La equidad de género en el Perú. ¿Deseo o realidad?

La UNESCO  califica la equidad o igualdad de género[1] como un “elemento central de una visión de la sostenibilidad en la cual cada miembro de la sociedad respeta a los demás y desempeña un papel que le permite aprovechar su potencial al máximo”[2]. Por consiguiente, se trata de un concepto cuya aplicación es de gran importancia para la creación de una sociedad más justa con miras a las posibilidades que ofrece tanto a los hombres como a las mujeres. Una medida posible para dar pasos en esta dirección es la discriminación positiva, discutida y/o llevada a la práctica en la mayoría de los países desarrollados. En un documento el  Ministerio de Educación del Perú la define de la siguiente manera:

“[…] consiste en establecer las condiciones políticas, sociales y económicas para que un determinado grupo social, étnico o una comunidad cultural minoritaria –que ha atravesado situaciones desventajosas frente a los grupos de poder […] – accedan a oportunidades preferenciales en pos de alcanzar una situación equitativa de alternativas para el desarrollo dentro de su propia manera de vivir.”[3]

Equidad de géneroAplicado a la equidad de género, significa que deben ser iniciadas para lograr que la mujer logre una situación equitativa a la del hombre. Un ejemplo de esta  medida es la cuota femenina para acceder a posiciones públicas[4].

El Estado peruano viene implementando numerosas iniciativas en esta dirección como la del Plan Nacional de Igualdad de Género (2012–2017)[5], mediante el cual se realizan actividades para promover el estatus de la mujer. Un primer punto del plan es: “Institucionalizar y transversalizar la perspectiva de género, en las políticas públicas, planes nacionales y prácticas del Estado”[6]. Estos esfuerzos se vieron un tanto empañados por el comportamiento  de un alto funcionario del Estado que actuó de una manera desproporcionada frente a una trabajadora  de una empresa aérea; este incidente puso en evidencia  que -en la práctica- existe un largo camino  por recorrer de parte de las autoridades del Estado y de la propia sociedad para alcanzar en nuestro país la esperada y necesaria equidad de género y eliminar  la discriminación hacia las mujeres y grupos vulnerables.


[1] Para entender la diferencia entre estos dos términos, leer www.mimdes.gob.pe/files/planes/planig_2012_2017.doc, página 11

[4] El sistema electoral peruano prevé que no menos del 30% de los participantes en las listas electorales deben ser hombres o mujeres, en los niveles congresal, regional y municipal. Si bien no habla exclusivamente de las mujeres el sentido de la norma fue promover la participación femenina y la equidad de género.

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