BIENVENIDOS..........!!!!!!!

En este blog encontraras cosas de mucho interes para ti, es justo lo que necesitas y algo mas.....
recuerda: La base del exito no esta en cuanto ganas si no en cuanto das.....ldo

viernes, 18 de enero de 2008

CULTURA ORGANIZACIONAL EN MEXICO

CULTURA ORGANIZACIONAL EN MEXICO.

La tendencia natural de la humanidad al “progreso”, en mucho es el resultado de la cultura que se “viva” en determinado tiempo y espacio, no es por tanto, un concepto abstracto, pero la esencia de la vida misma es cultura. Es comprensible el debate existente en torno a la cultura entre antropólogos, politólogos, sociólogos, comunicadores, etc., por su influencia en la delimitación de otros conceptos también importantes como lo son: soberanía nacional, identidad personal, etc.

La cultura es un factor inseparable de los procesos de desarrollo económico, social y político de la humanidad. El desarrollo de los pueblos está relacionado con factores culturales, entre los que pueden incluirse la misma economía de los individuos. El desarrollo cultural puede ser visto como la sucesión de eventos en los que el hombre aprende a hacer uso tanto de los instrumentos materiales como de los culturales. Del contacto que se tenga con ideas, instrumentos, técnicas, formas de organización y comunicación, etc., esencia misma de la cultura, depende el desarrollo de la humanidad. El factor cultural de cualquier grupo humano es un elemento que puede ser manejable para transformar sus condiciones materiales.

En el estudio de la cultura en México desde la perspectiva antropológica destaca Fray Bernardino de Sahagún, a quien se le considera ser uno de los precursores de la antropología cultural y quien tiene como mérito el rescate de la cultura de los indígenas pobladores de México, usando como metodología de investigación la información que obtenía de los mismos, a quienes daba entrenamiento en el empleo de las técnicas de investigación cultural, en el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco.

La cultura empresarial de una sociedad determinada, proporciona el esquema características de las organizaciones llamadas empresas y la de sus principales actores, empresarios y administradores.

La cultura empresarial, en este sentido, está implicada en lo que Checkland (1981) denomina “Weltanschauung”, la cual es descrita como “la perspectiva o punto de vista, imagen o modelo del mundo, que da sentido a este sistema y a su proceso de transformación” (Sáez Vacas, 1996). En este sentido, es importante entender cómo las diferencias culturales de los grupos hegemónicos y clases dominantes de una nación, pueden ser las promotoras de su desarrollo, o bien, constituirse en sus obstáculos que dificulten las transiciones a estadios más elevados.

Una variante de la cultura empresarial es la concepción de lo que se conoce como cultura de la productividad o cultura de la producción, concepto que nos preocupa en México, en donde hablamos de una nueva cultura de la productividad y la calidad. Para Hernández, García y Wilde, la cultura de la producción o cultura productiva es la comprensión del origen y desarrollo de “las características de la cultura como resultado de la interacción de individuos en un colectivo con el objeto de producir, es decir, alcanzar objetos económicos y sociales, sumados a una serie de herramientas técnicas y administrativas en un centro de producción”. Esta cultura de la productividad implica el reconocimiento del “factor cultural como la fuente que da origen a la determinación de los sujetos” según Díaz (1995).

La cultura organizacional es modelada por quienes tienen el poder directivo y puede ser usada para reforzar los objetivos organizaciones. De alguna manera, podemos decir, que la cultura es un componente de la personalidad, aspecto importante para las organizaciones compuestas por individuos.

No existen culturas organizaciones malas o buenas, sino culturas funcionales y disfuncionales a los objetivos de las organizaciones. Las prácticas administrativas en cualquier organización, tienen como marco referencial natural, no solamente su propia cultura corporativa, sino también los demás niveles de la cultura.

La cultura en las organizaciones mexicanas es más cálida que muchas otras, en donde la mujer es discriminada en razón de su género y algunas experimentan el asedio sexual, debido a la percepción de que rol femenino tiene más desarrollo en un hogar. Sin embargo, las condiciones culturales están modificándose muy rápidamente, y estos fenómenos se manifiestan cada vez menos, sobretodo en aquellas mujeres que despliegan una conducta laboral más profesional. La llamada “ética del marianismo” se manifiesta en aquellas mujeres que están contentas con conservar roles contrarios a la “ética machista”, y se resisten activamente a abandonarlos.

La cultura de las organizaciones en México valoran más la conservación de los empleos, evitando en lo posible tomar riesgos innecesarios que impliquen su pérdida, debido a los altos costos de liquidación y por las enormes dificultades para conseguir otro empleo mejor. La seguridad y la confianza interpersonal como valores organizacionales son muy bajas, lo que conduce a establecer acuerdos no muy realistas y a problemas de entendimiento y comunicación enfatizados por un estilo gerencial autocrático que no facilita la comunicación de los niveles inferiores hacia los niveles superiores.

Debe surgir una nueva cultura organizacional en México, que permita el reconocimiento de las potencialidades humanas; por un lado, los trabajadores quienes deben aportar sus mejores esfuerzos, creatividad, innovación, etc., y por el otro, los empresarios quienes deben retribuir los beneficios que reciben, apoyar el desarrollo humano en sus organizaciones, otorgar libertad a los trabajadores para su organización y elección libre de sus representantes, etc., que constituya un nuevo modelo cultural que contribuya al incremento de la productividad laboral, en un mundo altamente competitivo. De esta manera, se logrará el desarrollo de la organización y se comprometerá e involucrará al trabajador en los objetivos, las metas y la innovación.

El presente artículo tiene como finalidad, dar un punto de vista personal acerca de la relevancia de la comunicación y la aplicación de sus diferentes modelos existentes dentro de una organización, basados en la lectura de los capítulos II y III de Abraham Nosnik Ostrowiak y Juan Guillermo Pérez Castillo, respectivamente.

Se escucha muy bonito y lo repiten frecuentemente en las noticias y realmente pocas personas en mi entorno se han percatado de ello y le han dado muy poca importancia, se trata de la “globalización”. Éste concepto vanguardista se encuentra de moda, y simplemente significa la apertura de los mercados de los diferentes países al mundo entero, en donde no basta ser bueno sino el mejor.
Para lograr esta competitividad en el mundo globalizado, es necesario contar con tecnología de punta, personal calificado, estrategias de mercado, capacitación constante, etc., pero el elemento fundamental es la “comunicación”.

La globalización y la modernidad también han alcanzado a la comunicación, en donde toda organización independientemente de sus economías, culturas empresariales, jerarquías, poderío, etc., indiscutiblemente deben de estar alertas a lo que el mundo quiere comunicarles con cada uno de sus acontecimientos y estar listas para enfrentar el cambio dentro de sí mismas, ya que el cambio externo es constante e imparable.

Esta modernidad comunicación al debe ser considerada de suma importancia en las organizaciones para su permanencia en el mercado y no sólo debe ser importante para aquellas cuyo fin es el lucro, sino también desde el mismo seno familiar, hasta las grandes empresas (las más poderosas) y poder lograr ser el mejor receptor, así como el mejor emisor; y lo más importante, compartir esta información correctamente y por los canales idóneos.

Como menciona Juan Guillermo Pérez Castillo en su ensayo de la importancia de los modelos y herramientas de la comunicación: “la comunicación es el proceso vital que constituye a las organizaciones .........” dicho de esta manera por el autor y considerado como un proceso vital, es evidente la complejidad de este proceso de comunicación, por lo cual se han desarrollado diferentes modelos de trabajo para poder manejar y conducir de la mejor manera y al logro de las metas en las diferentes organizaciones.

Sin embargo, la mayoría de los modelos teóricos existentes nos han sido heredados de generación en generación y a través de las aulas de clases, están enfocados a las organizaciones formales, sin considerar quizás, que para poder hacer que una organización formal alcance sus metas y poder contribuir a su desarrollo a través de un modelo comunicaciónal, es necesario empezar por modelos de comunicación familiares, pero sin el afán de poner a un lado los modelos existentes y sus grandes contribuciones a las diferentes organizaciones a través de la historia.

En nuestra realidad, lo único que es constante es el cambio y el reto nuestro es lograr procesos de comunicación más efectivos y que lleguen a todos niveles para poder hablar de lo mismo y no tratar de esconder o disfrazar la información y, mucho menos, subestimar la capacidad de los involucrados en las organizaciones en las cuales participamos cotidianamente.

Finalmente, la comunicación en sí misma es un arma de dos filos, cuyo poder radica en los valores y principios que cada uno de nosotros posee, ya que podemos hacer el bien y coadyuvar al desarrollo y prosperidad de las organizaciones o todo lo contrario

La cultura de una organización juega un papel determinante en las actitudes de los empleados, la forma de comunicarse es parte de esa cultura; bien es sabido que el problema principal que la mayoría de los individuos arrastra es el no saber escuchar, cuando se anuncia en una empresa que están por iniciarse cursos de actualización, la mayoría de las veces las personas que acuden a ellas no muestran un verdadero interés, son renuentes y desconfiados por lo que la información o provecho que de ellos se pueda obtener es mínimo o casi nulo.

Para analizar la cultura dentro de una organización, debemos hacer notar que la individualidad es determinante, es decir, la personalidad de un individuo no se puede cambiar, pero sí se puede llegar a influir en ella, cada uno posee sus propios valores y creencias. Ahora bien, al formar parte de una organización, en donde la escala de valores es diferente y en la cual el desempeño en el trabajo es parte esencial para efectos de productividad, el trabajador pudiera sentirse hasta incómodo y acabar abandonando la organización.

Se dice, que el mexicano (visto a través de los ojos de extranjeros) posee más defectos que virtudes y es –según los europeos- que éste vela primero por su familia que por su trabajo, mientras ellos se enfocan más en su trabajo que a la familia. El valor más arraigado del mexicano es innegablemente el amor a la familia, es por ello que muchos empresarios prefieren a hombres casados con hijos que solteros (para formar parte de su familia empresarial), ya que se dice que un mexicano casado suele ser más responsable que uno soltero.

Quizá la respuesta a todos los problemas que en la familia, la escuela y el trabajo tenemos, la encontremos resolviendo las siguientes preguntas:

• ¿Estoy aprovechando el breve tiempo que tengo para expresar mis sentimientos a mi familia?
•¿Estamos comunicándonos adecuadamente?
• ¿Soy congruente en mis acciones?
• ¿Tal vez no me comprendan porque no me expreso de tal manera que ellos lleguen a entender lo que siento y estoy viviendo?

Las formas distintas en las cuales nos expresamos, a veces transmiten información más clara y precisa las gesticulaciones y movimientos corporales. Esto lo plasma mejor la frase “una imagen dice más que mil palabras”.

Una frase alentadora o una palmada en la espalda, para la mayoría de las personas a veces no es suficiente; tal vez se deba a que las frases que escuchamos y que son emitidas por personas de niveles jerárquicos superiores no suenen del todo honestas. Bien sabido es, que cuando una persona con la que tenemos años trabajando y conviviendo, que nunca se inclinó por dirigir un saludo o simplemente (a pesar de estar en la misma área laboral) siempre se cerró al diálogo y mostró indiferencia, un día llegue hasta nuestra área de trabajo y nos salude cordialmente, pregunte por nuestra salud y la familia, es inevitable pensar que quiere o necesita de nuestra ayuda.

Dentro de las organizaciones las jerarquías son inevitables, proporcionan a las personas estatus que los hace sobresalir sobre los demás miembros de la empresa, y de alguna manera, constituye a la vez una barrera en la comunicación. Cuando una persona consigue ocupar un puesto importante llega a cambiar, el modo de vestirse, la forma de comportarse y saludar suele ser distinto.

Siempre se ha dicho que el recurso humano es indispensable en la empresa y que es la parte de la organización más difícil de coordinar. Hay que recordar siempre que el ser humano es hasta cierto punto sensible, el integrarse a una empresa y cumplir con las reglas, el entender su filosofía, es un proceso que no se da por arte de magia, es necesario proporcionar a este nuevo integrante la información correspondiente.

No hay comentarios: