Los filósofos estoicos y epicúreos propusieron teorías morales
basadas en principios opuestos a los de la ética en Grecia: la virtud y la vida
con moderación (estoicismo), y la búsqueda del placer (epicureísmo).
La filosofía del estoicismo se desarrolló alrededor del
año 300 a.C. durante los periodos helenístico y romano.
En Roma el
estoicismo resultó ser la más popular de las filosofías griegas y Cicerón fue,
entre los romanos ilustres, uno de los que cayó bajo su influencia. Sus
principales representantes durante el periodo romano fueron el filósofo griego
Epicteto y el emperador y pensador romano Marco Aurelio
Según los
estoicos, la naturaleza es ordenada y racional, y sólo puede ser buena una vida
llevada en armonía con la naturaleza.
Los filósofos
estoicos, sin embargo, también se mostraban de acuerdo en que como la vida está
influenciada por circunstancias materiales el individuo tendría que intentar
ser todo lo independiente posible de tales condicionamientos.
La práctica de
algunas virtudes cardinales, como la prudencia, el valor, la templanza y la
justicia, permite alcanzar la independencia conforme el espíritu del lema de
los estoicos, "Aguanta y
renuncia".
De ahí, que la
palabra estoico haya llegado a
significar fortaleza frente a la dificultad.
Epicureísmo
En los siglos IV
y III a.C., el filósofo griego Epicuro desarrolló un sistema de pensamiento,
más tarde llamado epicureísmo, que identificaba la bondad más elevada con el
placer, sobre todo el placer intelectual y, al igual que el estoicismo, abogó
por una vida moderada, incluso ascética, dedicada a la contemplación.
El principal
exponente romano del epicureísmo fue el poeta y filósofo Lucrecio, cuyo poema “De
rerum natura” (De la naturaleza de las cosas), escrito hacia la mitad del siglo
I a.C., combinaba algunas ideas derivadas de las doctrinas cosmológicas del
filósofo griego Demócrito con otras derivadas de la ética de Epicuro.
Los epicúreos
buscaban alcanzar el placer manteniendo un estado de serenidad, es decir,
eliminando todas las preocupaciones de carácter emocional.
Consideraban las
creencias y prácticas religiosas perniciosas porque preocupaban al individuo
con pensamientos perturbadores sobre la muerte y la incertidumbre de la vida
después de ese tránsito.
Los epicúreos
mantenían también que es mejor posponer el placer inmediato con el objeto de
alcanzar una satisfacción más segura y duradera en el futuro; por lo tanto,
insistieron en que la vida buena lo es en cuanto se halla regulada por la
autodisciplina.
FIGURA 1. Esquema que muestra los conceptos y
desarrollo que tuvo la filosofía helenística
Época del Imperio Bizantino
El cristianismo
postula como valores fundamentales el monoteísmo, la providencia, el pecado
original, el amor y la inmortalidad del alma. Se orienta a la espiritualidad.
Honra a la
familia y a las tradiciones, Apoya virtudes como la fe, la esperanza y la
caridad. Los valores son una manifestación absoluta de los divino.
San Agustín de
Hipona afirma que el hombre es su alma y el cuerpo un mero instrumento. El
libre albedrío es una facultad para elegir el camino hacia Dios.
Ética en la Edad Media
La escuela
filosófica llamada escolástica es la que predomina en esta época. La ética
tiene un enfoque eminentemente religioso
postulado por el cristianismo.
Santo Tomás de
Aquino recupera la obra de Aristóteles y señala que Dios dirige todas las cosas
y que obrar bien es obedecer a la ley de Dios.
Ética en el Renacimiento
La filosofía
renacentista es la que se desarrolló en Europa desde el siglo XIV hasta el
siglo XVI.
El Renacimiento es fruto de la difusión de
las ideas del humanismo, que determinaron una nueva concepción del hombre
y del mundo.
El término simboliza la reactivación del
conocimiento y el progreso tras siglos de predominio de un tipo de
mentalidad dogmática establecida en la Europa de la Edad Media.
En esta época se da una valoración del
mundo. Se cree en la realización del hombre a través del espíritu.
las
características del pensamiento renacentista son las siguientes: Humanismo, Naturalismo,
Antropocentrismo y Reforma protestante.
Las principales
aportaciones a la ética las realizan Tomás Moro y Martín Lutero.
Tomás Mor en su
libro Utopía, proclama los ideales de la educación humanista.
Martín Lucero,
iniciador del movimiento protestante, escribe la Biblia reformada en donde
cuestiona algunos postulados de la Iglesia Católica y defiende valores como el
trabjo.
La ilustración
Corriente intelectual de pensamiento que
dominó Europa y en especial Francia durante casi todo el siglo XVIII, tiene sus
comienzos en el Racionalismo y el Empirismo del siglo XVII para concluir en la
Revolución Industrial del siglo XVIII, la Revolución Francesa.
Este movimiento abogaba por la razón, que
pretendía liderar al mundo hacia el progreso, acatándolo del largo periodo de
tradiciones, superstición, irracionalidad en el que estaba sometido en la edad
media. Los líderes intelectuales de este movimiento se consideraban a sí mismos
como la élite de la sociedad.
Ética de la Ilustración
La ética del deber esta fundamentada en la
razón, es transformada en una ética funcional, cuyo principal objetivo era el
bien del Estado.
Se encuentran
estas Éticas:
Ética Kantiana.
Donde el principio de universalidad de su
imperativo categórico, es, a la vez, uno de sus puntos más rebatidos a lo largo
de la historia de la filosofía.
Subjetivismo
Cada Persona tiene su opinión, puede
decidir por sí mismo que es correcto y que no lo es. Por lo tanto algo es
moralmente malo si y solo si esta acción está de acuerdo con los valores
aceptados por sí misma.
No hay respuestas verdaderas o falsas.
Relativismo Cultural
Cada cultura o sociedad puede decidir por sí
misma, lo que es correcto en una cultura puede no serlo en otras, por esto algo
es moralmente incorrecto si este algo está en desacuerdo con los valores
aceptados por la sociedad.
El relativista cultural es tolerante con
otras culturas de diferentes sociedades.
Las Órdenes de Dios
La escénica de la
moralidad está constituida por lo mandatos de Dios, donde algo es moralmente si
no está de acuerdo con las ordenes descritas por Dios.
Utilitarismo
Corriente del pensamiento que considera la
utilidad como principio de la moral.
Los orígenes del utilitarismo se encuentran en el siglo XVIII, con J. Bentham y D´Alembert.
En su Introducción a los principios de la moral y la legislación (1789), Bentham explicó el principio de utilidad como el medio para contribuir al aumento de la felicidad de la comunidad . Creía que todas las acciones humanas están motivadas por un deseo de obtener placer y evitar el sufrimiento. Al ser el utilitarismo un hedonismo universal, y no un hedonismo egoísta como podría interpretarse el epicureismo, su bien más elevado consiste en alcanzar la mayor felicidad para el mayor número de personas.
El Utilitarismo se convirtió en una moral
acorde con los intereses iniciales del capitalismo industrial. En el siglo XIX,
Spencer y Compte lo incorporaron a las teorías organicista y positivista.
Ética de Kant I
En primer lugar está la ética de Kant,
articulada por sus escritos de las décadas de 1780 y 1790. En segundo lugar
está la «ética de Kant», formulada por sus primeros e influyentes críticos. En
tercer lugar está la «ética kantiana», un término mucho más amplio que engloba
tanto la ética de Kant como la «ética de Kant». Pero que se separan de
Kant en muchos sentidos.
Ética
Kantiana II
La evolución de
la ética de kant se tiene dado que no conocemos ni podemos conocer el absoluto
pero, al mismo tiempo, considera al hombre un ente dotado de razón. Para
resolver este problema Kant se inclina al plano moral, ya que razón determina
la acción del hombre. Si bien no podemos alcanzar el absoluto, sí tenemos
cierto acceso a algo que se le acerca, que se da en la conciencia moral la cual
manda de modo absoluto sobre el hombre.
La cuestión central en torno a la cual dispone Kant su doctrina ética es la de «¿qué debo hacer?».
Ética en la
edad Moderna
Entendemos
por moderna, la ética imperante desde el siglo XVI hasta comienzos del siglo
XIX. La tendencia antropocéntrica en contraste con la ética teocéntrica y
teológica medieval- alcanza su punto culminante en la ética de Kant.
Se
caracteriza por una serie de cambios fundamentales en todos los órdenes:
En
el económico se incrementan las fuerzas productivas en relación con el
desarrollo científico que cristaliza en la constitución de la ciencia moderna
(Galileo, Newton) y se desarrollan las relaciones capitalistas de producción. •
En el orden social, se fortalece una nueva
clase social – la burguesía-que trata de extender su poder económico y lucha
por imponer su hegemonía política a través de una serie de revoluciones
(Holanda, Inglaterra y Francia).
En
el plano estatal, desaparece la fragmentación de la sociedad feudal –con su
multitud de pequeños Estados- y se crean los grandes Estados modernos, únicos y
centralizados. • En el orden espiritual, la religión deja de ser la forma
ideológica dominante, y la iglesia católica pierde su papel rector.
Se
producen los movimientos de reforma que destruyen la unidad cristiana medieval,
en un proceso de separación de lo que la edad media había unido:
La
razón, de la fe (y la filosofía de la teología).
La
naturaleza de Dios (y las ciencias naturales de los supuestos teológicos)
El
Estado de la iglesia • El Hombre de Dios.
El
Hombre afirma su valor en todos los campos. En la ciencia (al ponerla al
servicio de las necesidades humanas); en la naturaleza (al considerarla como
objeto de la transformación o producción humanas), en el arte, al representar
todo.
El Hombre aparece en el centro de la política, de
la ciencia, del arte y también, de la moral. Al trasladarse el centro de Dios
al Hombre, este acabará por representarse como lo absoluto, o como el creador o
legislador de diferentes dominios, entre ellos la moral.
En
el terreno del conocimiento, no es el sujeto el que gira en torno al objeto,
sino al revés. Lo que el sujeto conoce es producto de su consciencia. Y lo
mismo sucede en la moral: el sujeto –la consciencia moral- se da a si mismo su
propia Ley. El Hombre como sujeto cognoscente o moral es activo, creador, y se
halla en el centro, tanto del conocimiento como de la moral.
El
problema de la moralidad exige planear la cuestión de en que estriba la bondad
de los actos, o en qué consiste lo bueno: lo único bueno en sí mismo, sin
restricción, es una buena voluntad. La buena voluntad es la que actúa por puro
respeto al deber sin razones distintas de las del cumplimiento del deber o de
la sujeción a la Ley moral.
muy bueno
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