20 julio 2009

JUGUETES CIENTIFICOS

FLUIDOS

Ola delfines

Se trata de un recipiente rectangular formado por láminas paralelas transparentes, dentro del cual hay dos líquidos inmiscibles, de densidades y viscosidades diferentes; un de los líquidos es transparente, mientras que el otro está coloreado. Hay algunas que tienen un pequeño motor hace oscilar suavemente el recipiente alrededor de un eje horizontal que pasa por el centro de la base inferior del recipiente.
Con este artefacto se pueden visualizar las ondas superficiales y las turbulencias que se forman en la superficie de separación de dos líquidos que se mueven con diferentes velocidades. La adquirimos en Dideco por 4,31 €.


Lámpara de lava


Se trata de un recipiente más o menos alargado que contiene dos fluidos de distinta densidad, agua y cera. En la parte de abajo hay una bombilla que calienta el fluido más denso, el cual disminuye su densidad y asciende hasta la parte más alta de la lámpara donde se enfría y vuelve a caer. Este ciclo se va repitiendo de forma continúa mientras la lámpara este encendida. Ilustra muy bien las corrientes de convección de los fluidos y la forma que tienen los líquidos, forma esférica, en inpensatez. Recuérdese como se comportan los líquidos en las naves espaciales cuando los astronautas juegan con ellos.



ONDAS


Muelles slinky y Muelles de colores

Este juguete fue inventado por Richard James cuando trataba de desarrollar un muelle que pudiera ayudar a mantener fijos los elementos sensores en un barco en el mar. El Slinky, cuyo diseño se modificó rematando los bordes por seguridad, ha permanecido prácticamente inalterado. El Slinky, como todos los objetos, tiende a resistir los cambios en su movimiento.
Por su inercia, si se coloca en la parte alta de una escalera se mantendrá en reposo sin moverse. En este punto tiene energía potencial. Pero una vez que ha empezado a bajar las escaleras y la gravedad le afecta, la energía potencial se convierte en energía cinética y el Slinky desciende espira por espira escaleras abajo. La energía se transfiere a lo largo de su longitud en una onda de compresión o longitudinal, que se parece a una onda sonora que viaja a través de una sustancia transfiriendo un pulso de energía a la siguiente molécula. Lo rápidamente que la onda se mueve depende de la constante del muelle y de la masa del metal.

Fuente:

Tubos sonoros


Son tubos flexibles de plástico coarrugado de 76 cm de longitud y 2'5 cm de diámetro. Si lo cogemos por un extremo y lo hacemos girar emite un sonido de aproximadamente 220 hercios. Es su tono fundamental. Si aumentamos la velocidad de giro aparece su primer armónico, un La de 440 hercios.
Dándole todavía más deprisa conseguimos los siguientes múltiplos de 660, 880, 1100 y hasta el de 1320 hercios, seis notas en total. Los tubos suenan al ser empujado el aire La vibración en los tubos se consigue por el coarrugado de los mismos y el aire fluye por los tubos por efecto Venturi, de nuevo la Física. La diferencia de velocidad entre un extremo casi fijo, el que sujetamos con la mano, y el otro que está girando produce una diferencia de presión que empuja al aire. Cuando aumentamos la velocidad, aumenta esa diferencia de presión, el flujo es más intenso y el tubo pasa a vibrar con el siguiente armónico. Los adquirimos en Dideco por 2,03 € cada uno.







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