Poemas Nicaraguenses para su deleite lectural y emocional :))

Poemas de Ruben Dario

Poema a Nicaragua
Juventud Divino Tesoro
Pais del Sol
Margarita
Ite, Missa Est
Varia

Nicaragua
Madre, que dar pudistes de tu vientre pequeño
tantas rubias bellezas y tropical tesoro,
tanto lago de azures, tanta rosa de oro,
tanta paloma dulce, tanto tigre zahareño.

Yo te lo agradezco en que forje; mi empeño,
la caja de armonia que guarda mi tesoro,
La peaña de diamantes del idolo que adoro
y te ofrezco mi esfuerzo, y mi nombre y mi sueño.


Juventud
Canción de Otoño en Primavera
juventud, divino tesoro,
ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer....

Plural ha sido la celeste
historia de mi corazón.
Era una dulce niña en este
mundo de duelo y aflicción.

Miraba come el alba pura;
sonreia como una flor.
Era su cabellera obscura
hecha de noche y de dolor.

Yo era timido como un niño.
Ella, naturalmente, fue,
para mi amor hecho de armiño,
Herodias y Salome...

Juventud, divino tesoro,
ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...

Y mas consolodora y mas
halagadora y expresiva,
la otra fue mas sensitiva
cual no pense; encontrar jamas.

Pues a su continua ternura
una pasion violenta unia.
En un peplo de gase pura
una bacante se envolvia...

En sus brazos tomó; mi ensueño
y lo arrulló; como a un bebe;...
y le mató, triste y pequeóo,
falto de luz, falto de fe...

Juventud, divino tesoro,
ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...

Otra juzgó; que era mi boca
el estuche de su pasión;
y que me roeria, loca,
con sus dientes el corazón

Poniende en un amor de exceso
la mira de su voluntad,
mientras eran abrazo y beso
sintesis de la eternidad;

y de nuestra carne ligera
imaginar siempre un Eden,
sin pensar que la Primavera
y la carne acaban tambien...

Juventud, divino tesoro,
ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar no lloro...
y a veces lloro sin querer...

Y las demas! En tantos climas,
en tantas tierras siempre son,
si no pretextos de mis rimas
fantasmas de mi corazón.

En vano busque; a la princesa
que estaba triste de esperar.
La vida es dura. Amarga y pesa.
Ya no hay princesa que cantar!

Eres a pesar del tiempo terco,
mi sed de amor no tiene fin;
con el cabello gris, me acerco
a los rosales del jardin...

Juventud, divino tesoro,
ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...
Mas es mia el Alba de oro!



El Pais del Sol
Para una artista cubana
Junto al negro palacio del rey de la isla de Hierro
-(¡Oh, cruel, horrible, destierro!)- ¿Cómo es que
tú, hermana harmoniosa, haces cantar al cielo gris,
tu pajerera de ruiseñores, tu formidable caja musical?
¿No te entristece recordar la primavera en que oístes
a un pajaro divino y tornasol
en el pais del sol?

En el jardín del rey de la isla de Oro -(¡oh, mi
ensueño que adoro!)- fuera mejor que tú, harmoniosa
hermana, amaestrases tus aladas flautas, tus sonoras
arpas; tú que nacistes donde más lindos nacen el clavel
de sangre y la rosa de arrebol,
en el país del sol

O en el alcázar de la reina de la isla de Plata --(Schubert,
solloza la serenata...)-- pudieras tambien, hermana
harmoniosa, hacer que las místicas aves de tu alma
alabasen, dulce, dulcemente, el claro de Luna, los virgenes
lirios, la monja paloma y el cisne marqués. La
mejor plata se funde en un ardiente crisol,
en el pais del sol!

Vuelve, pues a tu barca, que tiene Isita la vela
--(resuena, lira, Céfiro, vuela)-- y parte, harmoniosa
hermana, adonde un príncipe bello, a la orilla del
mar, pide liras, y versos y rosas, y acaricia sus rizos de
oro bajo un regio y azul parasol,
en el pais del sol!



Margarita
¿Recuerdas que querias ser una Margarita
Gautier? Fijo en mi mente tu extraño rostro está,
cuando cenamos juntos, en la primera cita,
en una noche alegre que nunca volverá.

Tus labios escarlatas de púrpura maldita
sorbían el champaña del fino baccarat;
tus dedos deslojaban la blanca margarita,
"Sí....no...sí...no..." ¡y sabías que te adoraba ya!

Después ¡oh flor de Histeria! llorabas y reías;
tus besos y tus lágrimas tuve en mi boca yo;
tus risas, tus fragancias, tus quejas eran mías.

Y en una tarde triste de los más dulces dias,
la Muerte, la celosa, por ver si me querías,
¡como una margarita de amor te deshojó!


Ite, Missa Est
A Reynaldo de Rafael
Yo adoro a una sonámbula con alma de Eloísa,
virgen como la nieve y honda como la mar;
su espíritu es la hostia de mi amorosa misa,
y alzo al són de una dulce lira crepuscular.

Ojos de evocadora, gesto de profetisa,
en ella hay la sagrada frecuencia del altar;
su risa es al sonrisa de Monna Lisa;
sus labios son los únicos labios para besar.

Y he de besarla un día con rojo beso ardiente;
apoyada en mi brazo como convaleciente
me mirará asombrada con íntimo pavor;

la enamorada esfinge quedará estupefacta;
apagaré la llama de la vestal intacta
¡ y la faunesa antigua me rugirá de amor!


Varia
A Luis Berisso

Lirio divino, liro de las Anunciaciones;
lirio, florido Príncipe,
hermano perfumado de las estrellas castas,
joya de los abriles.

A ti las blancas Dianas de los parques ducales;
los cuellos de los cisnes,
las místicas estrofas de cánticos celestes
y en el sagrado empíreo la mano de las vírgenes.

Lirio, boca de nieve donde sus dulces labios
la primavera imprime:
en tus venas no corre la sangre de las rosas pecadoras,
sino el ícor excelso de las flores insegnes.

Lirio real y lírico
que naces con la albura de las hostias sublimes,
de las cándidas perlas
y del lino sin mácula de las sobrepellices:
¿Has visto acaso el vuelo del alma de mi Stella,
la hermana de Ligeia, por quien mi canto a veces es tan triste?

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Esta pagina fue creada por Oscar Benavides.