MADRID -- Apenas corría el minuto 13 del Derbi de Madrid, cuando los Merengues se daban cuenta que no sería un partido sencillo. Un disparo de larga distancia de Tiago, mediocampista del Atlético, pasó pegado al césped sin que ningún defensa de los Blancos pudiera impedir que el balón llegara al arco de Iker Casillas, quien no pudo sacar el esférico, a pesar de que parecía una jugada fácil, lo que significó el gol que abrió el marcador y que el Vicente Calderón se uniera al grito de: "¡Iker, Iker, Iker!"
Los seguidores colchoneros empezaron a corear el nombre del guardameta español en tono de burla por la 'pifia' que había cometido. El grito es común en el Santiago Bernabéu, cuando las cosas marchan bien para los Merengues.
La pesadilla para el Real Madrid y para el portero no quedó ahí, pues en el gol de Saúl Ñíguez al 18', segundo para los Rojiblancos, de inmediato se hizo notar que los seguidores del "Atléti" volvieron a corear el nombre de Iker.