SORDO
–
Calla corazón, ya es tarde para todo,
deja que la mente te lleve al hado,
tú amaste y te amaron a su modo,
al vivir de la vida enamorado.
–
Pero el tiempo pasa y huella deja,
no es cierto que el dolor se olvida,
y aunque burles del pasado la reja,
vive abierta en tí cada herida.
–
Renuncia, ya no tiene ningún sentido,
aventurar un amoroso camino,
pesa más el desengaño presentido,
que la promesa de un tierno destino.
–
Molesta tu obstinada insistencia,
tu oído tan sordo a las razones,
tu decir que el amor es impotencia,
tu creer que hay muerte sin corazones.
–
Estoy harto y cansado del fracaso,
odio estar en vano enamorado,
y voy a congelarte por si acaso,
la pulseada me la ganas ¡desgraciado!.
–
Enrique Momigliano.
Buenos Aires, 14 de febrero de 2015
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