Arrayán. Una opción 100% orgánica





Debido al desinterés en la investigación o la falta de aprovechamiento encaminado a preservar la especie con fines endémicos en México, existen frutales exóticos poco conocidos y difundidos, quizá algunos en peligro de extinción, como es el caso del arrayán.

El árbol de arrayán, también llamado mirto, cuyo fruto recibe el mismo nombre, es de origen mediterráneo, tanto del sur de Europa, como del norte de África. Puede alcanzar una altura de 10m, es un árbol esbelto, cuya corteza es lisa pero puede variar en color de casi blanca hasta verde grisáceo y crecer en cualquier tipo de tierra y altitud; no obstante, su distribución es más frecuente entre los 700 y 1500 metros sobre el nivel del mar. La fruta fresca se come en la estación y con ella se fabrica jugo fresco y dulces. A este árbol se le suele conocer como guayabillo.

Tanto el árbol como su fruto, se ha encontrado en entidades como Michoacán, Jalisco, Puebla, Morelos, Nayarit, Estado de México, entre otros estados. Es un árbol que crece en forma silvestre, a veces de traspatio y con una longevidad de más de 150 años; su fruto es anual.

Los arrayanes son frutas del tamaño y color de un nanche, pero con delicioso sabor ácido aromático, agradable y refrescante. Contiene apreciables cantidades de vitaminas del grupo B, vitamina C, acido nicotínico, proteínas, sales minerales, carbohidratos, así como ácido tánicos, cítrico y málico, entre otros, por lo que puede considerarse como un buen alimento.

El costo de producción de un kilogramo de esta fruta es prácticamente nulo, en tanto que el precio de venta al consumidor, al inicio y al final de la producción es superior a los 50 pesos. Los agricultores de arrayán no hacen desembolso alguno, pero sí se benefician de la venta del fruto. 


El arrayán es completamente orgánico, en el sentido de que no requiere ningún agroquímico y, en promedio, produce poco más de 100 kg, por periodo. La fruta se utiliza para hacer agua fresca, atole, paletas de hielo. Desde el punto de vista medicinal, la esencia de la hoja de este mirto tiene propiedades balsámicas, llagas y heridas, antisépticas y sedantes, principalmente si se usa para curar afecciones del sistema respiratorio.


Fuente: Valor Universitario.


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