El sistema de gerencia tradicional ha funcionado siempre analizando las compañías como un todo y concluyendo sobre la cifra única que entrega el estado de resultados, situación que hoy no debe continuar aplicándose debido a las condiciones de velocidad, complejidad, volatilidad y mercados que están interviniendo en el mundo comercial.

Debemos entender que el resultado de la gestión empresarial, el cual esta representada por ese número único y solitario del estado de pérdidas y ganancias, es la sumatoria de los diferentes resultados que se obtienen al interior de cada una de las Unidades Estratégicas de Negocio, que posea la empresa a su interior.

Las U.E.N se originan cuando se abre la empresa en los diferentes negocios que a su interior se desarrollan y es ahí, donde se inicia el control detallado de cada operación, por lo tanto, de cada unidad estratégica de negocio, permitiendo construirle su propio estado de resultados de forma administrativa, y este a su vez, nos lleva al control detallado y pormenorizado de la gestión de cada U.E.N y de manera sencilla podemos concluir sobre la cifra final, que no es mas que la sumatoria de los resultados de cada una de las U.E.N que existan dentro de la operación empresarial.

Empresa ejemplo: LA ESTACIÓN DE COMBUSTIBLES que a su interior tiene los siguientes negocios: Combustibles (venta de combustibles), Serviteca (ventas de llantas y demás accesorios), Lubricentro (Venta de aceites, filtros, etc.), Lavadero de vehículos, Supermercado, Mecánica (frenos, parte eléctrica y aires acondicionados), Seguros (soat, seguros generales de vehículos).

Tal como lo podemos ver, las anteriores unidades estratégicas de negocios, tienen sus propios ingresos y sus propios egresos, situación que fácilmente nos permite llegar a un estado de resultados por cada una y a su vez, nos indica a cual de ellas debemos intervenir por estar presentando resultados no acordes con lo esperado y/o lo presupuestado.

Por: Andrés Nicolás Jaramillo Zuluaga