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viernes, 21 de septiembre de 2012

Oración a la luna

***
Tú, luna que reluces
en las hondas alturas de la noche,
más allá de mi vida, monte seco
donde solo florecen las ortigas,
sálvame con tu luz, arcana imagen.
Tú, más allá de la carencia humana,
te sostienes incólume, girando
para todas las almas que sondean
el mar del infinito.
Desde los miradores de la tierra,
no ceso de llamarte sin palabras.

Tú, luna que reluces
en el desierto calmo de los aires,
ilumina mis lágrimas furtivas,
que salen de mis ojos
a los caminos negros de la noche.
Cuando me duerma luego
sobre mi dura cama,
alondras invisibles
inundarán de canto mis oídos;
oleajes de brisa
inundarán mi habitación oscura
de violetas aromas de lavanda.
Y aunque sea de noche,
debajo de mis párpados cerrados
florecerán auroras.

Vaga luna che inargenti (arietta). Vincenzo Bellini. Cecilia Bartoli, mezzosoprano.

2 comentarios:

Iván Cabrera dijo...

Bellísimo y delicado poema, lleno de suaves cadencias, Ramiro. Ojalá pueda verlo pronto en un libro.

Ramiro Rosón dijo...

Iván:

Me alegro de que te guste. Todavía no he terminado el libro inédito al que pertenece este poema, pero no dudes que saldrá publicado con el resto de la obra si consigo editor cuando la termine. Un abrazo.