LECCIONES DE ESTUDIO DE LA BIBLIA INTERNACIONAL

Todo tiene su tiempo

Versículo clave: “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene hora”
—Eclesiastés 3:1

Escritura seleccionada:
Eclesiastés 3

DURANTE EL TIEMPO DE SU reinado sobre Israel, Salomón se hizo muy rico, y se rodeó de mucha gloria y pompa. Dios lo había bendecido con gran sabiduría, aunque a menudo era imprudente en su vida privada. Él escribió acerca de todo esto en el libro de Eclesiastés. Durante sus últimos años Salomón comprendió la locura de sus caminos, entonces procuró amonestar otros para que no sigan su ejemplo. Este libro es un recordatorio para mostrarnos que a pesar de la riqueza, el placer, el honor y la gloria, la vida es vana sin Dios.

Además de estos consejos sabios, el libro también nos brinda información valiosa acerca de la naturaleza del hombre y su condición de muerte. Las Escrituras registran a Dios declarando al padre Adán que él sería castigado con la muerte si lo desobedeciera, y tomara la fruta prohibida. Pero Satanás dijo, “no moriréis” (Génesis 3:4). Este es el origen de la pena de muerte sobre la familia humana, y la teoría que no hay muerte.

La búsqueda de bienes materiales es sin duda buena en su tiempo y orden apropiado, pero no adecuadas cuando son fuera de tiempo y lugar. Las personas desean creer que hay un tiempo para todo lo que ocurre en la vida. ¿Pero, cómo se relaciona en nuestras vidas en el propósito de Dios? Salomón dijo: “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras: tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz” (Eclesiastés 3:1-8).

Más adelante, Salomón dice: “He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres. Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó” (vss 3:14,15). Otra vez escribe: “y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace” vs 17.

La muerte es el enemigo común la humanidad. Salomón escribe: “Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: Como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tienen más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad. Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo. ¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres sube arriba, y que el espíritu del animal, desciende abajo a la tierra?” vss 19-21.

El hombre no tiene ‘ninguna preeminencia’ sobre la creación animal. Salomón sabiamente ha dirigido el hecho que hay un tiempo para todas las cosas, incluyendo el destino de toda la humanidad quien comparte su última condición de muerte. Nuestro Señor Jesús pagó el precio por el pecado, y dará a toda la humanidad la oportunidad de recibir la vida durante su reino glorioso.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba