miércoles, diciembre 16, 2009

¿Por qué se extinguieron los mastodontes?

La vida es cambio.

mastodonte_comiendo
Hace veinte mil años el norte de América ostentaba un conjunto de grandes animales más impresionante aún que el África actual. El continente estaba poblado por mastodontes, varias especies de mamut, perezosos gigantes, felinos con dientes de sable y bisontes que tenían un tamaño que era el doble del de sus contrapartes modernas.

Pero unos diez mil años después la mayoría de esos animales había desaparecido, incluyendo las diez especies que pesaban más de una tonelada. Durante ese intervalo ocurrieron muchos cambios drásticos, entre ellos la llegada del Homo sapiens al nuevo mundo. Muchos han dicho que los seres humanos fueron la causa de esta gran extinción de la magafauna; ¿estaba el H. sapiens ya causando extinciones en masa durante la edad de piedra?

Muchos cambios ocurrieron hacia el final del último período glacial. La transición al interglacial holoceno fue un asunto difícil; el clima varió [1] de frío a cálido, y luego de vuelta al frío durante los mil años gélidos del Joven Dryas, antes del rápido tránsito hacia el calor de nuestro clima más familiar y más confortable.

También hubo un aumento en el número de grandes incendios, y los tipos de vegetación cambiaron drásticamente. Luego de la llegada de los humanos, la cultura Clovis floreció durante menos de mil años. Una teoría popular es la de que los primeros americanos cazaron la megafauna (grandes animales) continental hasta extinguirla y después, con la desaparición de su mayor fuente de alimentos, su población colapsó.

Como alternativa, algunos científicos han sostenido que un objeto extraterrestre chocó con la Tierra hace unos 13 000 años, disparando el Joven Dryas, causando incendios, eliminando la megafauna y poniendo fin a la cultura Clovis, Un nuevo estudio [2]recientemente publicado en Science intenta responder la cuestión de qué fue lo que mató a los mastodontes. Lo interesante es que los investigadores estudiaron la declinación de los animales más grandes de América del Norte observando a un diminuto organismo, las esporas del hongo Sporormiella. Como lo explican Jacquelyn L. Gill y sus co-autores:
Aunque las extinciones de las megafaunas norteamericanas y la formación de nuevas comunidades de plantas con características bien conocidas de la última deglaciación, las relaciones causales entre estos fenómenos no son claras.
Utilizando el hongo de heces Sporormiella y otros proxies paleoecológicos del Lago Appleman, Indiana, y de varios otros sitios de Nueva York, establecimos que la declinación de la megafauna precedió cercanamente a los regímenes aumentados de incendios y al desarrollo de comunidades de plantas que no tienen análogos modernos.
La pérdida de megaherbívoros clave pueden haber alterado la estructura y la función del ecosistema por la pérdida de presión herbívora de las maderas duras comestibles y por la acumulación de combustible.

Como se explica en un artículo de perspectiva en el mismo número de Science enviado por Christopher Johnson de la Escuela de Biología Marina y Tropical de la universidad de James Cook, Australia:
Sporormiella es un hongo que produce esporas en las heces de los grandes vertebrados herbívoros. Grandes cantidades de heces significan grandes cantidades de esporas, de modo que Sporormiella proporciona un índice de la biomasa de los grandes herbívoros. Las esporas se acumulan en sedimentos junto al polen y al carbón, permitiendo que los cambios en la biomasa de los grandes herbívoros se corresponda exactamente con los registros sedimentarios de vegetación e incendio, lo que a su vez puede ser fechado y alineado con otros registros arqueológicos y medioambientales.
Dicho simplemente, cuanto más esporas más heces, cuanto más heces, más criaturas grandes.
Declinación_de_biomasa_y_eventos_relacionados_en_América_del_Norte
La declinación de la megafauna en el Lago Appelman comenzó hace unos 14 800 años, seguida por un aumento de incendios y desarrollo de nuevas comunidades vegetales. Aunque la extinción de la megafauna coincide con la presencia del pueblo Clovis, algunas comunidades humanas anteriores podrían haber sido responsables de la declinación inicial.
© C. Johnson/Science
Gill et al. analizaron sedimentos de un lago de Indiana en busca de esporas, y descubrieron que la declinación de la megafauna comenzó hace unos 14 800 años y duró más de mil (véase la figura superior). Más aún, los grandes cambios en la vegetación y el aumento de los incendios llegaron después de la declinación, lo que los descarta como causas primarias de esa extinción.

El cambio climático tampoco parece ser una causa plausible porque los cambios en la vegetación fueron posteriores a la declinación de la megafauna; el cambio climático habría afectado probablemente a la megafauna a través de la modificación de la vegetación, y no a la inversa. Finalmente, todo esto sucedió mucho antes del propuesto impacto extraterrestre, de modo que tampoco hay un “arma humeante” cósmica.

¿Fueron entonces los humanos los que destruyeron a la megafauna americana? Según Gill et al., “los impactos humanos continúan siendo plausibles, pero la declinación es anterior al enfriamiento del Joven Dryas y la fecha propuesta para el impacto extraterrestre es de hace 12 900 años”. Y agregan: “esta evidencia excluye las hipótesis de extinción rápida tales como un impacto extraterrestre o una blitzkrieg paleo-india”.

Si los seres humanos cazaron a estos animales hasta su extinción, debieron haber sido gentes que estuvieran allí antes de que surgiera la cultura Clovis, aunque la existencia misma de un pueblo tal sigue siendo discutible. De modo que los americanos primitivos todavía no han escapado del lazo… vaya eso para el noble salvaje que vive en armonía con la naturaleza.

Hay otra conclusión interesante que puede ser extraída de este estudio. Hace más de 14 800 de años, el medioambiente del lugar estudiado por Gill et al. era una sabana abierta. Tierra de parques dominada por pasturas herbales, con abetos y escasos árboles de hoja ancha diseminados por el lugar; un medioambiente donde los incendios eran algo raro. Cuando los grandes animales comenzaron a desaparecer, los árboles aumentaron en número, al dejar de ser atacados por los grandes herbívoros.

El resultado fue una tierra transitoria de bosques de abetos y de árboles de hoja ancha, la que no existe hoy en día. El medioambiente cambiante de hace 14 000 años causó un aumento en los incendios que ayudaron a acelerar la transición y a eliminar la megafauna restante. Al final, la mayor parte de América del Norte quedaría cubierta de bosques.
Norteamérica_a_fines_del_Pleistoceno_detalle_de_pintura
Norteamérica a fines del Pleistoceno (detalle de pintura).
© Karen Carr
El punto aquí es que la megafauna no vivía simplemente en su medioambiente; ayudaba activamente a mantener las condiciones más propicias para su supervivencia.

Al comenzar a disminuir su número, fue como si la naturaleza se volviera contra ellos, alterando el medioambiente y apresurando la muerte de los animales. En otras partes, las extinciones de la megafauna pudieron haber tenido consecuencias similares durante la transición glacial-interglacial, disparando una reestructuración significativa de los ecosistemas del mundo. Aunque pudo ser una catástrofe para algunas especies, fue también una bendición para otras que pudieron ocupar sus lugares y prosperar dentro de los ecosistemas modificados.

Hay una conclusión inescapable: el hombre no es la única especie que altera el medioambiente para acomodarlo a sus necesidades. Todos los animales tienen algún impacto sobre su medioambiente: las interacciones de los grandes herbívoros con la vegetación y con los incendios pueden verse en el África actual.

Así, la próxima vez que algún activista del tipo salvemos-al-medioambiente-de-los-humanos-malos intente convencerlo de que la gente está destruyendo el mundo natural, pregúntele qué es lo que quiere decir, puesto que no existe ningún medioambiente “natural” que no esté alterado. De hecho, el único medioambiente prístino e inalterado, el único mundo en el que el clima no cambiaría, sería aquel que no albergara vida.

NOTAS (enlaces a artículos en ingles):

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Como dice Doug L. Hoffman:
“Cuídense, disfruten el interglacial y manténganse escépticos”.

”edad_de_hielo”

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Artículo original: “What Killed The Mastodons?”
Fecha: diciembre 13, 2009
Enlace con el artículo original:
aquí
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1 comentario:

Anónimo dijo...

Por "ambiente natural" se refiere a que plantas y animales sean cuales sean son orgánicos, es decir no hay productos sintéticos en el ambiente.