Tres pasos básicos para una gestión efectiva

Ampliando el concepto de gestión como la manera de enfrentarse a una situación para lograr un objetivo determinado, debemos considerar tres pasos básicos para que esa gestión sea efectiva. Tanto cuando nos encontramos delante de un problema, como si debemos llevar a cabo la planificación o la puesta en marchar de una nueva estrategia debemos partir de tres aspectos.

El primero de ellos es el planteamiento del propio problema, en qué situación nos encontramos actualmente y qué es lo que queremos alcanzar. Este es nuestro punto de partida y, como tal, debemos recopilar toda la información necesaria sobre dónde nos encontramos y cuál es el objetivo a alcanzar.

El segundo aspecto es la visualización del objetivo. Esta parte tiene dos vertientes, por un lado tiene un efecto motivador, debemos pensar en qué lograremos una vez alcanzado el objetivo y lo que eso supone a nivel económico, personal o profesional. Por otro lado nos sirve para determinar exactamente cuál es el objetivo concreto a alcanzar.

La tercera parte se refiere a la aplicación de un procedimiento para unir ambas partes y partiendo de la situación actual se pueda llegar a la situación futura y se alcance el objetivo perseguido.

Si pensamos en una ecuación 2x-3+5x+10=56-4x podemos ver en la parte izquierda de la ecuación cuál es el planteamiento del problema y en la parte derecha el resultado a obtener. La visualización de nuestro objetivo podría ser el obtener el resultado de x (x=…) y la implicación de haber logrado identificar el valor de esa incognita. El procedimiento a serguir para lograr ese objetivo es la estrategia que vamos a desarrollar para alcanzar ese resultado, despejar las incognitas, cambiar de signo los factores al pasarlos de un lado al otro de signo =, etc.

Pensemos en una situación habitual en la que álguien nos plantea un problema. Para poder ayudarle debemos conocer los detalles actuales, la definición del problema y todo lo que se puede relacionar con él. Luego debemos identificar qué es lo que pretende la persona que nos plantea ese problema, cuál sería la solución ideal y a partir de ahí deberíamos idear la manera de alcanzar ese objetivo, los pasos a dar para ello, las diferentes alternativas, etc.

En la gestión empresarial pasa lo mismo, pensemos en una empresa que partiendo de una situación determinada persigue unos determinados objetivos, supongamos que para ello vamos a trazar una estrategia de planificación presupuestaria que nos ayude a medir todo el proceso. Empezaremos por un planteamiento completo de cuál es el momento actual en el que nos encontramos y qué objetivos queremos alcanzar y la repercusión del cumplimiento de esos objetivos dentro de la organización. Teniendo claro cuál es el origen y cuál el destino podemos ya empezar a plantear las estrategias y los ajustes y acciones que nos permitan unir principio y fin.


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