Teoura
 En el mercado polÃtico, la reforma está en alza. Hay que reformar. La oferta con la que nuestros dirigentes actuales y futuros pretenden ilusionar a los ciudadanos consiste en reformas. Abandonada la quimera trotskista de la revolución permanente, hemos entrado en la era de la reforma permanente.
 Re-formar: dar nueva forma. La palabra poco dice de la sustancia.
 Cuando la economÃa iba bien, nos urgÃan a reformas consistentes en reducir impuestos, contener el gasto público, moderar los salarios, flexibilizar el mercado laboral y hacer viable un sistema de pensiones al borde del precipicio. Ahora, cuando vienen tan mal dadas, nos urgen a reformas consistentes en reducir impuestos, contener el gasto público, moderar los salarios, flexibilizar el mercado laboral y hacer viable un sistema de pensiones al borde del precipicio.