Un paseo por el Decathlon de Castellana.

El otro día quería ir al Decathlon para comprarme un cortavientos. Geográficamente, el Decathlon que me pilla más cerca es el que está en Alcorcón, pero la ausencia de coche me impedía desplazarme hasta allí (y la opción de Cercanías + matada a andar no me terminaba de convencer). Así pues, el otro Decathlon al que puedo llegar por transporte público, es el Decathlon de Orcasitas (no sé por qué lo llaman de Usera, cuando está a tomar viento del metro de Usera y la mejor conexión es mediante la estación de Cercanías de Orcasitas). Pero me daba pereza ir hasta allí, así que miré en Internet y descubrí que en Paseo de la Castellana 110 había un Decathlon, justo enfrente de Nuevos Ministerios. Qué guay, porque después tenía que comprar unas cosas en el centro. Mira que habré pasado veces por allí, pero nunca lo había visto, así que no me quedaba más remedio que ir e investigar cómo era.

Tras 30 minutos de viaje, llego a Nuevos Ministerios. Por un momento pensé que estaría por la zona del Corte Inglés, pero en seguida me di cuenta que la acera de la zona del Corte Inglés era la impar, así que necesariamente tenía que ser la acera de enfrente. Doy un poco de vuelta inútil por la zona, hasta que me percato de dónde estaba el Decathlon famoso y, lo mejor de todo, cómo era. En mi mente esperaba una nave grande (adaptada a la estética de la Castellana, claro está; no esperaba un moñigo poligonero en plena unión entre Joaquín Costa y Raimundo Fernández Villaverde) pero cuál fue mi decepción cuando descubro que se trataba de un local de unos 300 metros cuadrados insertado en el edificio de la Mutua Madrileña. Y ya el colmo de los colmos fue ver que era un Decathlon especializado en pádel y golf. Me reservo la expresión burda y tosca que salió de mi boca al ver semejante imagen, pero creo que es fácil de inferir.

Mi instinto me decía: «vete, date media vuelta y marcha lejos de este lugar lo que viene siendo ya» pero decidí darle una oportunidad, sin entrar en el juego fácil de los estereotipos. Así pues, entré. El local es francamente pequeño, cualquiera diría que es un Decathlon. Nada más entrar, empuñaduras de palos de golf y raquetas de pádel (claro, por algo es un Decathlon especializado en golf y pádel). Me meto hasta el final y la verdad es que me sentía totalmente fuera de lugar. Hay una zona con toda la clase de palos habidos y por haber, además de tener disponible una especie de mini-pista de golf para probarlos. Allí había un grupo de cuatro chavales, que no tendrían más años que yo, siendo asesorados por uno de los vendedores. Fue raro. Seguí mirando y por fin di con la escasa zona de ropa. Tienen una «sección» (por llamar de alguna forma a una esquina con montones de ropa) con ropa para running y fitness, pero es escasísima. Así pues, no me quedó más remedio que salir por donde había entrado.

Fue una decepción, pero realmente no engaña y promete lo que promociona en la puerta: golf y pádel a cascoporro. Sólo que yo no sabía a priori que era una tienda especializada en esos menesteres, pero bueno, había que verlo. Sé que no volveré por allí porque no ofrece nada que me interese, así que seguiré siendo fiel al Decathlon de Orcasitas o, en su defecto, al de Alcorcón xD.