lunes, 9 de mayo de 2011

Enseñanza de las ciencias naturales

POR QUE ENSEÑAR  CIENCIAS NATURALES  EN  LA  EGB
Existen razones de peso  que tornan necesaria la enseñanza de las ciencias  en la EGB
Algunas de ellas  enunciaremos:
·        La vertiginosa producción  de conocimientos científicos operada desde la segunda mitad del siglo XX, coincidente  con el debate teórico  en el área de la didáctica de las  Ciencias Naturales, lo que llevó a la reflexión  del campo teórico educativo  de los países centrales  a partir  de los años 50.
·        Aún hoy  continúan los procesos de debate  al respecto fundamentalmente en lo referente a  la posibilidad de enseñar ciencias a edades tan tempranas.
·        El surgimiento  de teorías psicológicas que brinden nuevos marcos explicativos  del desarrollo cognitivo infantil y del proceso de aprendizaje.
·        Los pedagogos dedicados a la enseñanza  de las ciencias tomaron  los aportes provenientes de la psicología lo que fue capitalizado  en algunos casos para elaborar  estrategias de enseñanza de las ciencias, acordes con el modo de entender la construcción del conocimiento por parte de los niños; en otros casos  actuaron como legitimadores de la imposibilidad de enseñar  ciencias en edades tan tempranas , por considerar  que la complejidad del conocimiento científico estaba muy lejos  de la capacidad de comprensión  de los niños.
·        Por que nuestra  tradición  es escasa  en  la enseñanza  de las ciencias desde edades tempranas en nuestro país si  la comparamos, con la de la matemática y la lengua .Por lo tanto el conocimiento científico y tecnológico es minusvalorado y por lo tanto su enseñanza  ocupa un lugar residual, sobre todo en el primero y segundo ciclo, en los que llega a ser incidental.
·        El derecho de los niños a aprender ciencias, ya que al igual que los adultos tienen el mismo derecho a apropiarse de la cultura  elaborada por el conjunto de la sociedad. El no enseñar ciencias  en edades tempranas invocando una supuesta  incapacidad  intelectual en los niños es una forma de discriminarlos como sujetos sociales. Y éste  es un primer argumento  para  sostener el deber  ineludible de la escuela, de transmitir  conocimientos científicos.
LA EGB (escuela primaria) Y LA DISTRIBUCIÓN SOCIAL DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
Luego de las críticas reproductivistas efectuadas en la década de los 70 al sistema escolar, las teorías de los años 80 significaron un movimiento de “retorno a la escuela”, basados en que la educación escolar tiene un papel insustitible en la provisión  de conocimientos y habilidades cognitivas y operativas necesarias para la participación en la vida social y en lo que significa el acceso a la cultura , al trabajo, al progreso y a la ciudadanía (Libaneo, 1984).
La escuela volvió a considerarse  como la institución  social encargada de distribuir  un conjunto de contenidos culturales que no son capaces de transmitir  ni  generar  los grupos primarios, tales como la familia, ni los medios de comunicación  social ni el desarrollo espontáneo del niño en la vida colectiva (Pérez Gómez,A. 1992).
Ese conjunto de contenidos culturales que constituyen  el corpus del conocimiento escolar es público y asignarle a la escuela el papel social de distribuir dichos  contenidos supone reconocer  que el lugar social  de pertenencia, aunque fuente de producción cultural, no garantiza  el acceso al conocimiento de la cultura elaborada por el cuerpo social.
El  corpus de conocimientos de las Ciencias Naturales es parte constitutiva de la cultura elaborada; por lo tanto, es lícito considerarlo como contenido  del conocimiento escolar.
¿Puede decirse  que nuestro sistema escolar  hace una distribución  democrática de conocimientos cuando los niños  que acceden a nuestras escuelas primarias tienen una escasa interacción con las ciencias? ¿Qué  capital  cultural básico estamos formando cuando en él es prácticamente nulo el lugar asignado al conocimiento de las Ciencias Naturales?
Si volvemos la mirada a nuestra escuela desde estos interrogantes, parece cada vez más legítima  la preocupación de los educadores sobre la situación que atraviesa  la enseñanza de las ciencias en dicho nivel. Esto conlleva a una  revalorización  del papel social de la escuela primaria en el proceso de distribución  de contenidos  de la cultura elaborada, entre los cuales  no pueden quedar  excluidas  las Ciencias Naturales.
EL VALOR  SOCIAL DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
Es posible partir de una valoración positiva del conocimiento científico, ya que puede posibilitar una participación activa y con sentido crítico en una sociedad como la actual, en la que el hecho científico está en la base de gran parte  de las opciones personales  que la práctica social reclama.
Cabe definir  entonces, ¿en qué sentido  el conocimiento de las Ciencias Naturales es valioso desde el punto de vista  social para un niño?
Al respecto dice Juan Manuel Gutiérrez Vázquez (1984):
Los niños demandan el conocimiento de las Ciencias Naturales porque viven en un mundo en el que ocurren una enorme cantidad de fenómenos naturales ,para los que el niño mismo está deseoso de encontrar  una explicación, un medio en el que todos estamos rodeados de una infinidad de productos de la ciencia y de la tecnología , que el niño mismo usa diariamente  y sobre los cuales se pregunta un sinnúmero de cuestiones ; un mundo en el que los medios de información social lo bombardean con noticias y conocimientos, algunos de los cuales son realmente científicos, siendo la mayoría supuestamente científicos pero en todo caso conteniendo datos y problemas que a menudo lo preocupan y angustian.
La decisión de responder a esta demanda supone valorizar la práctica social presente en los niños. Cuando estamos enseñando ciencias a niños pequeños no estamos formando sólo  futuros ciudadanos, pues en tanto integrantes del cuerpo social actual, pueden se hoy responsables del cuidado del medio ambiente. Es importante destacar el valor del conocimiento científico en la práctica social presente de los niños, ya que  éste es un aspecto tristemente olvidado en el momento de justificar  la enseñanza de las ciencias en edades tempranas.
En general, se suele recurrir a argumentos paidocéntricos, de sesgo fuertemente individualista, por los que el niño queda reducido a un sujeto psicológico ahistórico y asocial. Cuando esto ocurre, se está contribuyendo a la marginación de los niños en el entramado social.
Se podría concluir  diciendo que los niños tienen derecho a aprender ciencias, y que la escuela tiene el deber social  de enseñarlas.
¿PUEDEN LOS NIÑOS DE LA  EGB APRENDER  CIENCIAS?
Este interrogante nos remite a los  contenidos de enseñanza, cabe preguntarse  ¿qué enseñamos  al enseñar ciencias?
Cuando decimos ciencias, nos referimos a tres acepciones integradas y complementarias, tales como:
Ciencia como cuerpo conceptual de conocimientos, es decir, sistema conceptual Organizado de modo lógico.
Ciencia como  modelo de producción de conocimientos.
Ciencia como modalidad de vínculo con el saber y su producción.
Las tres acepciones presentan a la ciencia como un cuerpo de conocimientos: conceptuales, procedimentales y actitudinales.
Este cuerpo de conocimientos actúa como referente  en el momento de elaborar el objeto a enseñar, esto es, el momento de seleccionar los contenidos de la ciencia escolar.
Se toma como referencia el conocimiento erudito, a los efectos de que los niños, a través de la enseñanza escolar, obtengan una perspectiva conceptual, procedimental y actitudinal coherente con la científica.
La  formación de una actitud científica (contenidos actitudinales) está estrechamente vinculada al modo como se  construye el conocimiento (contenidos metodológicos), y este modo se gesta  en la interacción con un particular objeto  de conocimiento (contenido conceptual) (Fumagalli, L. 1993).


¿CÓMO ENSEÑAR CIENCIAS NATURALES A LOS NIÑOS?

Existen numerosas investigaciones referidas al aprendizaje de conceptos científicos  y hechos desde marcos constructivistas, que plantean puntos de contacto  a tener en cuenta  para la elaboración  de una estrategia de enseñanza. Ellos son:
         LUGAR ASIGNADO A LOS CONOCIMIENTOS PREVIOS DE LOS ALUMNOS EN EL PROCESO DE APRENDIZAJE ESCOLAR:
En los últimos años  se ha legitimado y aprobado  que los alumnos no lleguen en blanco a c/ nueva situación de aprendizaje escolar, sino que aportan esquemas de conocimientos previos. Estos constituyen representaciones de la realidad que en  ellos se articulan  tanto conceptos construidos  en el ámbito escolar  como  otros 1 construidos  espontánemente  en la práctica extraescolar cotidiana.
Es sabido que las concepciones espontáneas  son persistentes y que no bastan algunas pocas actividades de  aprendizaje para modificarlas. Probablemente dicha persistencia se debe a que estas concepciones resultan coherentes para los sujetos  que las sostienen y se constituyen en  instrumentos eficaces  para la predicción y la explicación de fenómenos cotidianos. Por lo tanto los conocimientos previos constituyen sistemas de interpretación y de lectura desde los cuales  los niños otorgan significado a las situaciones de aprendizaje  escolar (Coll, 1987- Driver  otros, 1989)

·        LUGAR ASIGNADO  AL CONFLICTO EN EL CAMBIO CONCEPTUAL:
·        Desde la postura constructivista  e interaccionista del conocimiento  y en particular del aprendizaje sostenida por la psicología genética, para que los conocimientos previos  se modifiquen es necesario ponerlos a prueba en diversas situaciones  que los contradigan.
·        Para que los conflictos  o contradicciones se produzcan  es necesario que los niños  tomen  conciencia de las teorías que sostienen en acción, esto es, que las puedan hacer explícitas. De allí que la exploración de ideas previas no sólo es útil para que el docente conozca como piensan los alumnos, sino que resulta una instancia desde la que éstos  pueden comenzar a tomar conciencia  de sus teorías implícitas mediante la reflexión  sobre sus propias ideas.
·        LUGAR ASIGNADO A LA ACCIÒN EN EL APRENDIZAJE DE LAS CIENCIAS:
·        La propuesta de enseñanza de las ciencias por descubrimiento promovió la utilización de guías orientadoras  de los trabajos prácticos a desarrollarse en el aula.
·        De este modo, en las clases de ciencias más actualizadas  es frecuente ver a alumnos que manipulan material de laboratorio o  los construyen con materiales descartables, que observan, mezclan, filtran, miden temperatura, completan cuadros, sacan promedios. Sin embargo podríamos preguntarnos si son alumnos realmente activos  desde el punto de vista cognitivo. En este sentido, una propuesta de enseñanza es activa  cuando favorece la construcción  de nuevos significados  en los alumnos.
·        Para promover la acción  resulta indispensable  trabajar a partir de los conocimientos previos de los  niños en tanto marcos interpretativos, desde los cuales  se construyen los nuevos significados.
·        LUGAR ASIGNADO A LA INFORMACIÒN  Y SUS IMPLICANCIAS DIDÁCTICAS :
·        Si tenemos en cuenta  las investigaciones que demuestran la estrecha relación entre el modo como se construye el conocimiento y el objeto de conocimiento  que se construye, no es, posible sostener que el aprendizaje  de los  contenidos procedimentales está escindido de los conceptuales.
·        La transmisión  de los  C.C. desempeña un rol importante en dicho proceso de construcción. ¿Porqué  transmisión? porque existe un cuerpo conceptual que el alumno no descubre ni construye espontáneamente. Este cuerpo conceptual  debe ser transmitido por la escuela, de un modo tal que garantice su apropiación activa por parte de los alumnos.

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