jueves, 21 de marzo de 2013

Las privatizaciones en México


En muchas ocasiones cuando escuchamos la palabra "privatización" nos parece algo sin precedente alguno en la historia de nuestro país, sin embargo, eso es totalmente falso, la historia de las privatizaciones en México data casi desde la década de los 80 en el siglo XX, y desde entonces, poco a poco se han ido enajenando los bienes de la nación, esto, casi siempre auspiciado por la apatía de los mexicanos.

A lo largo de más de treinta años, los gobiernos priístas de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y Enrique Peña, así como los gobiernos de la "alternancia" panista de Vicente Fox y Felipe Calderón; han ido desmantelando la infraestructura de servicios paraestatales y han puesto en venta los principales bienes nacionales, al punto que, me atrevoa decir con mucha tristeza, ya casi no queda nada en Mèxico por ser vendido.

Pero antes de empezar quiero destacarle a usted, mi querido lector, que las empresas paraestatales que han sido privatizadas fueron alguna vez organismos estatales constituidos y amparados por las leyes mexicanas, financiadas por el propio pueblo mexicano y que fueron instituidas con la finalidad de otorgar los servicios y satisfacer las demandas que el mismo pueblo requiere. Durante largo años dichas empresas lograron implementar una infraestructura de bienes y servicios a lo largo y ancho del país y que a la postre, simple y sencillamente fueron rematadas al mejor postor sin que el monto de la compra reingresara al gasto público para satisfacer otras demandas del pueblo mexicano; dicho dinero sólo ha servido para engrosar las cuentas de políticos corruptos y empresarios inescrupulosos.

Aunado a esto, la carga hacendaria que se cobra a los contribuyentes no ha disminuido en lo más mínimo en los últimos años, por el contrario, los gravámenes hacendarios se han ido incrementando con los años, inversamente, cada día tenemos menos servicios públicos, programas sociales más limitados, menores prestaciones sociales, y prácticamente, nula seguridad social. La intención primordial de nuestros impuestos es la de subsanar las deudas por conceptos de rescates financieros a empresas cuyos directivos han defraudado o desfalcado, en vez de sostener las finanzas públicas de organismos gubernamentales de educación, seguridad, salud, previsión social y miles de otros servicios que han ido desapareciendo.

El ejemplo más claro de lo que le digo es el caso TELMEX; durante más de medio siglo, el gobierno federal destinó importantísimos recursos públicos a la creación de una robusta empresa gubernamental que proporcionara servicio de telecomunicaciones, fundamentalmente telefonía y telegrafía; hubo que hacer un esfuerzo titánico para la colocación de postes, tendido de líneas, interconexión de las comunidades más inhóspitas y remotas, inversión en infraestructura, personal, equipos, oficinas, vehículos, herramientas, servicios y un universo entero de insumos, materiales, instalaciones y gestiones que ninguna empresa privada hubiera estado dispuesta a dispensar porque simple y sencillamente todo ese afán no era económicamente redituable. Sin embargo, el contar con una infraestructura telefónica tan colosal con el único afán de administrarla era el sueño dorado de cualquier empresario del mundo. Dicho sueño se cumplió para Carlos Slim, cuando en 1992 pudo adquirir TELMEX con todo y personal por una módica cantidad que no representaba siquiera el tres porciento de su valor real en el mercado mundial.

En fin, ahora sí, comencemos a enlistar la historia de las privatizaciones de nuestra nación, y ya verá usted que cuando terminemos, caerá en pánico al percatarse de que prácticamente ya todo ha sido vendido en México. Para ello echaré mano de un artículo de Emilio Sacristán Roy intitulado Las privatizaciones de México[i].

Las primeras empresas en ser vendidas a partir del año 1984 fueron Nacional Financiera (Nafinsa) y Sociedad Mexicana de Crédito Industrial (Somex), organismos financieros respaldados por el estado y fundados con la intención de otorgar créditos empresariales a mexicanos, al ser privatizadas estas paraestatales con ellas fueron puestas en venta todas sus filiales: Dirona, Dicona, Forjamex, Sosa Texcoco. En estos tiempos también se privatizó Telégrafos Mexicanos junto con otras 155 empresas de inversión paraestatal.

En la rama siderúrgica se puso en venta SiderMex que operaba las tres más grandes siderurgias del país: Altos Hornos, S.A., Fundidora Monterrey, S.A. y Siderúrgica Lázaro Cárdenas-Las Truchas, S.A. de C.V., estas transacciones se llevaron a cabo entre los años 1976 a 1982.

1982 se decreta la nacionalización de la Banca con el fin de respaldar a las instituciones financieras de los embates devaluatorios del mercado internacional, dicha disposición duró a penas 8 años cuando en 1990 se declara la privatización de los bancos mexicanos. Es así como instituciones bancarias como Banamex, Bancomer, Serfín y Banorte son adquiridas por firmas internacionales, principalmente estadounidenses. El resultado de esta medida se padeció a penas cuatro años después cuando el gobierno implementa un programa de rescate financiero de las instituciones bancarias en crisis por malos manejos, malversación de fondos, y corrupción. Es entonces cuando aparece el fatídico FOBAPROA y es emulado años después por el IPAB.

La industria azucarera fue otra rama de operación gubernamental que fue vendida a las operadoras de azúcar extranjeras. La culminación de esta enajenación se da durante la gestión de Vicente Fox.

Fertilizantes Mexicanos (Fertimex S.A. de C.V., filial de PEMEX fue vendida a la iniciativa privada extranjera muy por debajo de su valor real tras ser abandonada por varios años por las autoridades mexicanas por motivos inexplicables, ya que esta productora de fertilizante era altamente rentable y ofrecía grandes ganancias durante su funcionamiento.

TELMEX, El caso de Teléfonos de México es tremendamente drástico ya que por la magnitud de su infraestructura, se ha convertido en un monopolio imposible de derrocar. Difícilmente ninguna empresa nacional o trasnacional podrá competir limpiamente contra TELMEX pues para ello, sería necesario instalar una infraestructura de al menos la mitad del tamaño de la empresa de Slim, me atrevo a decir que ninguna empresa del mundo tiene tanto capital como para instalar un tendido telefónico de tales vuelos.

Ferrocarriles Nacionales (Ferronales) desapareció tras una ardua estrategia de presión y desmantelamiento gubernamental que se consolida hacia el año 1994, el transporte ferroviario hoy en día está en el abandono total y se pretende retomar por la "administración" de Peña Nieto, aunque claro está, por empresas privadas que le den uso a las vías de ferrocarril que cuentan con una cobertura territorial que envidiaría incluso la Unión Americana. Con esta privatización se llevó a la quiebra a la Constructora Nacional de Carros de Ferrocarril, que era una empresa de participación gubernamental encargada de la fabricación de locomotoras cien por ciento mexicanas que cumplían con los más altos estándares de calidad a nivel mundial. En dicha empresa se fabricaban de igual forma los convoyes del Metro de la Ciudad de México que ante la desaparición de la CNCF tienen que ser adquiridos o reparados en Canadá, España, Estados Unidos y Alemania a costos muy superiores de lo que tomaba construirlos aquí.

Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) era otra empresa paraestatal que terminó siendo mutilada y rematada en partes a empresas extranjeras, del mismo modo, aerolíneas como Compañía Mexicana de Aviación, y Aeronaves de México (Aeroméxico) eran empresas públicas encargadas del servicio de aero-transportación y que hoy en día están bajo el control de grupos extranjeros y lo único mexicano que conservan es su denominación; no hay que olvidar que Mexicana esta en vías de desaparecer ante la falta de interés del gobierno mexicano por rescatarla, interés que contrasta tremendamente con la inminente compra de una nueva aeronave presidencial que vale más del triple de lo que cuesta la aerolínea entera con todo y salarios caídos.

La televisión mexicana y las comunicaciones satelitales también han sido puestas en venta, en 1993 el Instituto Mexicano de la Televisión (IMEVISIÓN), empresa gubernamental de televisión pública, propietaria de los canales 7, 13 y 22 es vendida al empresario Ricardo Salinas Pliego para instaurar su televisora con razón social T.V. Azteca, quedando sólo en manos de la operación gubernamental el canal 22 que fue cedido a CONACULTA; con el paso del tiempo TV Azteca absorbe el canal 40 y así se instaura como el único competidor de Televisa. Ambas empresas operan dentro del espectro radioeléctrico de la televisión abierta (televisión pública) y ninguna de ellas paga al gobierno mexicano los permisos por el uso de los espectros análogo y digital, en clara infracción a lo que dicta la legislación mexicana en dicho tenor[ii].

La electricidad también ha quedado bajo el manejo de la iniciativa privada; tras la ilegal disolución de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, la Comisión Federal de Electricidad ha asumido el control de todas las instalaciones de energía eléctrica del país, y no es un secreto a voces que CFE emplea empresas subcontratistas de origen privado para prestar los servicios de suministro eléctrico e instalación de líneas de poder.

Diésel Nacional (DINA) también fue una empresa ampliamente exitosa con una gran participación financiera por parte del Gobierno Federal,  DINA fue durante más de tres décadas la principal constructora de autobuses y camiones a diésel del país; durante todo este tiempo, el gobierno federal nunca tuvo la necesidad de adquirir unidades de autotransporte público ni del Servicio Público Federal a ninguna empresa extranjera, lo que abatía importantemente los costos de inversión en transportes públicos. Ante la apabullante presión comercial ejercida por empresas armadoras estadounidenses como Chrysler, Ford y General Motors, y aunado al sospechoso abandono financiero gubernamental, DINA se va a la quiebra y es rematada con un precio muy por debajo de su costo real siendo diversas armadoras extranjeras las beneficiadas por la compra.

La desaparición de la Ruta 100 hacia el año 1995 promovió la privatización de los permisionarios del transporte público, lo que ha degenerado en un servicio ineficiente, riesgoso, de mala calidad, altamente contaminante, con constantes aumentos sin mencionar el caos vial.

Los servicios de Salud Públicos también están en vías de privatización y consecuente desaparición, a raíz de la aparición del Seguro Popular, se ha concedido la participación de empresas privadas en el ramo de la Salud Pública ya sea a través de surtimiento de equipos, insumos, medicamentos y materiales de curación a costos injustificadamente elevados; del mismo modo a cada día es más común encontrar personal subcontratado por empresas de outsorcing trabajando en los hospitales públicos, el fenómeno de la subrogación de servicios prioritarios hospitalarios es un fenómeno creciente.

Durante muchos años nuestros gobernantes se han empeñado en ocultarnos la maquinaria privatizadora que prácticamente lo ha consumido todo en México, nos han querido mostrar que el fantasma de la Privatización es una entidad que no existe aún en nuestro país, aunado a esto, se nos ha tratado de engañar con el paradigma de que la inversión privada no es algo adverso, y que por el contrario, la participación de empresas no gubernamentales, sobre todo extranjeras, generará "movilidad económica" y sobre todo un incremento en la calidad de los servicios que nos proporciona el estado; está totalmente claro que esto es una falacia, pues durante estos treinta años, las empresas paraestatales que han quedado en manos de la inversión privada no registran un incremento en el nivel de satisfacción de los usuarios, y por el contrario, degeneran más descontento social, pues la privatización implica que los mexicanos paguemos dos veces por un mismo servicio, si no es así, entonces, ¿A dónde se van nuestros impuestos si no es a fortalecer la infraestructura de servicios públicos? ¿Quién se queda con nuestro dinero?

Ptolomeo.



[i] http://www.google.com.mx/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&ved=0CC8QFjAA&url=http%3A%2F%2Fwww.economia.unam.mx%2Fpublicaciones%2Feconunam%2Fpdfs%2F09%2F04EmilioSacristan.pdf&ei=Cw1KUc-iL8PuiQK-y4GABg&usg=AFQjCNGY7nOIBXTaWkIeW-O4pwn1ZTUieg&bvm=bv.44158598,d.cGE
[ii] http://economia.terra.com.mx/noticias/noticia.aspx?idNoticia=201112131508_REF_80601247

7 comentarios:

  1. Según la ideología monetarista-neoliberal, promulgada por Friedman, Von Hayek y Popper (en lo económico, político y social), las privatizaciones de las paraestatales en México conocidas cómo desincorporaciones o descentralizaciones, marcan un estatismo exacervado en cuánto a carga fiscal, esto es, una deuda pública externa generada por los gobiernos del Estado del Benestar-Social y Estructuralista en México de 1934 hasta 1982, creando una inflación de salarios altos por parte de la clase trabajadora, devaluación del peso, la caida del petróleo en la deuda generada en su auge, pleno empleo promulgada por Keynes, esto es, el apoyo social irrestricto por el Estado llamado populismo. Cuando México suscribió la Carta de Intenciones, firmo su sentencia al subdesarrollo del capitalismo, al atrazo y a la dependencia. la función de los tres partidos políticos es llevar un neoliberalismo distinto pero aceptable, esto es, un PRI a la cabeza del impuso, un PAN defendiendo el modelo y un PRD al rechazo del modelo, que, para la Globalización estas tres posturas es aceptar las cartas del juego neoliberal en el mundo. Las privatizaciones de las empresas del Estado que, según en 1983, eran 1500 empresas (entre ellas Organismos Descentralizados/Desconcentrados, Empresas de Participación Mayoritaria y MInoritaria, Aseguradoras, Bancos de Desarrollo y Fideicomisos), según la ideología neoliberal se convirtió en un Estado Leviathán, algo semejante cómo un país socialista, para el pensamiento neoclásico de la economía, se convertía en un Estado Absolutista de Europa de los siglos XVI, XVII y XVIII del mundo capitalista. La ideología es vender para sanear las Finanzas Públicas del Estado-Nación, pero en realidad, es un jugoso negocio para la burguesía mexicana y su despunte mundial al insertarse cómo una de las 20 economías globales en la partición del mundo,

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  2. No son mas que operaciones de venta maquinadas para robar brutalmente al pueblo mexicano y los ladrones sin misericordia han sido los salinas de gortari

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  3. No son mas que operaciones de venta maquinadas para robar brutalmente al pueblo mexicano y los ladrones sin misericordia han sido los salinas de gortari

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  4. jajajajaja

    yo trabajo desde hace mucho tiempo en una de esas empresas privatizadas, y no tienes ni la mas remota idea de las ineficiencias y costos injustificados que sucedían en ellas, tu argumento es meramente político y resentido.

    al realizar las privatizaciones se conservaron los empleos que de otra forma hubieran sido insostenibles por los altos niveles de corrupción en los funcionarios que administraban dichas paraestatales, además de los altos costos de la mano de obra derivados de un sindicalismo podrido y corrupto que impedía el progreso.

    los subsidios a las mencionadas empresas de gobierno o con participación de este, son un lastre para el desarrollo del país ya que no permite un desarrollo de la economía global que por cierto no es de corte izquierda, y no se puede navegar en contraflujo económico mundial, eso solo conlleva al fracaso político, social y económico.

    espero continúen las privatizaciones, desde PEMEX hasta los servicios de salud y pensiones.

    ninguna empresa del estado reporta beneficios para el pueblo mexicano.

    el argumento de que PEMEX es de los mexicanos es una bonita idea pero totalmente falsa, ya que solo provee de beneficios a una cúpula de poder, generando costos excesivos, falta de desarrollo tecnológico, y fomenta la corrupción.

    yo tengo mi origen en una clase social baja que gracias al esfuerzo de mis padres y posteriormente al propio, he salido adelante formando parte del 3% de la población con ingresos superiores a la media nacional.

    salir adelante es un esfuerzo personal que se debe contagiar a los demás, permitiendo la libre empresa y evitando en la medida de lo posible el depender de un gobierno para salir adelante.

    eso es una decisión personal que deberíamos tener todos

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    1. Respuesta para ti, que inicias tu comentario con una carcajada:

      Obvio que no podemos culpar a nadie de como nos va a cada quién. afortunadamente tu, pudiste salir adelante como sarcásticamente lo mencionas, te felicito; aqui el asunto político es que, PEMEX por ejemplo, aportaba un poco mas del 33% al gasto nacional, para poyos a los municipios, a la vivienda, a la educación, a la salúd, a la infraestructura, etc., ahora ya no encuentras medicamentos en las clínicas, no hay infraestructura no hay empleo, le educación con problemas. Ahora quien pone el dinero que aportaba PEMEX? TU? o los impuestos? quien??
      Saludos!

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    2. ANONIMO NO PUEDES SER AMS IGNORANTE DIME DE EAS PRIVATIZACIONES CUALES BENEFICIARON AL PUEBLO D E MEXICO Y ¿COMO ES QUE TELMEX ESTABA SUPUESTAMENTE EN QUIEBR? Y TERMINO EN UN MONOPOLIO. EL CAPITALISMO NO RESUELVE NIGUNA MAL

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