Epilepsia en el ambiente laboral

Es posible que en el lugar donde usted trabaja se encuentre una persona que padezca epilepsia.

Tal vez al presenciar una de sus crisis no sepa cómo ayudarla; quizá prefiera no verla y se aleje de ella o la considere diferente de los otros y evite tratarla.
Este rechazo es una persona común y por eso es importante que sepa que la persona con epilepsia tiene una enfermedad que no la hace diferente y que goza de los mismos derechos que los demás.

 

 

Las epilepsia y el derecho al trabajo

¿Cómo integrarse a un trabajo?

Epilepsia y trabajo

El trabajo y la epilepsia

La importancia de la independencia
económica


Tips para la entrevista de trabajo

¿Cómo apoyar al paciente con epilepsia en el ambiente laboral?

La mejor forma de apoyarlo es darle un trato similar al resto de los compañeros de trabajo y en caso de que se presentara una crisis puede hacer lo siguiente:

  • Colocarlo en un sitio donde no se lastime con ningún objeto.
  • Proteger su cabeza para que no se golpee.
  • Poner su cabeza de lado para que las flemas y la saliva salgan libremente y pueda respirar.
  • Nunca introduzca objetos ni sus dedos en la boca.
  • No lo sujete.
  • Esperar que la crisis termine sola.
  • Dejarlo descansar cuando pase la crisis y platicarle después lo que pasó.
 

¿Afecta la epilepsia el rendimiento en el trabajo?

El desempeño de la persona con epilepsia al igual que el de cualquier otra, depende sólo de su capacidad y conocimiento. La epilepsia no afecta el rendimiento ni la capacidad mental de quien la padece, aunque es cierto que hay algunas actividades que son de alto riesgo para una persona con este padecimiento, como el manejo de maquinaria punzocortante y el conducir vehículos de transporte público o aviones. Fuera de éstas no hay impedimento para que el paciente con epilepsia trabaje.

Al presentarse una crisis es necesario que el paciente recupere su energía durante un pequeño periodo de reposo, pero esta limitación es incluso menor en tiempo de lo que dura un dolor de cabeza o de lo que se ausenta de su trabajo una persona por otros motivos, como el alcoholismo, cuyo malestar es más frecuente y prolongado que el que ocasiona una crisis.

La persona con epilepsia goza de los mismos derechos que todos los demás, entre ellos tener un empleo y una vida digna, así como un trato respetuoso y cordial, ya que su padecimiento no debe ser motivo de discriminación en ninguna circunstancia.

 

 

Las epilepsia y el derecho al trabajo

Dra. Lilia Núñez Orozco

Presidenta del Comité Latinoamericano del Buró Internacional para la Epilepsia

(IBE, siglas en inglés de International Bureau for Epilepsy)

El trabajo es una actividad remunerada que proporciona a la persona que lo desempeña una sensación de ser útil para sí mismo y para la sociedad en la que vive. El trabajo proporciona recursos para que existan medios de vida: alimentos, casa, atención médica, educación, recreación y otros satisfactores que varían de acuerdo al estilo de vida de cada persona.  La sociedad en que vivimos, trátese de países desarrollados o en vías de desarrollo, tiene un sistema económico basado en el trabajo de sus miembros quienes desde temprana edad reciben una educación que los conducirá a contar con un oficio o profesión que les permita su inserción en la vida productiva de la sociedad.  Sabemos que en muchos lugares, especialmente en los países subdesarrollados con un alto índice de desempleo o de actividad económica informal, del que no escapan los países desarrollados tampoco, muchas personas trabajan en áreas diferentes a las de su preparación educativa o no encuentran empleo porque tienen una discapacidad o una enfermedad,  debido a la cual  carecen de capacitación para el trabajo o son discriminados por los empleadores debido a esa condición.  Las personas que padecen epilepsia se encuentran desempleadas o con empleos informales en un 25 % de los casos, de acuerdo a una  encuesta realizada en México, índice que está muy por encima del de desempleo en la población general.  Los motivos que aducen son los siguientes:

  • No informan al empleador que tienen epilepsia y cuando presentan una crisis son despedidos de inmediato.
  • Si al solicitar el empleo informan que padecen epilepsia no son contratados o se les coloca en un puesto inferior al que su capacidad les permitiría desempeñar
  • Los que tienen empleo son relegados de puestos de responsabilidad y no tienen posibilidades de ascenso o bien son forzados a pensionarse. 
  • La necesidad de obtener un trabajo remunerado hace que muchas personas con epilepsia incurran en riesgos pues se colocan en empleos donde ponen en peligro su integridad física y la de los demás al intentar desempeñarse en el manejo de vehículos de transporte público, maquinarias de precisión, prensas o cortadoras.

Por el contrario, en otros casos se sobre-estiman los riesgos y empleos que pueden  fácilmente ser desempeñados por personas con epilepsia les son negados con el argumento de que “no se pueden hacer responsables” de lo que les suceda en caso de una crisis, en la que lo peor que puede pasar es recibir algún golpe al caer.

La imposibilidad de conseguir un empleo o de ser despedido del mismo trae como consecuencia una menor autoestima de la persona con epilepsia por no ser aceptada en un ámbito laboral para el que está capacitada, su poder adquisitivo se deteriora al no tener un ingreso económico, pierde el derecho a tener un seguro de atención médica estatal o privado y por lo tanto su enfermedad se empeora al no poder disponer de la atención médica y  los medicamentos necesarios para el tratamiento,  todo lo cual ocasiona un deterioro importante de la calidad de vida.

La Declaración de los Derechos Humanos en la cual se garantizan todos los derechos a todas las personas, sin distinción de raza, religión, inclinación política o cualquier otra condición  incluye el derecho a la educación y al trabajo. Esta declaración ha sido incluida  en las legislaciones de todos los países, pero a pesar de ello las personas con   epilepsia o cualquier otra discapacidad,  son víctimas de discriminación. A este respecto, la misma Organización de las Naciones Unidas ha propuesto una  Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, firmada por representantes de muchos países en marzo de este año, la cual en relación al trabajo dice lo siguiente:

1. Los Estados Partes reconocen el derecho de las personas con discapacidad a trabajar, en igualdad de condiciones con las demás; ello incluye el derecho a tener la oportunidad de ganarse la vida mediante un trabajo libremente elegido o aceptado en un mercado y un entorno laborales que sean abiertos, inclusivos y accesibles a las personas con discapacidad. Los Estados Partes salvaguardarán y promoverán el ejercicio del derecho al trabajo, incluso para las personas que adquieran una discapacidad durante el empleo, adoptando medidas pertinentes, incluida la promulgación de legislación, entre ellas:

a)Prohibir la discriminación por motivos de discapacidad con respecto a todas las cuestiones relativas a cualquier forma de empleo, incluidas las condiciones de selección, contratación y empleo, la continuidad en el empleo, la promoción profesional y  condiciones de trabajo seguras y saludables...

b) Alentar las oportunidades de empleo y la promoción profesional de las personas con discapacidad en el mercado laboral, y apoyarlas para la búsqueda, obtención, mantenimiento del empleo y retorno al mismo;

c) Promover oportunidades empresariales, de empleo por cuenta propia, de constitución de cooperativas y de inicio de empresas propias;

d) Emplear a personas con discapacidad en el sector público;

e) Promover el empleo de personas con discapacidad en el sector privado mediante políticas y medidas pertinentes, que pueden incluir programas de acción afirmativa, incentivos y otras medidas....

Mientras las leyes se cumplen, el problema del desempleo es uno de los principales que aquejan a la población epiléptica adulta, que ha tomado algunas iniciativas para paliar esta situación:  autoemplearse mediante la implementación de algún negocio pequeño, el ofrecimiento de servicios y la búsqueda de oportunidades en empresas.

Es indispensable una campaña educativa para las personas con epilepsia que deben valorar los riesgos reales de ciertos empleos y no exponer su vida ni la de los demás. Si esta labor educativa se realiza desde el periodo de entrenamiento y capacitación de los jóvenes, tendrán una idea clara de lo que pueden desempeñar y lo que no, encaminándolos a prepararse en áreas en las que les será más fácil la obtención del empleo y no incurrirán en  riesgos innecesarios.  Por otro lado, también es indispensable una campaña educativa dirigida a  empresarios con la finalidad de que conozcan lo que es la epilepsia,  otorguen oportunidades a quienes la padecen sin ninguna discriminación, no hagan despidos injustificados y promuevan un ambiente laboral favorable, sin burlas ni estigmatización hacia las personas con epilepsia.

Publicado en IBE News, órgano de difusión del IBE.

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EL TRABAJO Y LA EPILEPSIA

Las personas en edad productiva necesitan integrarse al mercado laboral en cualquiera de sus diversas modalidades, lo cual es un problema social en ocasiones, dado que existe una tasa de desempleo en la población general, pero es mucho mayor en la población que padece epilepsia, llegando a un 25%. Los motivos para esta tasa tan alta son diversos: falta de capacitación por no haber podido tener una carrera técnica o profesional, dificultad para conseguir empleo por padecer la enfermedad o bien por no saber cómo obtenerlo, despido injustificado por la enfermedad, temor al esfuerzo por el concepto erróneo de que puede empeorar la epilepsia, temor  a sufrir un accidente por presentar crisis durante el desempeño de un trabajo, etc.

La consecuencia de no tener una actividad económica es la carencia de recursos para solventar las necesidades básicas y la dependencia económica de la familia, lo cual llega a ser una carga para la misma y para la sociedad en general.

La solución del problema no es sencilla y depende de la misma persona que desea tener un empleo pero no sabe cómo buscarlo ni cómo presentarse a solicitarlo si encuentra ofertas de trabajo,  no sabe cómo exponer al entrevistador sus cualidades y conocimientos o bien no encuentra oportunidades de ser contratado porque tiene la enfermedad.

En esta sección encontrarán presentaciones relativas a esta problemática e información adicional que les ayudará a encontrar oportunidades de lograr una actividad laboral que les permita tener una independencia económica  o por lo menos disminuya la dependencia hacia su familia, mejore su autoestima y les proporcione una mejor calidad de vida.

 

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