MAR ADENTRO
  DIRECCIÓN: Alejandro Amenábar GUIÓN: Alejandro Amenábar & Mateo Gil
 
INTÉRPRETES:
Javier Bardem (Ramón Sampedro), Belén Rueda (Julia), Lola Dueñas (Rosa), Mabel Rivera (Manuela), Celso Bugallo (José)
 
GÉNERO:
Drama biográfico
2004


PUNTUACIÓN:
8
   


Es increíble que un director tan joven como Alejandro Amenábar despierte ya tanta expectación con su cuarta película, pero es así y además se lo ha ganado a pulso, porque su filmografía habla por sí sola.

En esta ocasión de nuevo dirige, coescribe el guión con su amigo Mateo Gil, ha compuesto la banda sonora y también produce la película. Trata de la vida de Ramón Sampedro, un tetrapléjico gallego que se hizo famoso en su búsqueda de una muerte digna a través de una eutanasia que las autoridades le negaron.

A primera vista esto parece un docudrama que se aparta de toda su obra anterior, pero no es así en realidad. La principal diferencia estriba en que aquí se basa en un hecho real, algo que no ocurría en sus anteriores películas, pero los temas son recurrentes: de Los Otros sobrevive ese planear constante de la muerte como tema principal y la casa como lugar de reclusión. De Abre los ojos hay un claro paralelismo en las escenas en que Ramón imagina que puede volar hasta cualquier sitio. La máscara que el protagonista usaba en aquella, aquí se transforma en una sonrisa que siempre ilumina la cara de Bardém/Sampredro. De Tesis hay una escena clarísima, que es una de esas paradojas entre el cine y la vida real. Me refiero a la escena en que Sampedro se dirige a las autoridades grabando en video su propia muerte, obtenida de la grabación real que él verdadero Sampedro realizó, pero que tanto recuerda a la escena de Tesis en que la protagonista amordazada se dirige también a la cámara diciendo: “Me llamo Ángela. Me van a matar…”.

Es curioso que siempre se monten polémicas sobre películas que usan un tema concreto para contar una historia. En este caso es la eutanasia, la muerte que este hombre buscaba con ahínco para escapar de una vida que para él ya no lo era: “el mar de dio la vida y el mar me la quitó”, dice en un momento de la película. Pero no hay que olvidar que la visión que aquí se da es algo muy puntual visto de un punto de vista muy particular. En otra escena se da una conversación que lo deja muy claro: “¿Me estás diciendo que un tetrapléjico no puede enamorarse?”, le preguntan, a lo que él responde: “Yo no te estoy hablando de un tetrapléjico, te estoy hablando de mí, de Ramón Sampedro”. Por lo tanto el que quiera polemizar, que polemice, pero hay que saber distinguir entre la realidad y la ficción y el cine es sólo ficción, aunque en este caso esté basado en un hecho real, pero la vida va más allá de todo eso y cada persona es un mundo y debe obtener sus propias conclusiones sobre los temas que le conciernen. Esta es la historia de una persona, una mentalidad y unas circunstancias, que incluso repitiéndose en otro caso similar, darían un resultado diferente. Siempre hay que tener esto en cuenta.

Más que ver una película sobre la muerte, lo que debería verse es una película sobre la vida y sobre la dignidad de las personas.

En cuanto a los actores, poco se puede decir de Bardém que no se sepa. No hay duda de que es uno de los mejores actores no ya de España, sino del mundo, y por esta interpretación le han vuelto a llover premios nacionales e internacionales, a pesar de que todo su trabajo está realizado con un rostro muy maquillado, ya que el cuerpo se le ve poco y se le mueve menos. Festivales, premios de la crítica... lo ha ganado todo.

Las dos chicas también han destacado. Por una parte Belén Rueda, conocida actriz televisiva pero novata en el cine, que hace un papel correcto y de forma muy profesional. Pero a mí me ha gustado mucho más Lola Dueñas, que ya es una actriz consagrada que ha interpretado a todo tipo de mujeres y que está siempre igual de bien. El resto de actores secundarios redondean el magnífico reparto de esta película. Se demostró en los Goya de la academia española: se llevaron TODOS los premios al elenco actoral: protagonistas, secundarios y revelación, tanto actores como actrices.

Mar Adentro totalizó 14 premios, incluidos 3 para Amenábar como director, guionista y compositor de la música original de la película. También hizo historia al otro lado del charco al ser nominada como mejor película extranjera

Por cierto, que Ramón Sampedro no consiguió tener esa muerte digna que buscaba, pero Amenábar se la ha dado ahora en este reflejo de su vida y sus ideas.

Como homenaje final, aquí está la poesía que se lee en la película:

MAR ADENTRO

Mar adentro,
mar adentro.

Y en la ingravidez del fondo
donde se cumplen los sueños,
se juntan dos voluntades
para cumplir un deseo.

Un beso enciende la vida
con un relámpago y un trueno
y en una metamorfosis
mi cuerpo no es ya mi cuerpo,
es como penetrar al centro del universo.

El abrazo más pueril
y el más tierno de los besos,
hasta vernos reducidos
en un único deseo.

Tu mirada y mi mirada
como un eco repitiendo, sin palabras,
más adentro, más adentro,
hasta el más allá del todo
por la sangre y por los huesos.

Pero me despierto siempre
y siempre quiero estar muerto,
para seguir con mi boca
enredada en tus cabellos.

 

J.F.K.
 


Volver a CRÍTICAS
Volver a CINE
Volver a PAGAELPATO