El PTEO fue puesto a consideración de especialistas en educación Doctoras Antonia Candela, María de Ibarrola, Ruth Mercado, Elsie Rockwell, Investigadoras del Departamento de Investigaciones Educativas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) Cinvestav-IPN. El 13 de septiembre de 2012 emitieron los resultados de su evaluación, con recomendaciones que desde entonces no han sido atendidas por la Sección 22 y su coautor el gobierno de Oaxaca. lo que se reproduce a continuación son algunos párrafos del documento en cuestión que las investigadores hicieron llegar a los interesados:
Porque valoramos el enorme esfuerzo colectivo que significa llegar a un producto como el que aquí se comenta, ponemos a su consideración la motivación principal que guía los comentarios que se harán a continuación. Nos interesa colaborar para que un documento que representa los loables esfuerzos antes señalado no se someta a la aprobación de la SEP en su estado actual. Consideramos que es necesario remontar varias deficiencias del documento incluyendo cuestiones de redacción, extensión del documento, repeticiones, falta de precisión en algunos aspectos, estructura compleja del mismo, propuestas de estructuras que incrementan la burocracia y ausencias temáticas fundamentales como la curricular, entre otras. Estos problemas EXPONEN EL DOCUMENTO A UNA VALORACIÓN NEGATIVA por parte de las autoridades federales, sin embargo consideramos que son asuntos posibles de remontar.
Ausentismo
Nos referimos a prácticas como el ausentismo docente resultante de múltiples causas y el débil apoyo de los supervisores escolares al trabajo pedagógico, así como los problemas de gestión escolar y de apoyo a las condiciones escolares, que si bien no son privativas del estado de Oaxaca, es necesario reconocer su existencia y sus formas de expresión local. En ese sentido sería importante que en el diseño de las alternativas educativas que proponga el PTEO, haya un reconocimiento de las prácticas inadecuadas que han tenido lugar en escuelas de muchas regiones del estado y que se planteen alternativas para resolverlas dentro del conjunto de acciones que apunten a mejorar la educación en el estado. También es necesario evitar el exceso de presiones generadas por la administración escolar sobre los docentes y tomar las previsiones necesarias sobre las condiciones materiales que se requieren en las escuelas.
Sobre todo, tendría que establecerse cómo se podría garantizar que la operación de los programas de los colectivos se realicen sobre la base de acuerdos realmente respaldados por las comunidades, principio fundamental de la comunalidad, y que no deriven en una manera más de extraer recursos y trabajo de las poblaciones que menos tienen. También es necesario reconocer que si bien existen pueblos con una fuerte tradición comunitaria que permite tomar acuerdos en asambleas, también hay muchos otros en los cuales las decisiones posiblemente tomen otro carácter. ¿Cómo lograr, en ambos casos, generar programas sobre la base de acuerdos plurales, que trasciendan las diferencias partidarias y sociales y puedan sostenerse más allá de los periodos electivos?
En particular, los docentes no deben ser los gestores ni los responsables de operar y ejercer presupuestos destinados a proyectos de desarrollo o productivos de las comunidades, función que debe recaer sobre las comisiones y autoridades nombradas para ello.
Sin sustento
También queremos hacer notar que observamos una carencia importante en el desarrollo que hasta el momento tiene este Plan. Nos referimos a la falta de orientaciones curriculares que partan del análisis del currículo nacional vigente y de otros currículos que puedan ser más pertinentes y de la toma de posición frente a diversas orientaciones pedagógicas que se plantean en la actualidad, tratando de rebasar el nivel puramente declarativo, para plantear lineamientos curriculares alternativos. Estos lineamientos curriculares concretos son la base sobre las que se apoya la práctica educativa en las aulas y aportan a los docentes el referente sobre los contenidos generales y los enfoques didácticos que son más adecuados y qué permitan atender a la diversidad cultural y social de la población escolar oaxaqueña; sin éstos cualquier mejora de las condiciones contextuales para la educación carece del sustento fundamental.
Sin pedagogía
Resulta contradictorio que el Plan para la Transformación de la Educación en Oaxaca detalle con toda precisión, incluso proponiendo una estructura administrativa ad hoc, un sistema de evaluación educativa mientras que no presenta lineamientos curriculares concretos ni orientaciones pedagógicas operativas. No puede anteponerse la evaluación a la propuesta pedagógica sin riesgo de que se profundice la dañina tendencia ya existente de “enseñar para pasar las pruebas” y se antepongan los medios a los fines. Esto es, en el documento se afinan los criterios de evaluación pero no se tiene el contenido a evaluar.
En realidad, la secuencia lógica sería primero diseñar las propuestas pedagógicas, con la participación de los colectivos, y abrir un periodo, que podría ser al término de unos dos años, para evaluar sus resultados. Al inicio, se requiere más bien una evaluación de tipo diagnóstico anónimo con una muestra rigurosa estadísticamente para determinar la línea base de la cual se inicie el trabajo colectivo. Más que impulsar una cultura de la evaluación sería necesario desarrollar una cultura de la calidad educativa basada en proyectos educativos con propósitos formativos académicos y culturales.
Una de las características de las escuelas de Oaxaca, como las de otros estados, es la de heterogeneidad sociocultural y de diversidad en múltiples aspectos por eso es importante que un plan educativo para todo el estado plantee lineamientos generales flexibles que permitan desarrollos locales alternativos adecuados a los diferentes contextos.