jueves, 29 de noviembre de 2012

ENSAYO: HOMBRE: NI BUENO NI MALO, HOMBRE ES AQUEL QUE ACTÚA POR SER HUMANO.


Por: Ana Isabel Cano Bará
Grado: 9
El siguiente ensayo aborda desde un sentido antropológico la noción de bondad o maldad como noción arraigada a la naturaleza humana y reflexiona a través de los planteamientos de algunos filósofos sobre la temática diálogos de paz que para este momento está estableciendo el país como una forma de hacerle frente a la violencia que atraviesa nuestro país.
Rousseau, atribuyó la cualidad fundamental de la bondad innata al hombre, diciendo:
 “[...] El hombre es un ser  naturalmente bueno, amante de la justicia y el orden; no existe perversidad original en el corazón humano y  los primeros impulsos de la naturaleza son siempre rectos [...]la única pasión que nace con el hombre es el amor de sí mismo, es una pasión indiferente en sí al bien y al mal; que únicamente se torna buena o mala por accidente y según las circunstancias en que se desenvuelve [...] todos los vicios que se imputan al corazón humano no son en él naturales.”
Así, el hombre es visto desde este filósofo como un ser poseedor de una bondad natural; además,  afirma de esa condición primera que el hombre no conoce más que a sí mismo, es un ser solitario que no ve su bienestar en oposición ni en conformidad con el de nadie, no odia ni ama nada pues si existe amor, al ausentarse de éste se desarrollara el odio, y el odio genera maldad, cosa que el hombre no es capaz de contemplar, según Rousseau. Pero entonces estaríamos afirmando  que el hombre no tiene una conciencia, más solo una bondad innata? que el hombre es como un animal, que no tiene una moralidad definida porque presenta una bondad innata que lo aleja de todo sentimiento o deseo extremista?
Por otra parte se encuentra Hobbes afirmando que “el hombre es lobo del hombre” lo cual atribuye a su pensamiento filosófico la característica de “pesimismo antropológico”, es decir, no creer en la ‘bondad innata’ del ser humano y sostener que el hombre es un animal peligroso para sí mismo, pues dadas ciertas circunstancias, puede volverse inmensamente peligroso para sus semejantes. Con tal argumente el camino es la afirmación de una maldad intrínseca a la naturaleza  humana, en la cual la bondad innata que menciona Rousseau no es más que la  ilusión que el hombre vive al interior de un contexto social, que finalmente termina cada que su autodestrucción y en cualquier situación lo enfrente a una condición extrema. En términos de Hobbes para justificar la maldad del hombre solo hay que remitirse y reconocerlo en su condición natural, de tal manera no es posible hablar en términos de rescatar la bondad en él, ya que ésta, nunca estuvo dentro del hombre.
 De lo anterior, queda la pregunta por cuál condición de las dos planteadas, es entonces la que evidencia la esencia del hombre. Es el hombre es bueno o malo por naturaleza? Egoísta y malo podría decir Hobbes, en tanto puedo cambiar según las circunstancias para mi conveniencia, bondadoso diría Rousseau porque la naturaleza del hombre está lejos del mal. Ahora bien, un punto de análisis de cada planteamiento debe ser la realidad, qué es lo que sucede con esta condición natural puesta a prueba, en el caso de los grupos al margen de la ley.
Si estuviéramos afirmando efectivamente el pensamiento de Rousseau cuando dice que el hombre presenta una bondad innata, y que éste como ser en sí nunca buscará el beneficio propio y nunca se ejecutará actos de maldad ya que su naturaleza no le permite ser corrupto, entonces a qué se debe encontrar en la actualidad la conformación de grupos como el ELN y las FARC que toman lugar desde un marco de violencia; a quienes se les atribuye en la historia un periodo denominado “La Violencia” y quienes desde todo aspecto han buscado su propio beneficio dentro de las condiciones que han planteado en el conflicto, si todas las características que atribuye Rousseau al hombre fueran del todo correctas, no se presentaría esta situación adversa a la bondad natural del hombre, he aquí una confrontación en la que los hechos desmienten cualquier tipo de justificación.
Y bien si afirmamos que Hobbes estaba en lo correcto, que el hombre es lobo del hombre y que en ciertas circunstancias este se auto destruye, entonces porque encontramos en un contexto tan violento la búsqueda de la paz, la búsqueda de la bondad? pues si esto fuera cierto porque se le presenta la necesidad de encontrar paz en la violencia?, será que para que el hombre llegue a la realización de su pureza y bondad, por naturaleza necesita generar un conflicto adverso a esta que lo lleve a su búsqueda?
Durante toda la historia de Colombia se ha logrado analizar al hombre como un ser con dos comportamientos adversos, haciéndonos preguntar si el hombre es bueno o malo por naturaleza, pregunta a la cual no se encuentra una salida, será entonces que se ha planteado mal la pregunta.
De repente algo posible y viable sería poner la pregunta en términos de ¿qué es lo que estimula e impulsa los comportamientos y acciones tanto buenas como malas en el hombre? Puesta desde este lugar vemos como un filósofo como Kant afirmar que:
“La felicidad no es siempre buena, porque a veces conduce a la arrogancia y porque un espectador razonable e imparcial no sentirá nunca satisfacción al contemplar a una persona a quien siempre le va todo bien, pero cuya felicidad es inmerecida pues su voluntad no manifiesta ningún rasgo de bondad”. Así es el hombre en la propuesta de Kant no es bueno o malo, lo que se juega es su voluntad, es ella quien manifiesta rasgos de bondad o de interés, entonces en ese orden, podríamos responder a nuestra pregunta, declarando que lo que estimula e impulsa al hombre es la voluntad la cual puede presentar rasgos de bondad, y cuando no los presenta el hombre como ser humano, no encontrara felicidad.
Siguiendo el planteamiento de Kant, la forma de acercarnos al hombre y de dialogar con este aspecto de la voluntad es la ética:
 “Lo único absolutamente bueno, siempre y en toda situación, es la buena voluntad, y decir que una persona actúa por buena voluntad es decir que actúa por respeto al deber y no solo conforme a este, lo cual sería por motivos interesados, deseos, ventajas o consecuencias beneficiosas para este mismo. Pero quien actúa por respeto al deber solo tiene un único motivo, el deber puro, el propio deber.” Se emplea ahora el término deber, así es que un deber puro motivado por la buena voluntad es quien impulsa nuestros actos bondadosos. Ahora bien, tenemos la buena voluntad, en términos de los diálogos de paz podríamos decir que las dos partes gobierno y Farc están sentadas por su buena voluntad, la pregunta hay que ponerla de nuevo en el aspecto real, estos protagonistas de la violencia colombiana sentados por su buena voluntad, cómo es posible que no realicen honestamente un cese al fuego, de otro lado, los colombianos le temen y desconfían de  esa buena voluntad, muchos campesinos rechazaron la zona de despeje porque su experiencia en el Caguan, habla de la cantidad de atrocidades cometidas por los guerrilleros contra la población civil. En Colombia no se negocia, los diálogos están llevándose a cabo fuera del país, Uribe supo que dialogar con las Farc no podría pasar por zonas despejadas, Santos lo confirmó.
Siguiendo a Kant ha sido el rigor de los mandatos impuestos al deber que la buena voluntad es lo último que podríamos ver en las Farc, estos hombres no obedecen porque no están de acuerdo con quienes dictan las leyes por tanto simplemente no les obedecen. Aquí el deber por el deber kantiano será incumplido, los grupos armados, delincuenciales simplemente no respetan la ley, el imperativo no se ha interiorizado, no los rige.
Así finalmente, podría decirse que más allá de determinar la naturaleza humana, la bondad o maldad del hombre que han sido planteadas por algunos filósofos, el hombre sigue sorprendiendo en su infinitud de respuestas, en la manipulación de las leyes, aquel hombre del que hablamos, que formamos ha venido desdibujando sus propios regímenes, se presenta sin una moral definida y justifica la maldad o las malas acciones en su subjetividad, el deber visto desde su verdad, ajustándose a una dinámica social que domina, el relativismo. No considero aún con este planteamiento que la mirada hacia el hombre sea negativa, considero que él pese a sus acciones, siempre esta en búsqueda de la paz y de la estabilidad de su entorno,  la frase “el hombre es lobo para el hombre” incluso determinante, pareciera que en ella el hombre ha quedado acabado, visto así considerar el hombre sería su propia destrucción y bueno no todo lo que vemos resulta ser completamente adverso. El hombre es un ser que manipula su propia ley, que alcanza a visualizar la felicidad, la paz como la maldad y la violencia, un hombre que ajusta sus intereses a la particularidad de sus gustos y no cede terreno a los intereses de una sociedad.
Con el deber manipulado, la bondad no será un término por contemplar en un contexto violento, ya que nunca a estado presente en la voluntad de estos sujetos, entonces como se supone rescatar algo que no existe?
Desde lo que se puede considerar en este escrito, la bondad y la maldad son tendencias humanas, su deseo de estar “bien” y su deseo de hacerse respetar es latente, las condiciones de violencia nos señalan que es necesario reconducir las tendencias, que es necesario como se está haciendo en este momento en nuestro país de hablar, que es necesario escuchar y ser escuchados, victimas, victimarios o buenos y malos, donde quiera que la discusión se ponga, hombre no es bueno ni malo, hombre es aquel que actúa por ser humano.
BIBLIOGRAFÍA
Kant, I, Fundamentación de la metafísica de las costumbres, Capítulo Segundo
Libro: 'Historia de la Filosofía' Volumen 2: 'Filosofía Medieval y Moderna.
Artículo: Demarquez, Carmen. Rousseau: El hombre natural en su pensamiento moral y político'.

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