miércoles, 16 de febrero de 2011

Positivismo Porfirista


Los que mandaban habían sido distinguidos por el éxito económico la cultura superior, tenían por misión buscar el beneficio de toda la sociedad que, integrada por una mayoría de gente de inferior capacidad, debería de acatar con respeto y agradecimiento la dirección de los “más aptos”.

Esta aplicación del evolucionismo y de la selección natural llevó al grupo en el poder a conclusiones extremas, como las que afirmaban que los indígenas mexicanos se debatían en la pobreza, la ignorancia y las enfermedades y estaban en franco proceso de extinción debido a su inferioridad natural y a su falta de capacidad intelectual. Si los indígenas reclamaban sus derechos a la tierra y a su propia cultura, exigían mejores jornales y mejor trato, entonces los “más aptos” debían acelerar el proceso de exterminio y en esta forma ayudar a la obra de la naturaleza.

Porfirio Díaz se negó a realizar el programa propuesto por Unión Liberal. Los autores del programa lo pusieron en manos de Limantour para que lo hiciera llegar a Díaz, pero éste no dio señales de querer observarlo, pues ni se comprometió a ello de palabra ni por escrito, ni mucho menos se sujetó a sus términos en su conducta posterior (Zea, 1993:426-427).

En torno al ministro de Hacienda Limantour, se integró la oligarquía de los científicos, que fueron adueñándose de los más fructíferos negocios del país, hasta convertirse en árbitros de la prosperidad de los mexicanos. Desde que abandonaron su programa en 1892 sólo habían tratado de beneficiarse en sus intereses Privados.
La burguesía mexicana buscaba orden en la sociedad a cualquier precio, por lo que su principal lucha era con los liberales y conservadores que se empeñaban en sostener ideas anárquicas las cuales eran efectivas para destruir un orden pero nunca para construirlo.
Este combate proclamado tuvo efecto en varios aspectos de la realidad social mexicana que aun hoy puede sentirse en todos los niveles y principalmente en los educativos: Programas y proyectos de educación, ciencia e investigación. 

Durante los años de fiebre positivista los políticos formados en estas ideas, al igual que los científicos, trataron de poner orden y lograr entonces la libertad. Defendían con tal ahínco la metodología que el pueblo les propinó el mote del "partido de los científicos". Porfirio Díaz tomó el poder político y la burguesía el económico. 

El primero se declaraba positivista y científico a ultranza, mientras los segundos se enriquecían bajo los presupuestos darwinistas de que todos los mexicanos tenían derecho a enriquecerse, pero unos podían más que otros. Los beneficiados: políticos que traficaban con concesiones industriales y los grandes latifundistas.
Gabino Barreda fundó la Escuela Nacional Preparatoria, cuna de las nuevas ideas y el gran semillero de los hombres influyentes del país. Los preparatorianos llegaron a ser en poco tiempo líderes de la administración pública y directores de la actividad intelectual.


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