Al inicio de toda organización, las operaciones se conocen y controlan a la perfección, pues son el corazón de la empresa. Además debido a que los mismo dueños suelen supervisarlas detalle a detalle, pues muchas veces ellos poseen el conocimiento y la experiencia.
Sin embargo, conforme el volumen de operación se incrementa, los procesos, roles y responsabilidades empiezan a complicarse y cuestionarse. Los dueños empiezan a preguntarse:
- ¿Es ésta la forma adecuada de hacer las cosas ahora que duplicamos la operación?
- ¿Cómo puedo conocer, medir, evaluar y mejorar lo que estoy haciendo ahora?
- ¿Está preparado y capacitado mi personal para este crecimiento??
- ¿A qué nivel debo seguir involucrado en la operación y cómo superviso efectivamente?
- ¿Qué están haciendo las empresas de
la industria?
- ¿Necesito más equipo, personal, instalaciones, almacenes?
- ¿Cuáles son mis verdaderos costos?
- ¿Cómo puedo reducir costos de materias primas y su almacenamiento?
- ¿Cuánto me está costando la distribución de mi producto?
- ¿Cómo planifico y doy seguimiento a proyectos especiales?