Había escuchado que las carreras en fundadores son pesadas por las subidas y bajadas, hoy lo comprobé. Sabía que iba a ser un poco pesado, pero la verdad es que el tiempo se pasa rápido de lo dinámica que es la ruta. No me animé a correr los 15k todavía pero espero ya pronto subir el nivel. Hoy marqué un paso bastante tranquilo y me dediqué a mantener un ritmo constante toda la carrera cerrando en 59:44.
Lo qué más me gustó además que probar una nueva ruta fue ver a tantos papás cruzar la meta con sus hijos. Hubo quienes se detuvieron ya casi en la línea de meta a cargar a sus bebés o a tomar de la mano a sus niñas. Y así se fueron sonrientes más que por cruzar la meta, cruzarla con sus niños.
Felicidades a todos los papás que se dedican a dar un buen ejemplo a sus hijos en el deporte. Y felicidades al mío, que aunque no es corredor como yo, hoy le dedico mi medalla y cada una de las metas que he cruzado. Mi entrenador fuera de la pista, el mejor ejemplo que pude pedir en la vida.