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TEMPORADA 1975-76

TEMPORADA 1975-76

LIGA MEXICANA DEL PACÍFICO

 
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MES DE DICIEMBRE 
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BALDOMERO ALMADA QUIROS

BALDOMERO “MELO” ALMADA

Primer Nativo Mexicano en Grandes Ligas

 

En 1914, el niño de año y medio de edad Baldomero Almada Quirós y sus hermanos Luis, Amelia, Esther, Concepción, Aurora, Carmen y Neli, llegaron a Los Angeles, California acompañados de sus padres en una emigración más de nativos mexicanos a la Unión Americana. El señor Almada recién había tomado el cargo de Cónsul de México en Los Angeles, sirviendo además como agregado comercial para beneficio de ambos países. Su esposa, Amelia Quirós y sus hijos iniciarían una aventura en tierras extrañas obligado por las circunstancias, pues el diplomático Almada consideró la oportunidad de un mayor desarrollo para él y su familia al ejercer su profesión en los Estados Unidos, pues México atravesaba por un tiempo en el que la revolución entraba en su segundo y decisivo período tras el asesinato de Madero en 1913.

 

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Los Angeles, California, 1913

 

La familia Almada Quirós pronto se adaptó a la vida y cultura norteamericana en la que, por supuesto, el béisbol ya ocupaba un lugar preponderante en la actividad deportiva. El Sr. Almada no tardó mucho para convertirse en un apasionado del Rey de los Deportes y ambos niños, Lou y Melo, poco a poco fueron dominando el arte del bat y el guante. El hermano mayor Lou Almada tuvo un desempeño sobresaliente en los diamantes de las Escuelas Jefferson Grammar, John Adams Junior High y Los Angeles High School, hasta convertirse incluso en un jugador profesional; por  9 años participó en la Liga de la Costa del Pacífico entre 1929 y 1937 con Seattle y Mission Reds.  Su primer equipo fue el Albany en la Liga del Este en 1927 como un lanzador prospecto de los Gigantes de Nueva York, y pudo haber sido el primer mexicano en Grandes Ligas, sin embargo fue golpeado por una línea salida del bat de Fred Lindstrom durante una práctica de bateo en el entrenamiento de verano y ahí se esfumó su futuro en la loma de lanzar.

 

Por su parte Melo también destacaba en el atletismo y en el futbol americano en sus años juveniles; pero el béisbol fue su pasión. Cuando la Liga de la ciudad de Los Angeles comenzó en 1930, el jovencito de 17 años participó con el club de su escuela conectando 5 hits en el primer partido, uno de ellos cuadrangular, en un equipo en el que brilló como lanzador y jardinero. También alineó en una liga semiprofesional con el William Lane Junior Legion Post en el área llamada “El Paso”. Cuando Melo se graduó de High School, se unió a su hermano mayor para jugar en el club Seattle Indians; el manager Ernie Johnson quedó impresionado de su potencial y le recomendó convertirse en jardinero y dejar la loma de pitcheo.

 

Lou y Melo Almada en la primavera de 1932

 

Para la temporada de 1932 Melo Almada ya tenía una posición con Seattle y en 127 juegos bateó para .311 con 438 turnos al bat con 28 bases robadas; su hermano Lou pasó a los San Francisco Missions y no lo hizo tan mal al promediar .320. Para marzo de 1933 Melo se convirtió en el mejor prospecto jardinero de la Liga de la Costa; el 8 de abril bateó de 5-5 con un doblete; pegó cuatro hits en cuatro ocasiones con una seguidilla de 17 hits entre mayo 28 y junio 11; todos comentaban que seguramente iría a Grandes Ligas a sus 20 años y así fue, pues Eddie Collins lo firmó para los Medias Rojas de Boston el 2 de julio en una transacción que involucró al segunda base Freddie Muller por $40 mil dólares; esa transacción salvó al equipo de Seattle del colapso financiero según se comentó tiempo después. Almada se quedó con los Indian Seattle por el resto de la temporada, aunque Muller, campeón jonronero en 1932, debutó con Boston seis días después finalizando la temporada con .188 en 15 juegos; al año siguiente se despidió del béisbol.

 

Con la noticia de que Almada iría a Grandes Ligas hubo celebración en la colonia mexicana de Los Angeles; el día 23 de julio se organizó el “día de Almada” participando el cónsul mexicano Alejandro V. Martínez y Rosita Moreno, la hermosa actriz mexicana de Fox Studios; también encabezaron la celebración los boxeadores Kid Azteca y Babe Face Casanova; Seattle perdió los dos juegos programados ante los Hollywood Sheiks y Almada se fue de 7-2.

 

Melo y Lou Almada

 

Baldomero Almada alineó su primer partido de Grandes Ligas el viernes 8 de septiembre de 1933 en el Fenway Park en contra de los Tigres de Detroit, y alineó de primer bat en el jardín central; fue una victoria de los visitantes 4 por 3 en el que Almada conectó un sencillo y anotó una de las tres carreras del Medias Rojas, club alojado en el séptimo lugar del standing a una escalofriante distancia de 33 juegos del primer lugar, en aquel tiempo en manos de los Senadores de Washington; el lanzador fue Tommy Bridges ante una asistencia estimada en 10 mil espectadores; el mismo día se va 4-1 en una jornada doble con otra derrota de Boston por el mismo marcador.

 

El sábado 9 de septiembre el jovencito Almada bateó un hit en tres turnos con un pasaporte y una carrera anotada en una victoria de Medias Rojas 6-4 sobre los mismos Tigres; después jugó de titular tres partidos en contra de Cafés de San Luis con poca fortuna al irse de 12-1. Para los siguientes encuentros se fue al banquillo entrando ocasionalmente de emergente. El 23 de septiembre se fue de 2-2 con tres carreras anotadas y su primer jonrón en Ligas Mayores contra los Yanquis de Nueva York y sobre Herb Pennock; Yanquis ganó 16-12 con jonrones de Ruth y Gehrig. Al día siguiente alineó de titular otra vez de segundo en el line-up el 24 de septiembre en contra de Yanquis en el Fenway Park, yéndose de 4-1 con un pasaporte y dos carreras anotadas en un triunfo de 10-4 de Boston.

 

Babe Ruth frente a Melo Almada (le conectó 3 hits)

 

Melo Almada mostró su calidad en el diamante cuando bateó de 4-3 con una carrera anotada en un triunfo de Boston 4-3 contra los Atléticos de Filadelfia el jueves 28 de septiembre,  además tuvo su segundo robo de base de la temporada. Un juego más de 4-3 lo realizó en contra de los mismos Atléticos dos días después en el que anotó 3 carreras con dos pasaportes. Para finalizar la temporada, Almada se fue de 3-3 en el mismo Yankee Stadium con dos bases por bolas lanzando el gran zurdo Babe Ruth, juego en el que Yanquis venció 6-5 el día domingo 01 de octubre; el gran bambino permitió 4 carreras en la sexta y una en el octavo además de conectar un cuadrangular solitario en el quinto; lanzó las nueve entradas en el último de su carrera y en el único partido que subió a la loma aquel 1933.  Almada finalizó con un promedio al bat de .341, con 15 hits en 44 veces al bat, un cuadrangular y solo 3 ponches con 11 pasaportes; impulsó 3 carreras y anotó 11 bajo la dirección del manager Marty McManus.

 

El Fenway Park, 1933

 

Pero McManus, también tercera base titular, dejó Boston al año siguiente y Buck Harris tomó las riendas del equipo; Almada poco encajó en el proyecto de Harris ya que el jardinero central Carl Reynolds tomó la titularidad al llegar en un cambio pactado con los Cafés de San Luis; y no lo hizo tan mal con un promedio al bat ese año de .303 en 113 juegos con 86 carreras producidas, el segundo  mejor en el club detrás de Roy Johnson (119 y .320). Ese año Almada fue opcionado al Kansas City donde jugó excelente pelota al batear para .328 con 30 robos de base en 135 partidos; fue reclamado por Harris para finales de la temporada y Baldomero jugó 23 partidos todos en septiembre, aunque promedió un débil .233 en 90 turnos al bat, aunque no dejó de tener momentos brillantes: el día 17 de visita con los Cafés de San Luis bateó de 5-3 con par de dobles en una victoria de Boston 3-0 impulsando además una carrera con tres outs en los jardines siendo tercero en la alineación. El día 24 también se fue de 5-3 contra Yanquis en Nueva York en una blanqueada de 5-0 con un robo de base. Este año Boston tampoco tuvo fortuna y se mantuvo muy lejos del liderato quedando a 24 juegos de los Tigres de Detroit.

 

En 1935 Almada recibe la gran oportunidad al quedar de titular en la pradera central; solo perdió 3 juegos en todo el año mientras  Reynolds pasaba al jardín derecho; promedió un robusto .290 con 3 jonrones y 59 impulsadas siendo líder de hits conectados en el club con 176, tuvo 9 triples y se robó 20 bases con nuevo manager: Joe Cronin. Boston dejó las zonas de sótano pero tampoco pudo llegar a la cima quedando a 16 juegos del líder Tigres de Detroit.

 

Reynolds y Johnson son transferidos a Washington por el jardinero Heine Manush en el invierno de 1935, quien es colocado en el jardín izquierdo, Cramer toma la pradera central y Almada comparte el jardín derecho con Cooke, Gaffke y Dickey; esta vez el sonorense participa en 96 juegos y promedia .253 con 21 carreras impulsadas bajo el mando de otro piloto: Joe Cronin. Los Medias Rojas bajan más en la tabla y se quedan a 28.5 juegos del campeón Yanquis de Nueva York que terminaría llevándose la serie mundial con la pareja DiMaggio-Gehrig.

 

En 1937 Almada bajó más su promedio al bat con .236 en 32 juegos concluyendo su aventura en el Fenway Park; en junio fue cambiado a los  Senadores junto con los hermanos Rick y Wes Ferrell adueñándose del jardín central de nuevo bajo el mando del conocido Buck Harris; con Senadores tuvo un promedio bastante bueno de .309 con 4 cuadrangulares y 33 carreras impulsadas en 100 partidos actuando de primer bat. Debutó el 11 de junio ante Chicago en el Comiskey Park I en una derrota de Senadores 14 por 8; bateó dos hits y anotó dos carreras. Almada tuvo dos juegos de 4 hits y trece de tres en la temporada, dos de ellos el día 7 de septiembre contra sus antiguos compañeros en el Fenway Park; se fue 11-6 en dos sendas victorias de Washington que terminaría a 28.5 juegos de los Yanquis, después de Boston ubicado a 21 escalones del primer sitio.

 

 

Estadio Griffith de Washington (1937)

 

Al año siguiente después de jugar 47 partidos con Senadores y batear .244, Almada es transferido a los Cafés de San Luis por el también jardinero central Sam West y de nuevo le vino bien la franela; bateó para .342 con 77 carreras anotadas y 37 producidas en 102 partidos, incluso tuvo una seguidilla de 29 juegos consecutivos conectando de hit; en el 28 pegó cuatro y en el 29 tuvo tres antes de ser frenado por George Gill de los Tigres de Detroit. Pero esos números nada valieron pues a mediados de 1939 Almada cambia otra vez de club y ahora va a los Dodgers de Brooklyn vendido en $25,000 dólares; ese año redujo mucho su promedio pues bateó para .239 y .214 en cada novena. Su último partido ocurrió el 1 de octubre de 1939 en sustitución del jardinero central en el octavo inning, en una victoria de Dodgers 3-2 sobre Filadelfia; ese año acumuló 81 juegos con promedio de .214. Leo Durocher, manager de Brooklyn no creyó en Almada y lo envió al Rochester en la primavera de 1940; así, los días del primer nativo mexicano en la Gran Carpa habían terminado dejando un buen .288 de promedio al bat en 7 años.

 

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Almada con Washington

Almada con los Cafés de San Luis

Almada con Brooklyn

 

Catorce años después, “Melo” Almada fue invitado a dirigir al equipo de Mayos de Navojoa en la Liga de la Costa del Pacífico de México; lo hizo durante la Novena Temporada (1953-1954),  en 1955-56 y 1956-57. No le fue tan mal: en 1953-54 el equipo quedó en segundo lugar a un juego de Venados de Mazatlán y en 1955-56 terminó a 2 juegos de Naranjeros de Hermosillo también en el segundo puesto; en la edición número 12 deja el mando durante el mes de diciembre después de una desafortunada racha de 7 derrotas en los últimos 8 encuentros muy alejado del líder Naranjeros a 9 juegos; fue sustituido por Bill Serena finalizando la campaña a 10.5 del Campeón Hermosillo; esta vez no hubo juegos de playoff.  

 

En 1953 Almada conformó un equipo bastante competitivo y perdió el campeonato prácticamente en las últimas dos series; colocado a un juego del líder, enfrentó primeramente a Hermosillo en la capital de Sonora donde ganó dos y perdió otros tantos en aquellas series de fin de semana de 4 juegos. El último partido fue una derrota 13-4 y fue tal la molestia de Melo que salió del parque antes de caer el último out. En esa ocasión Mazatlán en cambio ganó 3 a Ciudad Obregón así es que Mayos viajó a casa para la serie final contra Tomateros. El equipo de Baldomero hizo su esfuerzo y barrió a Culiacán, pero Mazatlán ganó los primeros tres juegos a Hermosillo para levantar el trofeo de Campeón. Almada tuvo en el line-up a brillantes elementos comoManuel Echeverría (al mes pasó a Hermosillo), Bob Greenwood, Eddie Kapp (Canadiense), Bule Guzmán, Chango González, Nicolás Genesta, Borrao Garza, Adolfo Villicaña y Marcelino Solís. Receptores: Pilo Gaspar y Laureano Camacho. Cuadro: René González (1b), Burro Hernández (2b), Jim Baxes (3b), Chero Mayer (ss). Sustituto: Texano Castro. Jardineros: Mario Arencibia (después pasó a Guadalajara), Mario Ariosa, Ventura Morales, Chino Guajardo, Julio Alfonso y el coach Angel Abreu.

 

En 1954 Navojoa fue dirigido por Hubb Kittle, pero para el año siguiente Baldomero vuelve con entusiasmo al mando de los Mayos  por segunda ocasión; esta vez la Liga retoma la idea de una gran final después de una eliminatoria con los primeros cuatro equipos en el standing: Culiacán como líder, Navojoa a 2 juegos, Hermosillo a 3 y Ciudad Obregón a 6. En la semifinal pactada a 8 juegos, 4 en cada sede, Navojoa superó 6 juegos a 2 a Culiacán y Hermosillo le hizo lo mismo a Ciudad Obregón. Ya en la final contra Hermosillo con el mismo esquema, Mayos gana dos juegos de cuatro en casa y la final continúa en la capital de Sonora el 2 de febrero de 1955 con una victoria de 8 por 7 del equipo naranjero; la del despegue ocurrió en la parte baja de la novena entrada cuando Guillermo “Memo” Luna lanza descontrolado al plato con la casa llena y en cuenta de 0 y 2; debió ser un trago muy amargo para el manager Almada quien pierde un juego por demás importante después de llevar una victoria parcial de 5-0 en la mitad del sexto inning; en este partido Marvin Williams se va de 5-5 con dos jonrones. Hermosillo ganó el quinto juego pero Navojoa todavía con esperanzas se lleva el séptimo y la serie con ventaja 4-3 a favor de los locales llega al octavo partido. Finalmente este último encuentro sería para Naranjeros 8 por 4, con el cual se adjudicaría la serie y el campeonato que quedó precisamente en manos del manager de Navojoa el año anterior, Hubbard Kittle. Baldomero “Melo” Almada se queda esperando un partido de desempate que nunca pudo ser.

 

 

 

Melo Almada, manager de Mayos de Navojoa (1955-56)

 

El Legado de “Melo” Almada

 

No hay duda que Baldomero “Melo” Almada contribuyó en su momento a dignificar al pelotero y al deportista latino en el difícil ambiente racista norteamericano de aquellos años primeros del siglo XX; el rápido zurdo jardinero central, bateador de líneas y robador de bases, murió en Caborca, Sonora, México el 13 de Agosto de 1988 a los 75 años. Un periodista norteamericano (Carlos Bauer) preguntó alguna vez a Lou Almada, el porqué Baldomero se había retirado tan joven del béisbol; comentó que Melo sufría con demasiados lanzamientos pegados y sospechaba que los lanzadores lo hacían como un ataque de humillación; pero Lou insistía en que quizás lo hacían porque en realidad era un buen pelotero y usaban esa estrategia para incomodarlo en el plato. Pete Coscarart, jugador compañero de Melo en 1939 con Brooklyn, comentó que en el momento en que un lanzador se dio cuenta de que Melo se intimidaba con lanzamientos pegados al cuerpo, cada pitcher en la liga comenzó a tirarle como si no hubiera mañana para él.

 

Almada fue el primer jugador latinoamericano que dejó marcas de bateo en Ligas Mayores para jugadores hispanoparlantes; el periodista Luis Eloy de Venezuela escribió alguna vez: “…respecto a Melo Almada, es cierto que 7 temporadas no lo definen como una estrella de época pero siempre que de este gran hombre se tenga que hablar doy un paso al frente. Y es que fue el primer hispano en obtener un LIDERATO OFENSIVO en Grandes Ligas, incluso sobre Armando Marsans o cualquier cubano de los muchos que jugaron antes que él; algunos registros son: en 1938 lideró en sencillos la Liga Americana con 158, récord para latinos por 31 años hasta que en 1969 lo derribó Mateo Alou; ese mismo 1938 se convirtió en el primer hispano en anotar 100 carreras en una campaña. Sus 197 imparables en una temporada en 1938 fueron marca para latinos por 23 años, hasta que el inmortal Roberto Clemente lo superó con 201 en 1961. Otra marca para latinos que “Melo” dejó por mucho tiempo fue su seguidilla de 29 juegos conectando de hits la cual mantuvo en su poder por 32 años hasta que Rico Carty la derribó en 1970. También fue el primer latino en establecer o empatar un RECORD OFENSIVO de Grandes Ligas al anotar 9 carreras en un doble juego en 1937 contra los Marrones de San Luis, de hecho fue el primero en hacerlo en el siglo 20 y aun es registro vigente en las Mayores. Súmale que fue top 5 en outs realizados y asistencias como centerfield de la Americana de 1935 a 1938, y la única razón por la que no fue a un partido de estrellas fue porque era mexicano y jugaba con Washington.  Hasta su retiro en 1939 ningún cubano ofensiva ni defensivamente que hubiese jugado en las mayores le igualó”.

 

Nueve años después de la despedida de Almada, llegaría otro mexicano a brillar en la Gran Carpa: el segunda base Roberto “Bobby” Avila que incluso se convirtió en el primer latino en ganar un campeonato de bateo en 1954. En los años 60’s, el sonorense de Cananea Aurelio Rodríguez Ituarte, a sus 19 años 9 meses, tomaría su primer turno al bat en Ligas Mayores llenando el hueco de nacionales en el mejor béisbol del mundo custodiando la tercera base; un sonorense más haría historia grande con sus lanzamientos desde la loma a principios de los 80’s: Fernando Valenzuela, también de la región del Valle del Mayo.

 

No hay duda que aquel jovencito mexicano, Baldomero “Melo” Almada, logró cautivar al público norteamericano con sus veloces desplazamientos en el jardín central y sus momentos brillantes con el bat en la época dorada de Ruth, Gehrig y compañía. Se dice que Almada pudo haberse quedado mucho más tiempo en la pelota, pero su prematuro retiro seguirá siendo un tema para el análisis; en 1971 fue elegido al Salón de la Fama del béisbol mexicano; en los años 80’s vivió en Tucson, y según el escritor Keith Rosenblum, en entrevista personal, Baldomero manifestó que nunca experimentó discriminación en el béisbol aunque hubo momentos de humillación; frecuentemente alguien le decía en el camino: “… hey… maldito mexicano….con eso que haces crees que puedes sentirte americano?”.  

 

 

El béisbol de Aquellos años 1930´s

 

Almada fue un pionero,  valiente pelotero al enfrentar al público y a los lanzadores que poco a poco empezarían a restar su orgullo en el Rey de los Deportes; en 1947 Jackie Robinson rompería la barrera que Almada logró para México 15 años antes, en aquella tarde del 8 de septiembre de 1933; dos semanas después, el día 24, Ruth y Gehrig conectaron cuadrangulares en el Fenway Park en una victoria de Yanquis, pero ellos también observaron recorrer las cuatro bases a Baldomero, aquel muchachito mexicano de 20 años con su primer jonrón en Grandes Ligas… fueron los únicos batazos detrás de la barda ese día…

 

HECTOR ESPINO GONZÁLEZ

HÉCTOR ESPINO… UN BAT DIFERENTE

POR MANUEL DE JESUS SORTILLÓN VALENZUELA

 

En la historia del béisbol mexicano, no existe otro jugador que haya acaparado tanto la atención en las décadas de los años 60’s y 70’s como lo hizo Héctor Espino González; el nativo de Chihuahua sobresalió en todos los departamentos de bateo de todas las ligas en que participó. Dueño de una técnica muy especial, el siempre naranjero alcanzó un porcentaje global de bateo de .330 en la Liga Mexicana del Pacífico en sus 24 años de trabajo continuo de 1960-61 al 84-85; el más cercano competidor es Matías Carrillo con .293 en 23 años de labor hasta la temporada 2004-2005, y no hay otro jugador con 2000 o más turnos al bat por encima de los .300. Quienes lo vimos en el diamante siempre le reconocimos una forma de batear característica que lo llevó a superar la crisis de los bateadores, esto es, que normalmente hay más respeto de un bateador hacia el pitcher que del pitcher al bateador… las estadísticas son muy crueles al respecto. En una ocasión, José Luis “Chito” García manager de los Tigres del México de 1963 a 1979, comentaba sobre las complicaciones de un bateador: “Es increíble… hay que sincronizar todo: el cuerpo… desde la cabeza, ¿dónde están los ojos?, el cuello, los hombros, la cintura, las caderas, las manos, las muñecas… todo hay que sincronizarlo en unas décimas de segundo… y todavía… si no la ve…. no le … ¡pa´ su mecha!....”

 

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¿Qué hizo Espino que no hacen hoy, como ayer, aquellos que toman un turno al bat?

 

El bateador en el béisbol es un perdedor… las estadísticas son muy contundentes. Alguien que afirma batear bien lo hace con un promedio de .300 o más, es decir, si se para a la caja de bateo 100 veces, en 30 tendrá éxito y logrará acomodarse en alguna almohadilla, o recorrerlas todas con un cuadrangular; dicho de otra manera, regresará a la caseta a esperar otra oportunidad en 70 veces después de que recibe los tres strikes, fue retirado con una jugada en el cuadro, bien con elevados cómodos o difíciles en el jardín; 70 fallos… ¿no serán demasiados?.

 

Los Gigantes de San Francisco ganaron la Serie Mundial de la MLB el año pasado (2014); del roster oficial, solo 3 jugadores rebasaron la mágica cifra de .300 en la temporada regular: Buster Posey (.311 en 147 juegos), Joe Panik (.305 en 73 juegos) y Angel Pagan (.300, 96 juegos); el bateo colectivo promedio fue de .255. El líder bateador en Grandes Ligas fue el venezolano José Altuve con .341, y  solo 17 igualaron o rebasaron la cifra de .300 en una larga lista de más de 240 jugadores que pisaron los diamantes con regularidad; si son 30 equipos, se da el caso de que hubo 15 clubes que no tuvieron un bateador arriba de la frontera de .300; San Diego por ejemplo, el peor equipo con un promedio general de .226  tuvo a Set Smith como su mejor carta con .266. El mejor en este departamento fue Detroit con .277 en la Liga Americana, mientras que Colorado en la Nacional llegó a .276 muy similar; a nivel global la Liga Americana bateó para .253 y la Nacional .249, unos puntos menos debido a que el pitcher toma el bat en este circuito y es considerado como un out casi por regla. En la Liga Mexicana del Pacífico, durante la temporada 2013-14 solo 5 jugadores batearon por encima de los .300 de un mínimo de 72, y el mejor fue Jerry Owens con .361;  hubo tres mexicanos que rebasaron la cifra y de ellos Rolando Acosta ocupó el tercer lugar con .321. Y esto no es nada nuevo; en la temporada 1964-65 Espino ganó la triple corona de bateo (.382, 25HR, 62CP) y 7  más lograron promedio arriba de .300 que fueron Emilio Sosa (.350), Arnoldo Castro (.333), Marcelo Juárez (.329), William Berzunza (.315), Moi  Camacho (.313), Ramón Montoya (.313) y Obed Plascencia (.304).

 

 

¿Quién enseñó a batear a Héctor Espino?.

 

La clave podemos encontrarla, curiosamente, en los entrenamientos para los jugadores de cuadro y jardineros... ¿cómo es eso?.... Recuerdo que en mis años de niño era en extremo divertido para nosotros que asistíamos a los entrenamientos del Naranjeros por allá a mediados de los 60’s, en el antiguo Estadio Fernando M. Ortiz, ver a Espino mandar batazos a los jugadores de cuadro o jardineros. Era un experto en eso de acomodar la bola para sacar líneas o elevados de foul al cátcher, altos, muy altos, y  yo supongo que también el chihuahuense lo hacía para entrenarse él mismo en la técnica de bateo sin que nadie se diera cuenta.  Con la mano derecha se presenta la pelota al aire no muy alta, y mientras la bola sube y baja a la altura conveniente, la mano derecha regresa al bat, se realiza un swing rápido en el momento conveniente, después de lo cual la mano izquierda se queda con el bat mientras que la derecha se suelta tras el impacto. La secuencia se muestra en la siguiente figura:

 

 

Este modo de atacar la pelota difiere enormemente de la tradicional, la que se enseña a los niños en sus primeros pasos en el béisbol tal y como se aprecia en la figura; se considera que al terminar el giro con las dos manos se le pega más fuerte a la pelota, pero en el béisbol moderno esto no es necesariamente cierto.

 

 

Es bastante probable que Espino descubrió esa forma de batear “con una mano”  cuando de muchacho, como lo hicimos muchos en aquellos tiempos, bateábamos piedras en el campo con un palo de escoba; debió haberse pasado horas y horas tratando de perfeccionar el golpeo del bat con las piedras. Y hay razón en ello: si podemos impulsar a larga distancia una piedra que prácticamente está sin movimiento al caer verticalmente cuando choca con el palo, imaginemos cómo saldría disparada la pelota cuando choca frente a frente con la madera; evidentemente la esférica llegará mucho más lejos.

 

Esta técnica de quedarse con el bat en la mano después de golpear la pelota es la única forma de sacar el bat rápidamente para vencer las velocidades de los lanzadores que poco a poco fueron incrementándose al desarrollarse el béisbol desde los años 60’s, aunque terminar con las dos manos también fue utilizado por jugadores importantes como Pete Rose, Ted Williams, Wade Boggs o Joe DiMaggio.Algunos estrellas del bateo que han tenido gran éxito con este sistema fueron Tony Gwynn, Rod CarewKirby Puckett, Stan Musial o Miguel Cabrera en la actualidad. Veamos otros ejemplos:

 

Tony Gwynn (1989), 8 títulos de bateo; .338 de por vida

Rod Carew, 7 títulos de bateo en la MLB, promedio de por vida de .328

http://cdn.unathleticmag.com/wp-content/uploads/markmcgwire-38th.jpg

http://f.tqn.com/y/baseball/1/L/v/P/-/-/sosa.jpg

Mark McGwire, 583HR en 16 años

Sammy Sosa, 545 HR 18 años en MLB

http://mosportshalloffame.com/wp-content/uploads/2013/04/stanmusial-8x10_enl.jpg

http://www.tabdeportes.com/wp-content/uploads/2012/05/barry-bonds.jpeg

Stan Musial, .331 de por vida con 3630 hits

Barry Bonds, 762 HR en Grandes Ligas

http://media-1.web.britannica.com/eb-media/43/103143-004-1D39BA9A.jpg

Alex Rodríguez, 654HR, .299 de por vida

Manny Ramírez, .312 en 19 años

http://1.bp.blogspot.com/_bly3B1HoaSo/S9ZP8zt96lI/AAAAAAAAAAc/rtl1EO-VJeo/s1600/aaron8.jpg

Babe Ruth terminando el swing con las dos manos en el bat

Hank Aaron, al conectar cuadrangular 755

http://diarioelsiciliano.com.ar/diario/wp-content/uploads/2012/02/Joe-Dimaggio-bateando.jpg

Ted Williams, bateó .406 en 1941; .344 en 19 años.

Joe Dimaggio, bateó .381 en 1939; .325 en 13 años

http://www.sikids.com/sites/default/files/multimedia/photo_gallery/0906/iconic.yankees/images/mickey-mantle(3).jpg

Pete Rose, .303 en 24 años, 4256 hits

Mickey Mantle, 536HR, .298 en 18 años de MLB

http://www.peninsuladeportiva.com/imagenes/18032012/18032012675892414n.jpg

http://www.autographwarehouse.com/images/products/detail/VinnyCastillaASTROS8x10.jpg

Nelson Barrera, 455HR en su carrera (26 años),

.298 Liga Mexicana

Vinicio Castilla, .276 en MLB, 

320HR, MLB

 

 

Espino pertenece a ese selecto grupo de bateadores que se salieron de lo tradicional, y desde joven exhibió su sabiduría con el madero; nació el 6 de junio de 1939 en la Colonia DALE de Chihuahua; su hermano Abel comenta: “comenzó a jugar desde los 11 años y practicaba mucho; desde que empezó a jugar en Tercera Fuerza ya sacaba la bola del campo; no tardó mucho en brincar a la primera fuerza con Benjamín Chávez”. A los 20 años debuta con los Dorados de Chihuahua y conecta un cuadrangular en su primer turno con los Chileros de Aguascalientes; pasa después a los Tuneros de San Luis bajo el mando de Domingo Santana en 1960, dentro de una liga semiprofesional en El Bajío y promedia .368 con 20HR. Después la historia es bien conocida, llega a los Naranjeros en el invierno de 1960-61 y se retira en 1985 escribiendo una de las historias de éxito más importantes en el béisbol mexicano del siglo XX. En una entrevista personal con Obed Plascencia, compañero de Espino con Naranjeros en los años 60's, aproveché la oportunidad para preguntarle: ¿cuál era el movimiento clave en la técnica de bateo de Espino?; Obed no tardó en contestar: "...  bateaba como si matara un mosca... es un movimiento muy rápido e intenso...  las moscas se matan con una mano".

 

 

ESPINO EN LA VII TEMPORADA DE LA LIGA INVERNAL DE SONORA:

Un artículo escrito por Joe Reichler fechado en Nueva York el 22 de Enero de 1964 dice lo siguiente de Espino: “Desde los tiempos en que Beto Avila brilló en la época de los Indios de Cleveland, los mexicanos no tenían un héroe comparable a Héctor Espino, el Mickey Mantledel sur de la frontera. Y si el fuerte muchacho de Chihuahua a quien los aficionados mexicanos llaman “El Rebelde” da resultado con los Cardenales de San Luis, será rival de Beto como figura máxima en la historia del béisbol de México. Espino es un rudo bateador de 24 años que destrozó los récords de la Liga Mexicana el año pasado, avanzó a Jacksonville y fue vendido en forma condicional a los Cardenales de San Luis por un precio que se dijo fue de 25,000 dólares. Antes de salir de Jacksonville el joven primera base y jardinero había asegurado dos coronas en la Liga Mexicana clase AA: bateo y jonrones. En 125 juegos con los Sultanes de Monterrey bateó para .372, impuso récord con 46 jonrones y produjo 117 carreras; en Jacksonville agregó tres cuadrangulares más y bateó .300 en 32 juegos. Espino se ha convertido casi en una leyenda en México a pesar de su juventud; en tres temporadas bateó 93 cuadrangulares, produjo 342 carreras y registró un porcentaje de .361. Bateador derecho, Espino puede enviar la pelota con igual facilidad sobre la cerca del jardín izquierdo que por el jardín derecho. Sus batazos más largos generalmente son por el jardín central. Nadie en México puede enviar la pelota más lejos que Espino; se le han visto batazos de más de 500 pies; puede jugar en las Ligas Mayores ahora mismo, dijo Rodolfo González Castillo, veterano cronista deportivo de Monterrey: No solo es un toletero poderoso sino un gran bateador.  Héctor Espino será uno de los prospectos en el campo de entrenamiento de los Cardenales.”

 

Algunos hechos en el campo para Espino aquel año de 1964-1965 con los Naranjeros de Hermosillo se dan a continuación:

 

1964-10-03. Un hit y 3 ponches en la victoria de Hermosillo 2-0 sobre Cañeros de los Mochis;

1964-10-11. Espino disparó dos jonrones en victoria de Hermosillo 5-3 sobre Navojoa y Alfredo Ortiz.

1964-10-13. Espino Exigirá Bonificación. Héctor Espino ignora la venta de su contrato de los Sultanes de Monterrey de la Liga Mexicana a los Cardenales de San Luis, pero de lo que si tiene plena conciencia es que exigirá a Anuar Canvatti una participación económica en la operación.. o sencillamente no me reporto, agregó. El cuarto bat de los Naranjeros, se anunció ayer en el curso de la transmisión del quinto juego de la Serie Mundial (Cardenales-Yanquis), que el campeón de la Liga Nacional había comprado el contrato del mexicano en 375 mil pesos. Mi contrato con Monterrey ya venció, dijo y de haberse hecho la operación con San Luis exigiré una bonificación… de otra manera no pienso reportarme. Felipe Montemayor fue comprado por los Piratas de Pittsburgh al Aguila de Mexicali en 17500 dólares en 1951; el gran jugador regiomontano percibió el 25 por ciento del costo del contrato. Rubén Amaro cuando los Cardenales lo obtuvieron también pagaron entre 16 y 17 mil dólares; Beto Avila llegó a las Ligas Mayores pagándole 16,500 dólares.

1964-10-14. Anuar Canavati: “NI UN CENTAVO” (Gómez Torres). –¿Me entiende usted?.. ¿me entiende?. Y poseído por una extraña urgencia, estado imperativo que yo captaba a través del hilo telefónico que se extendía desde la redacción de PERIODICOS HEALY hasta Monterrey, repetía una vez más: No daré un centavo a Héctor Espino. Ni un centavo. Al otro lado de la línea hablaba Anuar Canavatipresidente del Club Sultanes de Monterrey.

PH ¿Es un hecho la venta de Héctor Espino a los Cardenales?

CAN: Un hecho, la operación está cerrada. Firmé la operación el domingo.

PH ¿Cuánto pagó Cardenales?.

CAN: No se lo puedo decir; es un secreto de los dos clubes.

PH: ¿Entonces San Luis ya rompió el pacto… dijo haberlo adquirido en 375 mil pesos.

CAN: Es una cifra falsa, ¿me entiende?.

PH: ..

CAN: El contrato de Espino fue adquirido por San Luis a un costo más bajo de lo que se dio a publicidad.

PH: ¿Porqué?.

CAN:  Pues.. porque en la Convención de noviembre, San Luis no quiere tener competencia con otros clubes de Ligas Mayores; es que pueden hacer ofertas superiores.

PH: ¿Entonces Espino no se puede considerar propiedad de los Cardenales?

CAN: .. … Bueno, hay cosas que le puedo decir ¿entiende?.

PH: Sr. Canavati: Espino ha declarado que exigirá una participación económica en esa operación de la venta de su contrato ¿Qué porcentaje le corresponde?

CAN: Ninguno, no daré un centavo a Héctor Espino. Ni un centavo.. ¡nada!.. no tengo porqué hacerlo.

PH: El pelotero ha dicho que de no obtener un beneficio en la venta de su contrato no se reportará a los entrenamientos primaverales del San Luis.

CAN: Mire, las cosas están muy claras. Si Espino no se reporta, San Luis no le va a gastar consideraciones ni van a mandar un avión por él. Lo suspenden sencillamente. Pero si Usted es amigo de Espino, aconséjele que no vaya a cometer la burrada de no presentarse.

PH: ¿Porqué Felipe Montemayor obtuvo el 25% del costo de su contrato cuando fue comprado por los Piratas?.

CAN: Porque una cláusula del contrato lo estipulaba, y en el contrato de Héctor Espino esta cláusula no existe.

PH: Si Usted fuera Héctor Espino no pelearía un derecho económico por esta operación?

CAN: Yo estoy viendo la carrera del muchacho.. que suba más.. que gane más.. Le he tolerado muchas cosas. Aquella vez que huyó de Arizona pensé que su oportunidad de oro se había extinguido. Luché porque fuera a Jacksonville. Y fue.. todos lo sabemos. La operación ya quedó cerrada. No creo que Espino deje ir esa oportunidad. No la debe dejar ir. Dígaselo Usted. El sueldo anual mínimo en las Ligas Mayores es de 20 mil dólares; que vaya. Espino significa taquilla en Monterrey. Yo dejaré de ganar dinero al venderlo, pero como pelotero que siga adelante. Que no se detenga en tonterías; ¿me entiende Usted?.. ¿me entiende?..

PH: Sr Canavati, gracias.

CAN: Estuve para servirle

TELMEX: ¿ya terminaron?.

 

1964-10-17. Espino, un hit en cuatro viajes en la victoria de Hermosillo 7-0 sobre Empalme.

1964-10-19. José Soto ponchó a Espino y Villarreal para terminar el juego en derrota de Hermosillo 2-1; perdió “Temo” Balderrama.

1964-10-23. Hermosillo conectó 5 jonrones; dos de Villarreal, uno de Espino, Leo Rodríguez y Avestruz Rodríguez en victoria de 7 a 6 sobre Ciudad Obregón.

1964-10-25.  Espino bateó de 6-3 en triunfo de Hermosillo 9-8 sobre Yaquis de Ciudad Obregón

1964-10-31. Espino conectó HR de dos carreras a Vicente Romo pero Hermosillo perdió en 11 entradas 3-2 en un duelo de pitcheo con Miguel Sotelo. Un error de Benjamín Reyes permitió la carrera del gane en la entrada 11.

1964-11-01. Espino produjo 5 carreras con 2 jonrones en victoria de Hermosillo sobre Guaymas 9-2; fue el HR número 6 y 7.

1964-11-06. Espino disparó su noveno cuadrangular; Guaymas ganó a Hermosillo.

1964-11-09. Mala racha de bateo para Espino. Hermosillo está a 4 juegos del líder Ostioneros de Guaymas con quienes perdió la serie por limpia.

1964-11-14. Espino HR, bateó de 4-2 en victoria de Hermosillo sobre Navojoa 5-3.

1964-11-15. Espino dos jonrones, uno en el décimo para romper empate en victoria de Hermosillo 5-3 sobre Navojoa y Alfredo Ortiz.

1964-11-16. HR de dos carreras de Espino (13) en derrota de Hermosillo 7-4 ante los Mayos de Navojoa.

1964-11-20. Espino HR de tres carreras en el noveno para dar la victoria 14-13 a Hermosillo sobre Cañeros.

1964-11-22. Hermosillo perdió ante Los Mochis pero Espino conectó el jonrón número 15. En el último reporte, Espino batea para .361; Plascencia va con .358 y Marco Antonio Manzo .268 para ser los mejores de Hermosillo.

1961-11-28. Espino enfermo de amigdalitis; no participó en el juego con Ciudad Obregón.

1964-12-05. Empate entre Hermosillo y Empalme a 0 carreras en 12 entradas; duelo entre Horacio Solano y José Soto.

1964-12-06- Espino de 4-2 en derrota de Hermosillo ante Empalme 4-0; blanqueó Alfredo Mariscal.

1964-12-07- Espino logró 3HR en dos partidos para una división de honores con Empalme.

1964-12-13. Se anuncia un homenaje a Héctor Espino para el domingo 13 de diciembre; “ha botado 18 pelotas, ha conquistado cuatro títulos de bateo en forma consecutiva y en esta temporada aparece empatado en el primer lugar con Kiko Castro. Hermosillo ganó a Mochis con lanzamientos de Eusebio Elizalde; “Cananea” Reyes de 4-4.

1964-12-16. Espino 2 dobletes en 3 turnos en victoria de Hermosillo 5-4 sobre Empalme.

1964-12-19. Espino líder de bateo con .356, 18HR y 41CP; Miguel Gaspar .353 y Arnoldo Castro .346 ocupan el segundo y tercer lugar.

1964-12-20. Espino de 4-2 en victoria de Navojoa 3-2 en 10 entradas.

1964-12-22. Hermosillo ganó a Culiacán 4-1; Espino doblete y sencillo en cuatro viajes.

1964-12-28. Error de Espino en el jardín izquierdo permite 2 carreras en derrota de Hermosillo ante Empalme.

1964-12-29. Espino 2 hits en victoria de Hermosillo 7-5 sobre Empalme.

1964-12-30. Espino único líder de bateo con .364

1965-01-01. Artículo: UN GIGANTE DEL BATEO: ESPINO. De por vida: .370; Lleva 77 jonrones; y va por el quinto.

1965-01-03. Espino de 5-2 en victoria de Hermosillo sobre Obregón. Alfredo Ortiz ponchó a 23 y perdió el juego por Navojoa contra Guaymas en 13 innings (6-4) en el Valle del Mayo.

1965-01-07. Espino de 5-0 en el Juego de Estrellas Norte contra Sur; Gana la Sur 10-4 en 14 entradas en el FM Ortiz.

1965-01-10. Espino 2 HR (19 y 20), produjo 4 carreras en victoria de Hermosillo 5-4 contra los líderes Ostioneros de Guaymas.

1965-01-24. Espino HR de dos carreras (23) en la onceava para dar la victoria a Hermosillo 5-3 sobre Navojoa

1965-01-25. Doblete de Espino en el octavo impulsó a “Cananea” Reyes con la carrera del triunfo en victoria de Hermosillo 3-2 sobre Navojoa

1965-01-26. Espino líder de bateo con .377; Arnoldo Castro .341 (9 con .300 o más). Hermosillo 42-30 en primer lugar.

1965-01-31. Espino HR solitario en derrota de Hermosillo 5-3 ante Los Mochis. Hermosillo y Los Mochis a un juego de Guaymas en el standing

1965-02-08. Espino HR (25) en victoria de Hermosillo ante los Yaquis de Ciudad Obregón. Guaymas campeón (47-33), Los Mochis (46-34), Hermosillo (45-35). Espino termina con .382, 25HR y 62C; ganó la triple corona de bateo en la VII Liga Invernal de Sonora.

 

 

LECTURAS RECOMENDADAS:

http://www.cronicadechihuahua.com/Hector-Espino-el-mejor-beisbolista.html

http://www.elsoldechiapas.com/nota.php?sec=2&id=2571

 

Videos Recomendados

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https://www.youtube.com/watch?v=IiVVhb8jZXY

 

AURELIO RODRÍGUEZ ITUARTE

 

AURELIO RODRÍGUEZ ITUARTE

 “UN GUANTE BRILLANTE”

 

Manuel de Jesús Sortillón Valenzuela

 

 

El béisbol mexicano siempre ha contado con jugadores destacados en la llamada “esquina caliente”; en la Liga de la Costa del Pacífico la rivalidad era entre Leo Rodríguez y Benjamín “Papelero” Valenzuela. Ya en la Liga Mexicana del Pacífico un par de estrellas rivalizaban con el guante y con el bat: Celerino Sánchez y Aurelio Rodríguez. En los años 80’s Nelson Barrera ocupaba la atención con sus cuadrangulares y en la década siguiente Vinicio Castilla llegó incluso a representar a México en el mejor béisbol del mundo.

 

Entre todos ellos, Aurelio Rodríguez Ituarte ocupa un lugar especial en la historia del béisbol mexicano; inició su carrera un poco después que su hermano Francisco por aquel año de 1966; nacido en Cananea, Sonora, México un 28 de diciembre de 1947, se mantuvo siempre en un primerísimo lugar en donde jugara, ya sea en las Grandes Ligas, en la Liga Invernal Mexicana del Pacífico o en la Liga Mexicana. Si bien su ofensiva no llegó a ser tan brillante en las Ligas Mayores (.237 de por vida), ocupa un nada despreciable lugar 14 de todos los tiempos en el promedio de bateo de la Liga Mexicana del Pacífico con .272. Es opinión de muchos que en el campo Aurelio es de lo más sobresaliente, incluyendo a los jugadores del mejor béisbol del mundo; Sparky Anderson, un manager por 25 años en MLB alguna vez declaró: “… solo he visto dos brazos poderosos: el de Travis Fryman y el de Aurelio Rodríguez, y  es muy probable que las manos de Aurelio no tengan comparación”.

 

 Los hermanos Aurelio y Chico Rodríguez (60´s)

 

El sonorense comenzó muy joven en el béisbol profesional. Su primer equipo fue el Fresnillo en la Liga Central durante el año de 1965; ahí bateó para .293 con 25 jonrones y 104 carreras producidas en 138 juegos; eso llamó la atención de los Charros de Jalisco con quienes jugó 15 partidos con 13 hits en 50 turnos. Aurelio se incorpora a los Charros de Jalisco de la Liga Mexicana de Verano en la primavera de 1966 y acumula 53 producidas, 3 jonrones, 15 triples (Líder), 17 dobletes y promedio de .292  en 135 juegos; al finalizar la temporada en el mes de agosto es vendido a los Angeles de California para ser enviado al Seattle en la Liga de la Costa del Pacífico; bateó .254 en 17 juegos. En el invierno es contratado por los Cañeros de Los Mochis para la entonces Liga Invernal Sonora-Sinaloa, donde conectó 7 cuadrangulares, bateó para .272 y produjo 42 carreras en 85 partidos, ayudando a obtener el subcampeonato al terminar en segundo lugar de la tabla general, 4.5 juegos abajo de Culiacán que obtuvo su primera corona en la aún joven Liga Invernal Sonora-Sinaloa.

 

El año de 1967 lo comienza en El Paso de la Liga de Texas donde alcanzó un promedio final de  .327, 11 jonrones y 47 producidas en 79 juegos; regresó a Seattle en la Liga del Pacífico con un buen .308, 2 jonrones y 17 impulsadas en 51 juegos. Después de estos desempeños en las sucursales, fue llamado al equipo grande en el último mes de la temporada. Debutó el 1 de septiembre en un partido en casa contra los Indios de Cleveland por quienes lanzaba su estrella Sam Mcdowell, juego nocturno celebrado en el Estadio de Anaheim (asistencia 12710 aficionados). De primer bat recibe los 3 strikes de Mcdowell en la primera entrada; en la tercera Taylor inicia con ponche; Knoop conecta sencillo al izquierdo; Simmons forzó a Knoop en segunda con rola a tercera para el segundo out, pero Rodríguez se para en la caja de bateo y conecta doblete al jardín izquierdo produciendo así su primera carrera con su primer hit. En la quinta recibe pasaporte sin otra cosa y en el octavo es el primer out del inning. Se fue de 3-1 con una impulsada en un triunfo de última hora de los Angeles; después de ir perdiendo 3-2 en la novena, los californianos anotan dos; Jimmie Hall sustituye a Rodríguez en su turno al bat y logra llegar quieto a primera en error de Horton entrando así la carrera de la victoria.  

 

 

Estadio de Anaheim, 1968

 

 Rodríguez jugaría todo el mes de septiembre en la esquina de los cañonazos y en 75 asistencias solo cometió un error, lo cual dejó maravillado al manager Bill Rigney; el tercera base titular fue Paul Schaal con 7 errores en 156 asistencias pero con un promedio muy bajo al bat de .188, alternándose con John Werhas quien tuvo 4 en 49 y al bat .160; Rodríguez bateó para .238 con un cuadrangular y 8 producidas en 130 turnos al plato. Ese año jugaron en Anaheim el cubano José Cardenal y por corto tiempo el bajacaliforniano Jorge Rubio, así como el conocido lanzador del béisbol mexicano George Brunet (11-19, 3.31CLP), en un club que quedó a 7.5 juegos del líder Medias Rojas de Boston. Aurelio conectó su primer cuadrangular en Grandes Ligas el día 5 de septiembre cuando bateó de 5-3 y anotó 3 carreras en una victoria de California 7-2 sobre los Orioles de Baltimore en Anaheim; el jonrón fue sobre el relevista E. Fisher.

 

El jovencito de Cananea, Sonora llega al año siguiente con gran entusiasmo y el manager Rigney le da mayores oportunidades con 76 partidos:  en abril juega 6,  junio 17, julio 26, agosto 5 y 22 en septiembre, concluyendo la temporada para un promedio al bat de .242 en 223 turnos. Para ese entonces competía en el puesto otra vez con Schaal (.210) y para mediados del mes de agosto llega el dominicano de 25 años Winston Llenas así como el jardinero mexicano Carlos “Bobby” Treviño (23 años).  Durante los primeros meses de la temporada Rodríguez tuvo problemas con el bateo siendo el octavo de la alineación; cayó hasta .136 el día 5 de julio pero de ahí en adelante hubo una mejora continua; el 21 en Chicago se fue de 4-3 con dos sencillos y un doblete para ser el mejor del partido en una victoria de California 7-0. Al día siguiente en Minnesota produce 3 carreras y otra vez se va de 4-3 en una victoria de 6 a 5; para ese entonces su club estaba a 12.5 juegos de los Tigres de Detroit. Aurelio terminaría con un .242 de porcentaje siendo el mejor fue el venezolano Vic Davalillo con .298; esta vez en el campo no le fue tan bien al cometer 15 errores en 113 asistencias y de nuevo Brooks Robinson se llevó el guante de oro con 16 errores y 353 asistencias.

 

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/40/Aurelio_Rodr%C3%ADguez_1969.JPG

 

En el invierno de 1968 Aurelio Rodríguez se reporta a los Cañeros para otra campaña de la Liga Invernal Sonora-Sinaloa después de haberse ausentado el año anterior; su brazo y su bat contribuyeron enormemente para que el equipo sinaloense obtuviera su primer cetro en el circuito costeño. Mochis quedó en segundo lugar en la primera vuelta con 19-13 detrás de Ciudad Obregón (20-10); en la segunda bajó al tercer sitio (16-14) detrás de Hermosillo (16-12) y Guaymas (16-11). En esta edición por primera vez se pacta una serie de juegos de postemporada en la que Los Mochis participa junto con Obregón, Guaymas y Hermosillo a tres juegos con visita recíproca. El equipo cañero termina el play off con 11-6, Obregón 9-9, Hermosillo 8-9 y Guaymas 7-11. Aurelio le dio a las costuras para un promedio de .284 con 9 jonrones y 42 producciones en 75 juegos; su hermano “Chico” Rodríguez estuvo en el campo corto por primera vez proveniente del Naranjeros haciendo una excelente mancuerna con Gabriel Lugo en la segunda base, quien quedó campeón bateador con .309 ya que Espino se declaró en rebeldía debido a su inconformidad salarial con Hermosillo. El pitcher cañero Don Secrist fue el jugador más valioso con récord de 15-3 en ganados y perdidos y un minúsculo PCL de 1.64, siendo acompañado en la loma por José Peña, Antonio Pollorena y  “Panchillo” Ramírez, entre otros. Con los Rodríguez, Mochis armó un equipo muy competitivo en los años por venir.

 

Los Angelinos de California deciden darle la prueba de fuego a Rodríguez y le entregan la tercera base por todo el año de 1969, compartiéndola con Winston Llenas. El sonorense seguía con problemas en la caja de bateo pues promedió ahora un .232 siendo el más bajo de los titulares; lo más grave es que alcanzó una cifra de 88 ponches y 22 bases por bolas, una relación nada saludable para sostenerse en el mejor béisbol del mundo además de haber alcanzado el porcentaje OBP más bajo de toda la Liga Americana con 0.272, un índice que relaciona los hits y bases por bolas con las apariciones al plato; en chocolates solo fue superado en su equipo por los 100 de Reich Reichardt. En este año Grandes Ligas distribuyó las franquicias por divisiones habiendo quedado California en la zona oeste de la Liga Americana y quedó a 22 juegos de los líderes Mellizos de Minessota al concluir la campaña. Algo rescatable quedaba para el muchacho de Cananea; en esta edición de 1969 cometió 24 errores con 352 asistencias para un 6.38% de equivocaciones; el porcentaje más bajo para un tercera base en la Liga Americana fue logrado por Brooks Robinson otra vez con 13 yerros, 370 asistencias y por porcentaje de falla del 2.61%. De nuevo con Cañeros en el invierno, Aurelio logra un porcentaje de bateo de .319 que sería el mejor de su carrera; en 63 juegos conecta 12 cuadrangulares con 49 carreras producidas. Otra vez el equipo sinaloense es protagonista ahora en la serie final contra los Tomateros de Culiacán ante quienes caen vencidos 4 juegos a 2. Aurelio se llevaría el liderato de hits con 84 y el de dobletes con 15; el líder bateador del torneo fue el veterano de 44 años Orestes Miñoso de Mazatlán, quien conectó 74 inatrapables y bateó para .359. 

 

Para 1970 toma las riendas del equipo californiano Lefty Phillips, y el sonorense participa en un cambio de jugadores que se acuerda con Washington el día 27 de abril; junto con Rich Reichardt, Aurelio se incorpora a los Senadores mientras que el norteamericano Ken McMullen toma la tercera almohadilla de Anaheim . Parece que los administrativos de California cambiaron los 188 ponches entre Aurelio y Reichardt por los 103 de McMullen, aunque el movimiento fue poco productivo pues en 1970 McMullen bateó lo mismo que Rodríguez en el 69 (.232) y los Angelinos continuaron en la media tabla del standing final a 12 juegos de Minessota. Además, el jovencito mexicano aprendió mucho del manager “Hall Fame”: Ted Williams, que se convirtió en su especial instructor de bateo. 

 

 Aurelio Rodríguez y Ted Williams 

  

Aurelio recibió la tercera base de Washington y no lo hizo tan mal: produjo 76 carreras, conectó 19 cuadrangulares y bateó para .247, siendo líder del club en dobletes con 31 aunque su dolor de cabeza seguían siendo los ponches pues se fue triste a la caseta 81 veces, solo superado por Frank Howard (125) y Mike Epstein  (117). En el campo tuvo 18 errores con 336 asistencias para un porcentaje de fallas del 5%; pero Washington estaba peor que Anaheim pues la gente de Ted Williams quedó a 38 juegos de los Orioles que finalmente se llevarían la Serie Mundial.

 

 

El de Cananea, Sonora tuvo jornadas brillantes vistiendo el uniforme de Washington siendo el quinto en el orden al bat a sus 22 años; en tres ocasiones bateó 4 hits en un juego como el día 14 de junio contra Medias Blancas de Chicago yéndose de 4-4; Senadores ganó 5-3 y Aurelio produjo 3 carreras incluyendo un jonrón solitario. Pero al terminar la temporada el joven nuevamente es incluido en una transacción que incluye a Ed Brinkman, Joe Coleman y Jim Hannan que viajarán a los Tigres de Detroit recibiendo Washington al astro Denny McLain, Don Wert, Norm McRae y Elliott Maddox. McLain fue un fracaso con los Senadores; a pesar de haber ganado 31 juegos en 1968 y 24 el 69, quedó 3-5 en 1970 con Detroit pasando a Washington donde ganó 10 y perdió 22 en 1971 siendo el peor de la Liga Americana; al año siguiente se fue a Oakland y dijo adiós al terminar 1972 con foja de 4-7; Don Wert solo jugó 20 partidos ese año de 1971 y después se retiró; McRae no pisó Grandes Ligas otra vez y Elliott Maddox fue un buen utility  sin promedio al bat pasando al año siguiente a Texas. En cambio, Detroit recibe una gran promesa en que se había convertido Aurelio Rodríguez quedándose con los Tigres nueve años; Ed Brinkman  no bateó mucho pero fue un buen short stop por los siguientes cuatro; Joe Coleman ganó 20 juegos para los Tigres, 19 en 1972 y 23 el 73; Jim Hannan abandonó Grandes Ligas en 1971. Como sea, los Senadores perdieron mucho en la transacción. Finalmente Washington se despidió de Grandes Ligas al término de la temporada de 1971 cuya franquicia quedó en manos de los Rangers de Texas, pero la semilla estaba ahí y el béisbol regresó a 34 años después al tomar el club que dejó Montreal con el nuevo nombre de Nacionales. 

 

 

Tiger Stadium

 

En 1971 Billy Martin empezaba su primer año de tres que trabajaría en Detroit; le entregó la tercera base al sonorense jugando las tres temporadas completas, aunque debemos reconocer que seguía teniendo problemas con el chocolate: en el período de Martin bateó para .253, .236 y .222 con una pila de ponches poco saludable de 93, 104 y 85; de hecho en esos tres años fue el que más se ponchó del club. Sin embargo, a Rodríguez se le dio batear cuadrangulares así que despachó la bola fuera del parque en 15, 9 y 13 ocasiones. En el campo estuvo espléndido pues cometió 23, 16 y 14 errores del 71 al 73, con un promedio de falla del 5.00%; en ese mismo período el fenómeno de la tercera base Brooks Robinson tuvo 3.87% con 42 errores y 1041 asistencias; Rodríguez tuvo 54 y 1024. En 1972 Detroit se lleva el campeonato de la zona Este de la Liga Americana ganándole por una nariz a los Medias Rojas de Boston con medio juego de diferencia en el standing, pero finalmente caen 3 juegos a 2 contra Atléticos de Oakland en una serie donde el mexicano se fue de 16-0 con dos ponches y 4 pasaportes.

 

 

  

Al comenzar la década de los 70’s Rodríguez sigue muy activo con Cañeros, equipo con un sólido staff de pitcheo que los llevó de nuevo a la serie final contra de Naranjeros de Hermosillo; Mochis perdió aquel recordado campeonato de la temporada 70-71 con el famoso cuadrangular de Bob Darwin en la novena entrada;  Aurelio estuvo en ese séptimo juego celebrado en Hermosillo y conectó un jonrón solitario en la séptima entrada que enmudeció a los aficionados que en gran número se dieron cita en el Estadio Fernando M. Ortiz, incluyendo al autor de este artículo. Un hit de Espino en el noveno y el cuadrangular de Darwin ante “Pepe” Peña desató la algarabía en el terreno de juego. Rodríguez bateó para .312 con 14 cuadrangulares y 53 carreras producidas, el número mayor de impulsadas en toda su carrera invernal.

  

Aurelio Rodríguez sobre la cerca de foul (1970)

 

 

En 1974 llega a los Tigres Ralph Houk tomando el timón durante los próximos 5 años; en ese lapso Detroit se convirtió en un equipo sotanero acumulando más derrotas que victorias: 1974: 72-90 (último lugar de la División Este), 1975: 57-102 (último lugar), 1976: 74-87 (penúltimo lugar), 1977: 74-88 (cuarto lugar, a 26 juegos), 1978: 86-76 (quinto lugar, a 13.5 juegos). En estas 5 temporadas el mexicano conectó 43 cuadrangulares, produjo 237 carreras y bateó para un promedio general de .245; en 1976 fue galardonado con el premio al Guante de Oro como el mejor tercera base de la Liga Americana pues cometió solo 9 errores en 128 juegos con 280 asistencias y un promedio de fallas del 3.11%; esta vez Brooks Robinson vería cortada la racha de 16 guantes de oro ante el mexicano con 6 errores y 126 asistencias jugando la mitad de los juegos antes de retirarse al año siguiente.

 

 Brooks Robinson, 16 Guantes de Oro

 

De 1971 a 1973-74 Rodríguez continuó haciendo mancuerna con su hermano “Chico” en el equipo Cañeros de la ahora llamada Liga Mexicana del Pacífico; en estos tres años tuvo promedios al bat de .291, .297 y .228, tiempo en el que el club verde dejó de ser competitivo; para el año siguiente es contratado por los Yaquis de Ciudad Obregón en el que se mantuvo por dos temporadas promediando .282 y .271 con 10 cuadrangulares. Participó con el club Yaqui en la serie final del año 1975-76 otra vez contra Naranjeros de Hermosillo; el club yaqui manejado por Jimmy Williams dominó las dos vueltas, pasó sobre Navojoa y en una trepidante serie final de 7 juegos perdió el campeonato.

 

 Aurelio Rodríguez y los Yaquis de Ciudad Obregón de 1975-76

  

Para 1979 la era “Ralp Houk” había terminado y Detroit contrata a Less Moss, aunque solo se mantiene por 53 juegos antes de que Sparky Anderson tome las riendas del abrumado club donde permanecería hasta 1995. Aurelio bateó ese año para .254 con 5 jonrones y 36 carreras producidas gozando de la compañía de un compatriota, el “Buitre” de Tecamachalco Aurelio López quien llegó proveniente de San Luis. En el invierno los Tigres negocian una venta del sonorense a los Padres de San Diego por 200 mil  dólares, lo cual marca su despedida del Tiger Stadium pues la tercera base fue entregada a Tom Brookens.

 

En tanto para el invierno Aurelio regresa a Los Mochis en 1977, y aunque se ausenta en 1980, con este equipo terminaría su carrera en el béisbol; curiosamente en la Temporada 1983-84 tuvo .317 de porcentaje en 41 juegos, su segundo  más alto en el Pacífico, ocasión en que Cañeros resultó campeón de la Liga al vencer a Ostioneros de Guaymas en la serie final 4 juegos a 2; Mochis llevó la representación de México a la Serie del Caribe celebrada en San Juan, Puerto Rico y Rodríguez obtuvo merecimientos suficientes para ser considerado en la tercera base del equipo ideal; esta vez Águilas de Zulia de Venezuela se llevó el título del certamen  dirigidos por el mexicano inolvidable Rubén Amaro.

 

En esa primavera de 1984 Aurelio reportó a los Padres de San Diego;  jugó en 89 partidos promediando apenas .200 compartiendo la almohadilla con Luis Salazar que llegaba a su primer año con Padres y a quien le fue bastante bien, pues bateó un sólido .347 en 44 juegos; Salazar se quedaría en San Diego por cuatro años más. Mientras tanto Rodríguez fue negociado en el mes de agosto en una venta a los Yanquis de Nueva York por un caso de emergencia, pues su titular Craig Nettles enfermó seriamente al parecer de hepatitis y quedó inhabilitado por varias semanas; la transacción se efectuó el día 4 de agosto de 1980. Con Yanquis en 52 juegos el mexicano bateó para .220 con 3 jonrones y 14 producidas, nada comparable a los 20 jonrones de Nettles y .266 de promedio. Nueva York fue campeón en la zona Este de la Liga Americana pero fue eliminado por Reales de Kansas City que al final se llevaría la Serie Mundial ante Filis de Filadelfia.

  

Los aires de Nueva York asentaron bien al mexicano, y aunque jugó poco, el año de 1981 logró un porcentaje inolvidable de .346 con 2 cuadrangulares y 8 carreras producidas en 27 partidos. Estos dos vuelacercas los conectó en Seattle el día 10 de Mayo de 1981; el primero en la tercera entrada con Foote en bases y el otro en el quinto solitario. Los Yanquis pasaron a la postemporada y vencieron a Milwaukee 3 juegos a 2; vencieron a Oakland 3-0 para obtener el Cetro de la Liga Americana y se fueron a la serie mundial por enésima vez ahora contra Dodgers de Los Angeles. Aurelio Rodríguez bateó enormemente en esa confrontación al pegar 5 hits en 12 turnos, serie que quedó en manos del club angelino 4 juegos a 2 inspirados en el jovencito mexicano Fernando Valenzuela. El béisbol permitió disfrutar a los aficionados de nuestro país de las actuaciones sobresalientes estos dos jugadores que dejaron una huella brillante durante las décadas de los años 70’s, 80’s y 90’s.

  

Aurelio Rodríguez (1981)

  

El final en Grandes Ligas para Rodríguez estaba cerca; el 17 de noviembre de 1981 fue negociado a los Blue Jays de Toronto en un cambio por Mike Lebo, cátcher que no llegó a Liga Mayor. Sin embargo,  antes de comenzar la temporada de 1982, el veterano de 34 años es requerido ahora por los Medias Blancas de Chicago participando en un cambio por el jardinero Wayne Nordhagen, conocido de la afición del Pacífico que alineó para Venados de Mazatlán. En Chicago, Aurelio promedió .241 con 3 jonrones y 31 carreras producidas en 118 partidos; compartió la almohadilla con Jim Morrison y Lorenzo Gray; ese año Chicago quedó a 6 juegos del líder Angelinos de California. En la primera mitad de la temporada Rodríguez recibió pocas oportunidades de entrar al campo pero en Agosto y septiembre se convirtió en titular. Tuvo una jornada sobresaliente aquel 16 de septiembre en una victoria sobre Oakland cuando bateó de 4-4, uno de ellos doblete, produjo una carrera y anotó dos, juego celebrado en el Comiskey Park I y bateando de octavo.

  

  

Para Febrero de 1983 Aurelio Rodríguez obtiene un contrato con los Orioles de Baltimore pero es dado de baja a mediados del mes de agosto después de participar en 45 encuentros; bateó apenas 8 hits en 67 oportunidades, aunque Medias Blancas lo llama de nuevo en el último día de agosto para reforzar su defensa; Chicago pasa a la postemporada al quedar de líder en la división oeste de la Liga Americana pero cae ante los Orioles 3 juegos a 1; Aurelio bateó 4 hits en 20 oportunidades en su corta estancia con Chicago antes de finalizar su aventura en las Ligas Mayores aquel 7 de noviembre de 1983.  Pero el béisbol seguía siendo su pasión; se enroló ahora en equipos mexicanos con Tigres del México, Sultanes de Monterrey y Saraperos de Saltillo donde terminó su etapa en el diamante a los 40 años; con el tiempo trabajó también como instructor, coach y manager tanto en México como en Estados Unidos en  invierno y verano; por un tiempo ayudó a la organización de los Indios de Cleveland como coach de Ligas Menores desde 1988.

  

 

 

En 1991 le tocó dirigir a los Sultanes de Monterrey de la Liga Mexicana de Verano obteniendo una corona que se negaba desde 1962, larga sequía de 29 temporadas. En su staff contó con los lanzadores Héctor Heredia, Miguel Alicea, Arturo González, Roberto Osuna, Alejandro Garza y Aarón Acosta. En el campo brillaron Germán Rivera, Orlando Sánchez, Darryl Motley, Chico Rodríguez, Juan Reyes, Alejandro Treviño, Remigio Díaz, Guadalupe Leal, entre otros. En 1998 con Acereros de Monclova el sonorense llevó al team hasta la serie final ante los Guerreros de Oaxaca que fueron dirigidos por Nelson Barrera, aunque el título quedó en manos del “Almirante” en la oportunidad más cercana que ha tenido Monclova de un Campeonato. Aurelio fue entronizado al Salón de la Fama del Béisbol Mexicano en el año de 1995 junto con otros inmortales como William Berzunza, Rodolfo “Mulo” Alvarado y Arnoldo “Kiko” Castro.

  

Ceremonia de Entronización al SFBM en 1995

 

Para el año 2000 Aurelio Rodríguez había acordado con la Directiva de Naranjeros de Hermosillo para incorporarse al club en calidad de coach; pero eso nunca pudo ser ya que en un desafortunado accidente en la ciudad de Detroit dejó de existir. El parte noticioso del domingo 24 de septiembre de la Associated Press difundió así la nota: “Aurelio Rodríguez, un modelo de consistencia en la tercera base para los Tigres de Detroit durante los años 70’s, quien bateó para .417 en la Serie Mundial de 1981 con los Yanquis de Nueva York, murió ayer al ser atropellado por un automóvil al suroeste de la ciudad; contaba con 52 años. Rodríguez caminaba con una mujer no identificada alrededor de las 2 de la tarde  cuando un automóvil cruzó la banqueta y los golpeó antes de chocar con un poste, según el agente de policía; tuvo que ser retirado debajo del automóvil y fue declarado muerto en el Hospital Henry Ford de esta ciudad. “Estamos consternados y tristes al perder a uno de los nuestros, y nuestros pensamientos y oraciones son por su familia”, dijo el portavoz de los Tigres Tyler Barnes; “fue una persona muy agradable, de gran sonrisa; es la clase de persona que todos quieren”, dijo el locutor Ernie Harwell de Nueva York; “Vamos a recordarlo; creo que el dejó su huella en Detroit”. Rodríguez vivía en Tucson Arizona, y trabajaba con instructor en la organización de los Arizona Diamondback’s. Vino a Detroit para una sesión de autógrafos organizada para este domingo junto con Tom Brookens, otro tercera base muy querido. Spark Anderson comentó: “… tratamos de obtenerlo en dos ocasiones diferentes cuando estaba como manager de Cincinnati… este tipo fue un gran tercera base”. Anderson llegó a los Tigres en el último año de Rodríguez con Detroit y hasta 1992 probó al menos 43 jugadores después de que el mexicano dejó el tercer cojín.

 

Aquel jovencito que tímidamente entró al estadio recién construido de Anaheim contando apenas con 19 años, logró cautivar a propios y extraños; muchos aplausos y gritos de alegría y admiración de compañeros y rivales se mereció Aurelio Rodríguez, dueño de esa habilidad para hacer la jugada inesperada y sumar los outs que el equipo necesita para ganar un partido. Los lanzadores en el béisbol son los únicos que resienten en su verdadera dimensión la ausencia de un efectivo jugador de cuadro, y estoy seguro que fueron muchos los pitchers que respiraron tranquilos al ver que Aurelio estaba en la tercera, pues sabían que podía sacar el out en los momentos de apremio, en aquellos instantes en que la derrota se asoma amenazante para diluir los esfuerzos acumulados durante las 9 entradas. Quizás Aurelio Rodríguez puede considerarse como un bateador deficiente en Ligas Mayores, pero su grandeza con el guante fue tal que hasta la fecha nadie quedó inconforme con su trabajo; con una pincelada de arte al tomar la bola y tirar a primera fue suficiente para que muchos manejadores, a pesar de sus carencias, desearan verlo de su lado en el line up durante todos los juegos de la temporada.

  

En el periódico Detroit News de 1981 se escribió alguna vez de Rodríguez: “… poseedor de un brazo de rifle y reflejos como de gato, patrulló la tercera base para Detroit de 1971 a 1979; en ese período se llevó muchas ovaciones de los aficionados con sus proezas en el terreno de juego. Desafortunadamente los promedios al bat de Rodríguez nunca estuvieron al nivel de su habilidad en el fildeo, pero él era capaz de conectar un cuadrangular o un extrabase en cualquier momento. El mexicano de sonrisa agradable fue muy popular entre los aficionados de Detroit, y se le agradece aún hoy en día con muchos aplausos cuando regresa al Estadio como miembro del equipo contrario”.

  

 

Referencias Recomendadas: 

 

http://www.oem.com.mx/elsoldetijuana/notas/n2649889.htm

 

http://www.beisbolsinaloa.com/index.php/columnistas/-jesus-alberto-rubio/1030-al-bat-aurelio-y-sultanes

 

VICENTE ROMO NAVARRO

VICENTE ROMO NAVARRO

“Un brazo de Acero”

POR MANUEL DE JESUS SORTILLÓN VALENZUELA

 

Hay jugadores que brillan de manera sobresaliente por encima de muchos en las diversas ramas del deporte; Michael Jordan en el básquetbol, Maradona y Pelé en el futbol, Babe Ruth o Pete Rose en el Rey de los Deportes son un rápido ejemplo. Al paso del tiempo, el profesionalismo en el deporte se consolidó en la segunda mitad del siglo XX, formándose las ligas o circuitos apropiados a la disciplina y con ellas inicia la historia deportiva que tanto apasiona en el mundo entero; el béisbol no fue la excepción y desde 1945 en que nació la Liga de la Costa en el noroeste de México, empezaron a escribirse las estadísticas que dan evidencia de aquellos superdotados que fueron acumulando cifras y hechos que dejaron una huella imborrable en el recuerdo;  en México, uno de ellos es el llamado popularmente “Huevo” Romo,  lanzador con una larga carrera en los diamantes.

 

Vicente Romo Navarro destacó de manera sobresaliente en la Liga invernal Mexicana del Pacífico; en sus 24 años de activo en la pelota posee el récord de 182 juegos ganados; su más cercano competidor fue José Peña con 173 (22 años) y Angel Moreno 137 (24 años). Así también, es el mejor en ponches con 2038 muy lejos de José Peña quien quedó con 1601. En el importante rubro de efectividad también es el mejor con 2.38 carreras limpias admitidas por juego; el más cercano es Horacio Piña con 2.43 quien trabajó diez años menos;  Romo lanzó el juego completo en 178 ocasiones de 364 oportunidades para un 48.9% dando muestra de un brazo privilegiado; el “MLB Hall Fame” Tom Seaver (1967-86) contemporáneo de Romo, terminó 231 en 647 comienzos para un 35.7% en una época en que los relevistas no ganaban buenos sueldos; esto significa que Vicente sacó los 27 outs en la mitad de los juegos que comenzaba. Y para no dejar sentido a nadie, en el verano nuestro biografiado ganó otros 182 juegos en la Liga Mexicana y 45 más en otros circuitos para un total de 409 victorias en su vida profesional; Cy Young (511) y Walter Johnson (417) fueron los mejores en las Ligas Mayores y según la época de Romo, Nolan Ryan y Don Sutton empataron con 324 triunfos de por vida; Vicente los supera con 85 triunfos más.

 

Enrique y Vicente Romo (1963)

 

El nativo de Santa Rosalía Baja California un 21 de Mayo de 1943, comenzó su carrera  con los Ostioneros de Guaymas en aquel invierno de 1961, temporada que terminó con 2 triunfos, 4 reveses y un promedio de efectividad de 2.61 en labores de relevo. Subió a la loma por primera vez en Ciudad Obregón en el juego inaugural del día 13 de octubre; en esa ocasión se lanzó un juego sin hit aunque con carrera salido del brazo del pitcher yaqui Rubén Rendón quien permitió anotación después de una base por bolas (a Mara Sañudo) y dos “wild pitch” en la segunda entrada; el score quedó 4 a 1 con un cuadrangular de dos carreras de  “Papelero” Valenzuela y dos producciones de Jesús Lechler; Romo tomó el montículo en el octavo episodio. Pero el domingo 19 de noviembre por la mañana Vicente lanza 6 entradas y un tercio en relevo a Emilio Ferrer desde la tercera, combinándose ambos para lanzar un juego sin hit ni carrera contra los Arroceros de Ciudad Obregón; a la semana siguiente ganó su segundo juego con otro gran relevo de 5 entradas y dos carreras permitidas.

 

Pronto despertó el interés de los buscadores de talento, y para el verano de 1962 vemos a Romo con los Tigres de Aguascalientes en la extinta Liga Central Mexicana de Verano; ganó 8 y perdió 9 con 4.47 de PCLA; regresa a Sonora de nuevo con Ostioneros y en el invierno gana una decena de victorias a cambio de 8 reveses y 4.25PCLA tomando participación en 24 juegos y 117 innings lanzados; al año siguiente acumuló 17 victorias de las 40 de su equipo, la cifra más alta en una temporada de invierno para el derecho de Baja California. Romo realizó un trabajo suficiente para despertar el interés de los buscadores y para el verano de 1965 lo vemos con Portland Beavers de la Liga de la Costa del Pacífico sucursal de los Indios de Cleveland, donde logró 2 victorias y 5 derrotas con 4.50 de PCLA; regresó ahí mismo en 1967 pero no tuvo mucha fortuna al ganar 3 y perder 11 con 4.25PCLA, después de que en 1966 lograra 17-7 y 2.41 con los Tigres del México, números que contribuyeron en gran manera a que el equipo capitalino se llevara el campeonato haciendo  gran pareja en el montículo con otro inmortal de la pelota mexicana, José Peña, quien por cierto lo superó con dos triunfos más.

 

Vicente Romo con Portland Beavers

 

 

Las Grandes Ligas llegaron para Vicente en 1968 con los Dodgers de Los Angeles en la ciudad Californiana y en contra de los Mets de Nueva York, aunque participó en un solo encuentro en labores de relevo; fue la noche del 11 de abril de 1968 cuando entró por el abridor Luis Alcaraz; enfrentó a Jerry Grote en la novena entrada aceptándole un sencillo al jardín izquierdo; el pitcher Koosman llega quieto en error del mismo Romo al recoger un toque y tirar mal a segunda base;  Harrelson es dominado en rola al segunda forzando a Koosman y Grote pasa a tercera, desde donde anota con fly de sacrificio de Boswell al jardín central; Agee termina la entrada con rola al short stop entregando a Harrelson en segunda. Así pues, el sueño americano había cruzado a la realidad: Romo estaba en la gran carpa.

 

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Debido a la regla V de los “drafts” de 1967, el bajacaliforniano regresó a los Indios de Cleveland con quienes logró una campaña excelente ese 1968 al ganar 5 y perder 3 con 12 salvamentos y un porcentaje de carreras limpias sorprendente de 1.60, 84-1/3 de entradas y 44 hits; parte de ese año estuvo también con los Portland Beavers acumulando 4 victorias y 3 reveses con un aceptable 3.16PCLA. Al parecer las cosas iban mejorando cada vez más para Romo, sin embargo en los años siguientes pasaría por varias novenas sin consolidarse en la Liga Mayor: pasa a los Medias Rojas de Boston en abril de 1969; Boston lo cambia a los Medias Blancas de Chicago en marzo de 1971; en octubre de 1972 es negociado ahora con los Padres de San Diego quienes lo dejan libre en la primavera de 1975; no logra más de dos años con un equipo entre 1969 y 1975.

 

Con Boston logró sus mejores números al ganar 14 y perder 12, (7-9, 3.18) y (7-3,4.08) entre 1969 y 1970; salvó  17 juegos, ponchó a 160 contrarios y regaló 93 pasaportes; comenzó 21 juegos y participó en 100 de 324, es decir, aproximadamente pisó el montículo en uno de cada tres partidos durante dos años; en 1969 Boston quedó en tercer lugar del Este de la Liga Americana a 22 juegos del Orioles; en 1970 se mantuvo en la misma posición y casi con la misma distancia de los oropéndolas (21 juegos). En 1969 después de Sparky Lyle quien participó en 71 juegos, Romo le siguió con 52 aunque el primero lanzó menos con 102.2 entradas contra 127.1 del mexicano.

 

 

Para 1971 Vicente cambia de medias y se las pone blancas con Chicago que también es un club de media tabla; en esa ocasión ganó 2 y perdió 2 con 3.38PCLA en 45 juegos siempre en labores de relevista bajo el mando de Chuck Tanner, quien tampoco le prestó mucho la bola teniendo de compañeros a los conocidos Rich Hinton y Dennis O´Toole. Para 1972 jugó menos lanzando las costuras en 28 encuentros, ganó 3 y no perdió con 3.31 de PCLA en un club que tenía en sus filas al también mexicano Cecilio Acosta. Para los siguientes dos años el bajacaliforniano Romo toma maletas y se va a San Diego; en 1973 ganó 2 y perdió 3 con 3.70PCLA en 49 juegos; al año siguiente lanzó 5 juegos más, quedó con marca de 5-5 y 4.56PCLA,  más alto de lo acostumbrado en un club que terminó a 42 juegos del primer lugar Los Angeles; ese año fue el peor equipo de todo Grandes Ligas.

 

Después de concluir sus servicios con Guaymas, en la temporada 1970-71 Vicente Romo se integra a los Yaquis de Ciudad Obregón de la Liga Mexicana del Pacífico, equipo para el cual lanzó hasta la temporada 1973-74; ayudó al club triguero junto con su hermano Enrique a obtener el campeonato en la edición 1972-73 en una serie final ante los Mayos de Navojoa bajo el mando de Dave García; sería el segundo campeonato en su historia. Para la edición 74-75 se incorpora a los Tomateros de Culiacán, equipo para el cual trabajó hasta la edición 1984-85, ayudando a la causa con 3 campeonatos y dejando récords para el club de más juegos completos con 49, iniciados (159) y entradas lanzadas con 1127.

 

 

Al dejar Grandes Ligas en 1975, Vicente se incorporó a los Cafeteros del Córdoba dejando marca de 13-6 y 2.83PCLA al terminar el año; permaneció hasta 1978 ganando 40 partidos, perdió 29 con efectividades de 2.51, 2.43 y 2.52; en 1979 pasó a los Azules de Coatzacoalcos con quienes tuvo marca de 14-13 y un sorprendente 1.97PCLA con 10 blanqueadas, el número más alto en su larga carrera e igualando el récord de la Liga junto con Gary Ryerson y Luis Meré; en 1980 siguió en plan grande pues ganó 15 y perdió 11 con una efectividad de 1.88 y 1.22 antes y después de la huelga. A los 38 años Romo tendría su mejor año en la Liga Mexicana, con 16-6 y un minúsculo porcentaje de 1.40PCLA y 21 juegos completos de 27 posibles. Al año siguiente registra un 7-0 en ganados y perdidos con 1.54 antes de firmar contrato con los Dodgers de Los Angeles en medio de la “Fernandomanía”; logró ganar uno, perdió 2, salvo otro y un respetable 3.03PCLA en su fugaz regreso a Grandes Ligas.

 

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En 1983 y después de 16 años, el ya veterano Vicente Romo de nuevo viste la franela de los Tigres del México y se lleva 14 victorias a cambio de 6 reveses con 2.48PCLA; a sus 40 años fue cuarto en victorias de la Liga. Al año siguiente pasó a los Diablos Rojos del México con 10-6 y 3.45PCLA; en 1985 se fue de 4-2 con 2.11PCLA y en la última temporada lanzó para Leones de Yucatán dejando marca de 4-2 y 3.59PCLA. En la Liga Mexicana de Verano acumuló 182 victorias a cambio de 106 derrotas con 2.49PCLA, y a pesar de trabajar durante 10 años en Estados Unidos, acumuló 1857 ponches (quinto mejor), 52 blanqueadas (empatado en tercer lugar) y 179 juegos completos (séptimo lugar de todos los tiempos). Para lanzadores con 2000 entradas o más, es el mejor en carreras limpias superando al segundo lugar George Brunet por 0.17; en porcentaje de ganados y perdidos es el tercero mejor con 0.632, solo superado por Rafael García (.645) y Andrés Ayón (0.633).

 

México ha sido muy prolífero en la producción de lanzadores, y en medio de ellos, destaca Vicente “El Huevo” Romo poseedor de un brazo de hierro que se mantuvo en la batalla por 24 años, algo pocas veces visto; solo Angel Moreno se mantuvo más tiempo  en la loma de los disparos con 27 años y Mercedes Esquer, que igualó la marca del bajacaliforniano. Dentro de su larga carrera, Romo lanzó un juego perfecto el día 5 de Enero de 1971 en la misma ciudad que lo vio crecer, Guaymas Sonora, jugando para los Yaquis de Ciudad Obregón; ganó 12 por 0 en un encuentro al que asistieron solo 72 personas con boleto pagado.

 

 

Vicente Romo fue solicitado con mucha frecuencia en calidad de refuerzo en diferentes equipos de la Liga Mexicana del Pacífico, ya sea para los juegos de postemporada o bien en la Serie del Caribe; en febrero de 1971 abrió el cuarto juego que finalmente se convirtió en la primera victoria de nuestro país en esta tradicional confrontación jugando para Naranjeros de Hermosillo en Puerto Rico; Vicente también estuvo en el Naranjeros de 1975-76 que logró por primera vez el título de la Serie del Caribe que en aquel entonces se celebró en República Dominicana.

 

En realidad son pocas estas líneas para describir tan siquiera brevemente la gran obra de Romo en el béisbol; no hay mucos que hayan lanzado tanto como él, en tantos lugares y con tantos equipos que bien vale la pena un libro completo de su vida deportiva; el 6 de diciembre del 2011 fue retirado su número 27 del Equipo Tomateros de Culiacán, un hecho que debería repetirse en todos los clubes de la Liga Mexicana del Pacífico ahora que se cumplen 70 años de béisbol en el noroeste de México, algo así como ocurrió con el gran bateador mexicano Héctor Espino. El 22 de noviembre del 2011 fue retirado el número 24 del equipo de Yaquis de Ciudad Obregón así como el número 11 de su hermano Enrique; Vicente fue exaltado al Salón de la Fama del Béisbol Mexicano en 1992.

 

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Después de este pequeño análisis nos queda una gran pregunta por contestar: ¿Porqué Romo nunca fue considerado como un abridor consistente en Grandes Ligas?; la respuesta parece dibujarla en una reciente entrevista cuando comentó:  …no me tocaron las grandes bolsas que se pagan ahora, ni la apertura que vino a poner fin al racismo que se daba en Grandes Ligas, apertura que se la debemos a un sonorense… al gran zurdo Fernando Valenzuela”. En los años 60’s aún las puertas no estaban abiertas completamente al jugador latino, sin embargo algunos equipos empezaban a ocupar sus diamantes con brillantes elementos de habla hispana como el dominicano Juan Marichal (1960-75), el puertoriqueño Roberto Clemente (1955-72) o el venezolano Luis Aparicio (1956,73) entre otros. Indudablemente que Romo tuvo momentos brillantes en las Grandes Ligas, como aquella blanqueada de 5-0 en contra de los Orioles de Baltimore quienes ese año quedarían Campeones de la Liga Americana, temporada en la que completó 4 de 11 juegos, ponchó a 89 contrarios y tuvo un PCL de 3.13 bastante aceptable; Culp y Nagy terminaron 9 y 7 juegos en 32 y 33 comienzos y entre los dos tuvieron 3 blanqueadas.

 

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Video Recomendado

 

Siete años después de su retiro de Grandes Ligas, el 2 de junio de 1982 Vicente entra al relevo en la novena entrada por los Dodgers que ganaban 7-6 en Pittsburgh; retira a Thompson pero otorga dos pasaportes a Easler y Stargell; Montañez conecta sencillo corto al izquierdo para llenar las almohadillas, momento en que Tom Niedenfuer entra al relevo, Nicosia recibe los 3 strikes pero Peña consigue el hit de una victoria que se le va de las manos a la gente de TomLasorda. Vicente recibe la oportunidad de abrir el día 2 de julio contra los Astros en Los Angeles, permite 3 hits en 5 entradas en un partido que termina en derrota para Dodgers 4-1. Romo le dice adiós a las Grandes Ligas con un triunfo admirable de 2 carreras por 1 en contra de Expos de Montreal  el día 19 de Julio de 1982 cuando ya pisaba sus 40 años; aceptó 3 hits en 7 entradas, ponchó a 6, otorgó una base por bolas y aunque Steve Howe recibe una carrera en la novena, logra preservar el triunfo al mexicano.

 

 

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Nuevos brazos están llenando los libros de estadísticas, pero hay alguien que seguirá brillando por mucho tiempo y que logró cautivar no solo al público que aplaudía sus disparos al plato, sino a los mismos compañeros que sentían la seguridad de que su pitcher los llevaría a la novena entrada con una buena oportunidad para alcanzar la victoria, ese es Vicente Romo Navarro. En una ocasión que lanzó de refuerzo con Hermosillo, Romo abrió el primer partido y salió sin decisión después de ir ganando 4-1 en la octava; inició el quinto y salió expulsado del montículo con 6 carreras en la misma primera entrada en un juego que enfrentó a su hermano Enrique; con la serie a favor de Yaquis de Ciudad Obregón 3-2 ese año de 1976, Hermosillo iguala los cartones con una victoria de “Pancho” Barrios 6-0 en el Valle del Yaqui; se llega el partido final por el campeonato que comienza Rich Hinton dejando el partido ganado 2-0 en el octavo inning, un out y hombre en primera; el derecho bajacaliforniano retira los últimos 5 tercios de manera consecutiva y la celebración comienza para un campeonato más de Hermosillo…. “Cananea” Reyes, el manager naranjero, sabía quién era Romo y le confió los outs más importantes de la temporada.

 

Estadística de Vicente Romo en la Liga Mexicana del Pacífico