exclusivamente femenino, después de recorrer un buen trecho para llegar a los embarcaderos de emigración nos cobran un dólar por salir y 10 por la panga que es como llaman a las barcazas fluviales colectivas.
                                          La panga
                                  

Según bajamos las empinadas escaleras de muelle fluvial quede anonadada al contemplar la pequeña panga atestada de gente, unas 20 personas entre mujeres hombres, jóvenes, viejos, y niños, con sus sacos y enseres diversos, ¡ si no cabía una aguja! La ayudante del barquero desde lo alto del muelle le grito que esperase porque faltaban dos gringos, aunque parezca mentira los dos gringos éramos nosotros.

Fue una delicia, casi dos horas de viaje acuático atravesando la reserva de los Gatusos, que es el nombre de  unos indios de una de las ramas mas primitivas de América, que empujados por las migraciones que llegaban desde el norte se instalaron ambos lados de la frontera, en la actualidad es una reserva biológica en torno al área geográfica del río San Juan.

Desde la panga observamos y eso que íbamos a motor y rapiditos; patos aguja, aves muy similares a nuestros comunes cormoranes, martín pescador amazónico, martín pescador collarejo, garcetas blanca y boyera y azul, ibis blanco, andarrios maculado,  la jacana centroamericana también llamado gallito de monte Es  un paraíso para las avifauna, entre los árboles monos araña y los monos congos o aulladores. Al ver nuestro interés por la naturaleza nuestros circunspectos compañeros de viaje empiezan a nombrarnos aves y otros animales y animados por nuestro buen conocimiento del español pierden la timidez, son todos nicaragüenses que vuelven a su tierra pero vuelven como ilegales, como salieron, no parecen demasiado preocupados por su situación.


                                Gallito de monte Jacana spinosa 23 cm

Cuando llegas a la desembocadura del río Frío en el lago Cocibolca la primera imagen es San Carlos atardeciendo pero apenas son las 18 horas son las servidumbres del trópico, esas tardes tan cortas, un águila pescadora esta pescando frente al animado puerto, cuando desembarcamos un militar jovencito el comandante Walter, nos organiza mandándonos formar en dos colas , los que tienen pasaporte y los que no lo tienen, ni que decir tiene que la cola mayoritaria es la sin pasaportes, no tiene importancia están en su tierra y muchos de ellos en su propio pueblo, la cola con pasaporte la formamos tres, nosotros y un paisano algo mayor con pinta de misionero de alguna iglesia o de cooperante de una ONS, buscamos hotel y una terracita para relajarnos.
 
                     San Carlos visto desde la desembocadura del río Frío


                            El mirador del Mirasol


                               Vista de San Carlos

  San Carlos esta totalmente volcado al lago, es una población tranquila, con casitas de madera pintada y tejados de cinc, pasear por ella al atardecer incluso de noche no da ninguna sensación de peligro incluso de inquietud, los amaneceres y los atardeceres están jaleados por un coro de gallos atronador, es un sonido nostálgico que nos remite a las vacaciones de nuestra infancia de nuestros pueblos de origen, también nos pone en la pista de que es probable que podamos comer pollos y huevos como los de antes.

Se nota la huella de la cooperación española, en dos bonitos embarcaderos pagados por el Gobierno Basco y un lavadero comunitario en estos momentos sin enganche de agua y por consiguiente totalmente en desuso pagado a su vez por el Ayuntamiento de Badalona, tiene una bonita plaza de estilo español tan frecuente en América con su iglesia a la que vimos llena de niños, pero el catolicismo esta también allí en desbandada, proliferan los locales dedicados a otros cultos cristianos, en algunas casa se puede leer la inscripción, no insistan somos católicos, prueba de la diligencia misionera de los otros cristianos.

 
                                  Casa católica

El mejor sitio para contemplar la puesta de sol es el mirador de los cañones, pero desde la terraza del Mirasol, el gran lago Cocibolca adquiere una tonalidad plomiza totalmente irreal.


                            Mirador de los cañones en San Carlos Nicaragua


     Puesta de sol sobre el lago Cocibolca desde el mirador del Mirasol en San Carlos Nicaragua

  
             Garceta blanca Egretta  thula entre las barcas en San Carlos Nicaragua

  
De San Carlos a El Castillo

Las pangas que parten de San Carlos al Castillo salen cada dos horas, aparte de las lanchas rápidas o taxis acuáticos que se pueden contratar, las dos poblaciones están muy bien comunicadas, y mejor así ya que el río San Juan es el único medio de comunicación que tiene la población del Castillo, rodeada de agua y de selva.
   Poblado del Castillo único medio de transporte es el fluvial no hay vehículos de ninguna clase
                               Mural del Castillo

El poblado del Castillo esta presidido de manera majestuosa por una magnifica fortaleza, fue construida por los españoles en 1672 para cortar el paso de los piratas ingleses que periódicamente saqueaban la rica ciudad de Granada, ribereña de norte del lago Cocilbolca.

                              La Fortaleza del Castillo

Se  introducían desde el mar Caribe y embocando la desembocadura del río San Juan lo remontaban. Con sus saqueos amenazaron la hegemonía española y los intercambios comerciales con la metrópoli y Europa entre ellos algún pirata famoso como Morgan.

  
                                  Castillo

Una heroína nicaragüense Rafaela Herrera hija del comandante de la Fortaleza y con solo 19 años encabezo la defensa del sitio ante la ausencia de su padre logrando la retirada de los asaltantes ingleses ante su certera puntería con los cañones de la guarnición

En 1780 después de diversa escaramuzas en este fortín olvidado en la selva defendido por media docena de desmoralizados soldados, fue por fin tomado por los asaltantes ingleses en el participaba un jovencísimo teniente Nelson, cinco meses mas tarde lo tuvieron que abandonar victimas de epidemias y de no saber que hacer allí.

                            Agencia de Cooperación Internacional Española

La fortaleza que se encuentra muy bien consolidada y atinadamente reconstruida por la agencia cooperación española, tiene un pequeño museo donde se cuenta con profusión su heroica historia, unos cuantos cañones, balas, material militar y una agradable y surtida biblioteca llena de niños y niñas haciendo trabajos escolares ante la vigilancia de dos atentas bibliotecarias, hay cosas que dan gusto verlas.

                             Plan de la fortaleza

Las vistas desde la fortaleza son espectaculares. El tranquilo poblado esta lleno de colibríes; Amazilia (Amazilia rabirrufa) de 10 cm poco mas que la mariposa Morpho  y el periquito barbinaranja (Brotogeris jugularis), posándose en sus pequeños jardincitos llenos de arbustos y árboles.


                 Guanábana (Annona muricata ) árbol preferido de los colibríes y periquitos


Las pangas para San Juan del Norte salen de San Carlos dos veces por semana, los martes y los viernes y desde luego es todo un acontecimiento. La travesía desde El Castillo hasta San Juan del Norte dura 12 horas, rodeada en todo momento de selva y agua. 

  
                               Reserva Indo-Maíz

La Reserva Indo-Maíz es una de las mas grandes y mejor conservadas de Centroamérica, la orilla en mejor estado es sin duda la Nicaragüense, aunque para encontrar bosque primario hay que adentrarse en el interior de la Reserva, por el contrario los ticos que es el nombre familiar con se conoce en Nicaragua a los costariquenses han adehesado sus riberas y las dedican fundamentalmente a la ganadería extensiva.


                           Ganado en la orilla de Costa Rica


Al ir a tomar la panga a las 5.30 de la mañana nos sorprendió la cantidad de gente que se apiñaba en la orilla del embarcadero, dispuestos a tomar la panga, nos preguntamos ¿Para que toda esta gente querrá ir al pueblín de San Juan del Norte? ¿Cabremos todos? Había familias con niños, jóvenes en grupos, alguna persona mayor, un equipo completo de béisbol con trofeo incluido, con el consistorio de San Juan del Norte en pleno acompañando, dos militares con un preso, un viajero navarro acompañado de un antiguo militar sandinista y nosotros dos cerrando filas y casi es verdad porque con tal barullo estuvimos a punto de quedarnos en tierra


                             Panga para San Juan del Norte


                             Embarcadero del Castillo


                              El río desde la Fortaleza


Durante las 12 horas que duro la travesía fuimos perdiendo pasajeros, les fuimos abandonando en pequeños grupos  hasta el delta del San Juan  y casi siempre en la orilla tica. Cuando les veíamos desaparecer entre la espesura en muchos casos descalzos o con unas simples chancletas nos quedábamos algo sobrecogidos.

 En algún caso tuvimos que retroceder y volver al centro del río al encontrarnos con alguna tranquila pero firme patrulla tica en la orilla y dejarles de nuevo en alguna otra disimulada entrada de la selva adehesada, donde podrían escabullirse y llegar mejor hasta la civilización sin ser molestados.
 
                                 Poblado

                                Poblado

Por el camino observamos muchas aves; decenas de patos aguja, de martines pescadores collarejo y amazónico, cigüeñones, muchas garzas blancas y tigre y alguna azulada, garzones azulados y multitud de gallitos de monte, zopilotes negros y zopilotes rey sobrevolando una presa muerta.


                            Garza tigre Tigrisoma mexicanum


                              Pato aguja Anhinga anhinga

Comprobamos que los monos congos pueden nadar y muy bien atravesando esa gran barrera que es el río, ya que vimos uno nadando en mitad del mismo, en alguna playita fluvial sorprendimos algún cocodrilo que se alejaba asustado del ruido de la panga.

 
                Mono congo cruzando el río San Juan a nado, es un punto en el agua

Corren muchas leyendas sobre ataques de cocodrilos a personas, en muchos sitios se comentaba ataques relativamente próximos en el tiempo, hace 2 semanas o 3, no obstante en algunos embarcaderos de algún minúsculo poblado veíamos a los niños jugar en el agua, indiferentes a los peligros que acechaban.

                                 Caimán


                 Caimán obsérvese la gran capacidad de este animal camuflándose

Una pasajero mítico del río San Juan era el feroz tiburón toro que remontaba el río hasta  el lago Cocibolca, era muy abundante según crónicas de los años cincuenta, no hay olvidar que este lago es la segunda reserva de agua dulce del mundo el raro escualo Carcharhinus nicaragüenses se adapto excepcionalmente a sus condiciones. Muchos científicos le han buscado hasta el famoso oceanógrafo Cousteau en los años ochenta sin al parecer dar con él. José Antonio Luna de Tampa, Florida, relata que en 1973, durante un viaje que realizo a San Carlos y al río San Juan, pudo ver un ejemplar de tiburón toro cazado por lancheros de Morrito en una zona pantanosa del lago en el departamento de Chontales y por tanto un lugar muy alejado de la desembocadura del  San Juan, desde entonces no se ha tenido ninguna noticia  de esta misteriosa población de escualos de agua dulce. Yo pregunté en muchas ocasiones a lo largo de la travesía y en el propio pueblo de San Carlos sin obtener respuesta positiva, por lo que habrá que darla hasta el momento por extinguida.


                              Paisaje del río San Juan


El delta y los arenales

Cuando ya habíamos dejado todo el cargamento de ilegales que transportábamos, y empezaba a declinar el potente sol tropical, empezamos con otra divertida aventura, había que bajarse de la panga y empujarla, estábamos en el delta, el río había dejado de ser profundo y rápido y discurría perezosísimo, haciendo interminables meandros en el cauce arenoso, estábamos al final de la época seca y el “estiaje” era brutal.


                        Buscando un paso entre el poco profundo y arenoso cauce

 En proa se situó uno de los barqueros encargado de ir buscando el camino navegable.

                              Empujando la panga

Por aquel entonces ya solo estábamos en la panga los viajeros cuyo destino era no podía ser de otro modo San Juan del Norte.


                              Empujando la panga

Cada vez que había que bajarse a empujar, algún gracioso gritaba ¡Que viene el lagarto!, claro que al principio daba a la risa tonta, pero según iba anocheciendo, la cosa se ponía cada vez mas emocionante, empezaban a proliferar entre los ya cansados viajeros cuentos de miedo, mayormente acerca de ataques de cocodrilos, por aquel 10 de abril de 2008 se contaba que apenas hacia 15 días un gran lagarto se había llevado a un niño hasta las profundidades del río, pero en el albergue del río Bartola me contaron mas tarde ese mismo caso situándolo en cerca de un año, ni que decir tiene que se cargaron al cocodrilo son muy territoriales y muy muy peligrosos para la población local, de hecho comentaban los habitantes de San Juan del Norte, que ellos nunca se bañan en el río, sino en una laguna llamada la laguna azul, en la que tuve ocasión de bañarme mas tarde.
                     
La tarde fue cayendo rápidamente tal como acostumbra en el trópico, la selva se lleno de sombras y de ruidos, a lo lejos los monos congos aullaban, poco a poco se fue poblando de luces volátiles eran luciérnagas voladoras, sencillamente fascinante.


                            Atardecer en el río San Juan


Cuando atracamos en el embarcadero eran las 21.30, doce horas y media de navegación  y estábamos exhaustos y maravillados.


En San Juan del Norte

El nuevo poblado de San Juan del Norte es un conjunto dispersisimo de casitas de madera con techumbre de cinc en algunos casos y paja en otros, nada que ver con las avenidas y mansiones que debió poseer el antiguo San Juan del Norte, llamado también Greytown.

 
                         Nuevo San Juan del Norte desde el río San Juan


                          Casas del nuevo San Juan del Norte

La gente te saluda cuando te cruzas con ellos en el poblado es lo que tiene ser uno de los cuatro visitantes que les han llegado en la última panga.


                            Atracadero de San Juan del Norte 

Contratamos a dos chavales para que nos llevaran en barca al viejo San Juan del Norte, nos dieran una vuelta por la laguna de la desembocadura y nos condujeran a la barra arenosa que la cierra frente al bravo e inhóspito Caribe de los piratas junto a Punta Castilla el saliente mas meridional del territorio Nicaragüense.

                      Desembocadura del río San Juan en el Caribe

El pueblo viejo de San Juan del Norte, fue abandonado después de la guerra civil nicaragüense. Fue blanco de represalias y finalmente quemado, sus huella aún visibles están siendo borradas apresuradamente por la voraz selva. Los guías te recomiendan que no abandones los senderos porque es probable que queden restos  de explosivos y minas sin detonar. La entrada al decrepito embarcado de madera corroída esta recubierta por un espeso tapiz vegetal al que no hay que echar la mano porque menudean las venenosas serpientes de terciopelo.


                        Entrada al embarcadero del viejo San Juan del Norte


                           Cementerio del viejo San Juan del Norte antiguo Greytown


                                 Cementerio

Consta de cuatro cementerios aun visibles; el católico, el anglicano el protestante y el masón, los restos de un bulevar donde aún puede verse el lugar donde tenía su mansión la rica familia Pellas.

                           
                        Calle del viejo San Juan del Norte antiguo Greytown


Durante el recorrido nos encontramos con una pista de aterrizaje rudimentaria perteneciente  al conocido contra de la guerrilla nicaragüense, Edén Pastora. Nos sorprendió la posible utilidad de esta infraestructura en una ciudad abandonada y perdida en la selva, tampoco sacamos nada en claro cuando preguntamos a un grupo de personas que se encontraban en ese momento midiéndola al mando del militar  que llegó en nuestra panga, es curioso encontrar gente conocida en esta esquina del mundo tan solitaria y tan difícil de llegar.


                             Estructuras abandonadas

Continuamos nuestro recorrido y encontramos viejas estructuras navieras de la antigua ruta del  transito, incluso cuentan que dicha ruta fue una candidata seria frente a la del canal de Panamá.


                              Estructuras de la vieja ruta

                             Mas estructuras abandonadas

Finalmente finalizamos la excursión dándonos un chapuzón en la Laguna Azul no sin antes ir al puesto fronterizo y comunicárselo a los militares allí presentes. Aunque reina la seguridad en la zona y los militares nicaragüenses son amables se nota un refuerzo en la vigilancia, pero que vigilan ¿A los ticos? ¿A los narcos? ¿A los millares de ilegales que cruzan la extensa frontera del San Juan?


                            Laguna Azul                

En San Juan del Norte se nos presentaron tres alternativas; la primera de ellas nos la propusieron nuestros dos compañeros de panga también forasteros como nosotros, que consistía en coger con ellos un barco pesquero hasta Bluefield, para conocer la peligrosa y fascinante ciudad de los creoles y de allí volar a Managua, ellos pensaban explorar durante varios meses la costa Caribeña de Nicaragua y remontar el rió Coco que hace frontera norte con Guatemala. Otra opción podía consistir en buscar un buen guía, nos habían hablado del Señor Evo y adentrarnos en la Reserva Indo-Maíz en su compañia hasta los lejanos poblados de los Rumas y por último volver en la siguiente panga y deternos en el albergue Marena junto al puesto fronterizo del río Bartola y desde allí remontar en lo posible el río a remos para observar la fauna y el bosque primario.

Para viajar por América deberíamos olvidarnos del tiempo y dejarnos llevar por el camino y la aventura. Sería fascinante recorrer Bluefield con dos expertos viajeros, pero con esa arriesgada opción el viaje se alargaba sine die.

La segunda opción tenía el inconveniente de que el señor Evo estaba de viaje, volvería pronto pero ni su propia mujer sabia cuando.

 Por tanto elegimos la última opción, tomamos la primara panga con la intención de instalarnos unos días en el albergue Marena en la orilla Nicaragüense, construido para  los científicos y estudiosos de la selva.

Sin despreciar las alternativas anteriores que desde luego esta en mi ánimo algún día poder realizar, la remontada a remo del Bartola y los días de descanso en el albergue fueron maravillosos y la fauna que pudimos observar no hemos tenido  oportunidad de volver a contemplar en otros destinos con bosque tropical.

El puesto fronterizo del río Bartola

Desembarcamos en el puesto fronterizo después de 6 horas de remontar el San Juan, tan lleno de vida como en la ida, volvimos a ver garzas tigres, patos agujas secando sus plumas al sol, garzas blancas, garzones azulados, multitud de gallitos de monte, y los buitres de América los zopilotes negros y rey avistando presas en las playas pedregosas del San Juan.

                        Tucán de Swainson   Ramphastos swainsonii en cautividad   

Para pasar al albergue desde el puesto fronterizo hay que atravesar el pequeño río Bartola en su desembocadura con el San Juan. Mientras esperábamos a un encargado del albergue para transportarnos hasta el mismo, estuvimos charlando con uno de los militares del puesto y jugando con su mascota un bonito tucán.


                           Albergue Marena

El albergue es básico pero cómodo, para aprovechar el día nos hacemos un recorrido marcado por la selva circundante, no obstante aparte de las guías y los primatitos nos llevamos la brújula. Oímos sin verlos a los monos congo muy cercanos y pudimos observan con detenimiento a las minúsculas ranitas venenosas rojiazules, abundantes por doquier en este lugar. Al anochecer en un recodo del rió Bartola vemos oropéndolas de Montezuma mientras los congos aúllan.


                       Ranita venenosa rojiazul Dendrobates pumilio 2,5 cm

Al regresar al albergue nos encontramos con una amiga esperándonos, es Daniela un mono hembra araña adoptado por los empleados del albergue. Nos cuentan que debió de ser expulsada de su tribu y ella misma se acerco a los humanos que en esos momentos estaban construyendo el albergue. La mantienen atada con una largísima cuerda para que no les revuelva la cocina y las instalaciones ya que ni en época de celo ha abandonado la seguridad del albergue, también nos dicen que tiene predilección por los varones y le repelen las mujeres, así que precavida me limito a hacerle a Luismi fotografías con ella donde posa muy amorosa y a mantenerme a una prudente distancia de sus afilados dientes.


                              Luismi con Daniela

Al día siguiente quedamos con el guía a las 5 de la mañana para remontar hasta que ya no fuese navegable el  Bartola, llevábamos una pequeña canoa de madera con dos remos, cuando salimos era aún noche cerrada y la espesura del bosque aun lo hacia mas oscuro. Por el camino nos encontramos con habitantes de un pequeño poblado llamado también Bartola instalado en la parte alta del río, pasan silenciosos a remo, totalmente miméticos con su medio.

La luminosidad es escasa por las horas del día y por la espesura por lo que las fotos que tomamos por desgracia no son buenas, lo que es una lastima dado la rareza y originalidad de la fauna que tuvimos la suerte de observar allí. Pudimos contemplar una pareja de garzas del sol, el guía las llamo sol y luna Eurypiga helias y era una de las dos parejas que tienen su territorio en el río Bartola. Observamos también Ibis Verde, y desde la copa de los arboles un osos hormiguero se dio un buen desayuno de termitas y hormigas sin que lo estorbáramos lo mas mínimo.


                            Oso hormiguero Tamadua mexicana

Contemplamos divertidos una pelea de dos familias de loros verdes y en libertad un tucán de Swainson el mismo que el día anterior habíamos visto en cautividad en el puesto fronterizo.


                          Ibis verde Mesembrinibis cayennensis

La ruta finaliza en San Juan del Sur, donde los viajeros embarcaban rumbo a San Francisco, después de atravesar el lago Cocibolca hasta Rivas o La Virgen de allí un corto recorrido de apenas 16 Km en llano hasta San Juan del Sur.


                                San Juan del Sur

San Juan del Sur es un bonito pueblo de veraneo muy cercano a la frontera con Costa Rica, chiringuitos en la playa donde se puede comer marisco, y una primera línea de playa con buenas vistas y poco más, un lugar ideal para relajarse.


                                    Puesta de sol San Juan del Sur

Fin de la ruta del tránsito
El diario digital La Gente de Nicaragua publico el 2 de diciembre de 2010, un extracto de este relato. Desde aquí les agradezco el haber elegido mi relato de viajes por el Río San Juan, para ilustrar la belleza de su hermosisimo pais y la nobleza de sus gentes;