◘ Tratado de libre comercio de América del norte (TLAN)

La búsqueda de nuevos mercados para los productos mexicanos era una tarea fundamental del cambio estructural. Fue una de las razones para impulsar el tratado de libre comercio de América del norte (TLCAN), en el que participan México, Canadá y los estados unidos, y está en vigor desde el 1` de enero de 1994. En él se establecieron nuevas condiciones para las importaciones reciprocas de productos y abarca al conjunto de las economías de los tres países, incluyendo áreas como bienes comerciales, servicios, inversiones, patentes y propiedad intelectual. EL TLCAN pretende eliminar, de una manera más completa que los acuerdos tomados dentro de la OMC, los impedimentos arancelarios y legales para la comercialización de los bienes y servicios de los países participantes, tendiendo a alcanzar un intercambio totalmente libre.
Sin embargo, el TLCAN incorpora la idea de que esta apertura no puede lograrse de manera inmediata en la totalidad de las ramas de la economía por el riesgo de dañar seriamente algunos sectores productivos, en especial del lado mexicano. Así, se establecieron plazos variados para la inclusión gradual en la liberación comercial de ciertas áreas económicas como el servicio telefónico local o la industria automotriz, por citar algunos ejemplos.

Para México lo importante del TLCAN radica en que este le permitiría aumentar sus exportaciones de bienes y servicios. Esta es la única manera de compensar los crecientes gastos en importaciones (de tecnología y bienes de capital) derivadas del proceso de modernización que exige la economía globalizada. Actualmente 88.7% de las exportaciones mexicanas es vendido en estados unidos, mientras que 61.8% de nuestras importaciones provienen de dicho país.

El TLCAN suscito un fuerte rechazo por parte de diversos sectores de mexicanos que se vieron afectados por la competencia: industriales que no querían desaparecer, organizaciones sindicales que se preocupaban por perder sus empleos o algunas de sus conquistas laborales, organizaciones campesinas que sentían que la privatización de tierras se incrementaría intensamente, grupos ecologistas que temían el uso indebido del territorio mexicano por la debilidad de su legislación ecológica en comparación con la norteamericana y la canadiense, etc. También inquietaba, especialmente éntrelos sectores afines a la izquierda, un incremento masivo del capital norteamericano que fuera comprando –y por tanto, adueñándose- gradualmente el país.
Después de poco más de diez años de haberse implantado, los resultados del TLCAN han sido significativos, aunque todavía están lejos de lo esperado por sus promotores. Si bien las exportaciones mexicanas Han sido considerables y la balanza comercial es favorable, sus posibilidades de crecimiento son limitadas. La política de apertura a la inversión de no se ha traducido en el crecimiento generalizado y significativo de la misma, ni en un impulso vigoroso a la modernización de la planta productiva mexicana. Esto se debe, entre otras cosas, a que:

  • Muchas empresas han preferido comercializar los productos importados, en vez de modernizar su proceso productivo.

  • La estrechez del mercado interno mexicano no estimula el crecimiento sostenido de la inversión.

  • La inversión nacional se ha concentrado en ramas conectadas a la economía estadounidense. Los capitales mexicanos se han orientado a la especulación bursátil. El capital extranjero se ha ubicado sobre todo en los sectores comercio, servicios y financiero. Las áreas que podrían propiciar la modernización y la ampliación de la capacidad productiva para el crecimiento todavía están insuficientemente atendidas.
 Particularmente, a partir de 2003las grandes diferencias económicas entre estados unidos y México han rebelado los profundos afectos que pueden tener en el marco de la apertura comercial. En ese año, y en cumplimiento de los plazos estableciendo al suscribirse el TLCAN, el mercado mexicano se abrió a los productos agropecuarios de estados unidos y Canadá, que ahora compiten con los productos nacionales.

Dadas las condiciones de producción y comercialización en esta área, particularmente en estados unidos, muchos productos agropecuarios básicos (como granos y carne) llegan a México a precios inferiores a los que tienen su producción en nuestro país. Como consecuencia, se prevé que los productos de importación sustituyan a los nacionales, aumentando la dependencia alimentaria e impidiendo el flujo de recursos hacia el campo. Sin estos, resultaría imposible que la producción agropecuaria nacional se a niveles que le permitan competir con los productos extranjeros.

Como resultado, los productores agropecuarios mexicanos, particularmente los campesinos, han realizado diversas movilizaciones demandando la renegociación de la parte correspondiente del TLCAN, a fin de lograr condiciones que permitan competir con menos desventajas y con ello crecer económicamente para alcanzar una autosuficiencia alimentaria básica.

Cabe señalar que uno de los factores críticos en este debate son los elevados subsidios que los productores norteamericanos reciben de su gobierno y que no solo contradicen la política neo liberal promovida, sino que, evidentemente, representan montos económicos incomparables con los exiguos recursos con los que el gobierno mexicano apoya, cuando lo hace, a los campesinos.


Actividad:

1) Cual era la tarea fundamental del cambio estructural:

2) Que significa TLCAN:

3) Desde cuando está en vigor el acuerdo en el que participan México, Canadá y los estados unidos:

4) Que se estableció en él:

5) Que pretende eliminar el TLCAN:

6) Que idea incorpora el TLCAN:

7) El TLCAN suscito un fuerte rechazo por parte de diversos sectores de mexicanos que se vieron afectados por la competencia: